Mireia Belmonte: "La desconexión de este año me está sirviendo para mejorar"

La nadadora española más laureada en los Juegos Olímpicos, Mireia Belmonte, quien atesora un oro, dos platas y un bronce, ha estado este sábado en Sevilla, lugar donde ha asegurado que, debido a la lesión que le ha impedido poder competir, "ha sido un año distinto, más de desconexión. Me está sirviendo mucho para ir mejorando" de cara a 2020, año en que tendrá lugar los Juegos en Tokio."

La campeona olímpica y mundial de los 200 mariposa ha señalado que la cita nipona "es la más importante" en su futuro, que "pero la temporada anterior", la de 2019, "también lo es", puesto que es "un año en el que todo el mundo mira los rankings para saber cómo estás de cara a los Juegos".

"Me encuentro bien, después de haber estado entrenando unos días en Sierra Nevada", manifestó. La de Badalona estuvo participando en las actividades deportivas, solidarias y lúdicas por el quinto aniversario del centro deportivo Viding La Rosaleda de la ciudad andaluza, ya que es la embajadora de mencionada cadena de gimnasios.

Mireia ha ganado este año dos oros y dos platas en los Juegos Mediterráneos, pero tuvo que renunciar a los Europeos que se disputaban en agosto en Glasgow por los vértigos que padecía. "Los principales objetivos -de 2019- son el Campeonato de España en primavera", en el cual deberá "conseguir las mínimas" mundialistas, "y el Mundial de Corea del Sur".

Con la mirada en Tokio 2020

El 10 de noviembre la nadadora más aclamada de España cumplirá 28 años. "Me veo con fuerzas para seguir con el programa habitual de pruebas". De este modo, intentará clasificarse para el Mundial de Gwangju en "las seis de siempre", las mismas en las que pretende competir en la capital japonesa.

"Me haría mucha ilusión ser la abanderada de España", recalcó la campeona de los 200 metros mariposa en los Juegos de Río 2016. Frase que ya había pronunciado la semana pasada. "Hace mucho tiempo que una mujer" no ha encabezado la delegación española en el desfile inaugural, algo que "en los Juegos de verano sólo ha ocurrido dos veces", admitiendo también que es "difícil porque otros deportistas muy buenos también se lo merecen".