Fátima Gálvez (Córdoba, 1987) es una deportista española que compite en tiro en la modalidad de foso. Fue campeona del mundo en el año 2015 y de Europa en el 2011. Ha conquistado cuatro medallas en el Campeonato Mundial de Tiro, oro en 2015, plata y bronce en 2014 y plata en 2018, además de cinco medallas en el Campeonato Europeo entre los años 2010 y 2016.
Además, participó en dos Juegos Olímpicos de Verano donde acabó en cuarto lugar en Río de Janeiro 2016 y quinto en Londres 2012. En los Juegos Europeos de Bakú 2015 consiguió la medalla de oro. Durante el pasado fin de semana disputó un torneo de tiro olímpico en Jarapalo (Málaga), donde sufrió un ataque machista y una clara discriminación por parte de los jueces de la competición.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Fátima, que sigue muy indignada y enfadada por el hecho acontecido y nos ha contado toda la historia y sus sensaciones sobre un episodio que le hizo abandonar la competición. "Me dejaron sin final, era un derecho que nadie me había regalado, por lo que decidí irme y denunciar la situación".
La cordobesa consiguió clasificarse segunda en la fase de clasificación. La sorpresa llegó cuando sin más explicación le dijeron que no le iban a dejar disputar la final general y le instaron a disputar la competición femenina.
"Era una competición que llevaba preparando de cara a la próxima temporada. Me clasifico en la general y hay dos 'compañeros' que se quejan, para que no pueda tirar ante ellos en la final. Eso provoca que uno pueda clasificarse y que el otro no se vea sorprendido por una posible victoria de una mujer", comenta.
Ante tal discriminación, la tiradora española mostró su tremendo enfado por dicha decisión y en ningún momento, según su versión, faltó el respeto a nadie ni mintió, algo que, desde el Club de Tiro de Jarapalo, dicen que no fue así, tachando la situación de 'ridícula' por parte de la cordobesa.
"No comprendemos ni las formas, ni las mentiras, ni el crear una polémica basada en la discriminación, cuando no la ha habido. Por su forma de actuar, que le falta mucha humanidad como persona, deportividad por su falta de respeto a los demás tiradores de la competición y educación por la forma de hacer las cosas y por la forma de dirigirse a los miembros del club", señalan desde el club andaluz.
La deportista española negó todas las palabras y dio su versión sobre ello: "Yo solo alcé la voz ante la situación que estaba viviendo. Era una injusticia y lo que hice fue reivindicar mis derechos que no eran otros que poder estar en la final".
Falta de compañerismo a través de una norma inventada
Fátima tiene claro que ha sufrido una tremenda injusticia y que debería haber estado en la final que le hubiese dado opción a los mejores premios. "Al principio me dijeron que no me preocupase, pero finalmente me dejaron fuera. Utilizaron una normativa inventada de acuerdo a su propio antojo para eliminarme", señala.
"Si no llegan a protestar, hubiese estado en la final. Por el simple hecho de ser mujer no estuve en ella, ya que si llego a ser un hombre no hubiese pasado nada. Muchos envidiosos no soportan que una mujer sea mejor en una final y tire más platos que ellos. Hay hombres que por el simple hecho de serlo se creen que están por encima de nosotras", manifiesta.
Manipulación es la palabra en la que hace hincapié Fátima para hacer ver lo que le ha pasado. "Ha sido una injusticia y una manipulación por parte del jurado y de los hombres que se quejaron. El campo de tiro manipuló todo para que ese hombre, que era socio del club, entrase en la final. En conclusión, siento impotencia ya que me han engañado porque se han reído de mí", comenta.
El abandono de Fátima Gálvez
Hay gente que pueda llegar acusar a Fátima de que hizo todo esto debido al dinero, ya que en la final que tenía derecho a jugar había unos premios mejores. Ella niega que sea así: "Yo hice el pago de una inscripción para optar a los premios generales. Me dijeron que no iba a estar en ella y les comenté que era una vergüenza todo y que me habían engañado, por lo que decidí irme y no optar al premio de la final de damas".
"Demostré que no era por dinero ya que si llega a ser por eso hubiese jugado la otra final. Yo lo que quería era competir con los mejores, con los hombres que llegaron a la final. He perdido dinero y tiempo", argumenta.
Ahora Gálvez espera que la situación no se vuelva a repetir y que si alguna mujer pasa por lo mismo no dude en denunciar.