La brutal agresión que sufrió la española Mireya González en un partido de balonmano
- La jugadora española estuvo a punto de perder el conocimiento y no pudo seguir jugando.
- Socios del Barça recogen firmas para quitar la camiseta de Urdangarin del Palau
- El Barcelona no retirará la camiseta de Iñaki Urdangarín del Palau Blaugrana
Noticias relacionadas
- Los campeones de Europa despiden a Albert Rocas en el COE
- El Barça de balonmano pierde un partido de Liga cinco años después
- Fallecen dos jugadores del Balonmano Granollers en un accidente de tráfico
- Socios del Barça recogen firmas para quitar la camiseta de Urdangarin del Palau
- Ortega e Iker Romero, los padrinos del hijo de Urdangarin en el balonmano alemán
- El Barcelona no retirará la camiseta de Iñaki Urdangarín del Palau Blaugrana
El último partido del Dunaujvarosi Kohasz, equipo de la liga femenina de balonmano de Hungría, estuvo marcado por una de las agresiones más salvajes que se recuerdan en este deporte. La víctima fue ni más ni menos que Mireya González, lateral derecho leonesa, internacional con España.
Todo sucedió cuando corría minuto y medio del segundo tiempo. Mireya se disponía a tirar cuando fue empujada en el aíre por la húngara Ferenczy Fruzsina. La caída de la española fue tan aparatosa que su cabeza impactó en el parqué, dejándola tendida en el mismo, sin moverse.
No llegó a perder el conocimiento, pero sí quedó gravemente aturdida, teniendo que ser retirada de la pista por los servicios médicos. Su rival, por el contrario, tan solo fue expulsada del partido por dos minutos, sanción correspondiente a una falta normal, en lugar de lo que hubiera sido una merecida tarjeta roja.
Eso sí, Mireya no dudó en denunciar el hecho en sus redes sociales. En su cuenta oficial de Facebook publicó un vídeo de la acción, el cual acompañó con un mensaje: "Esto es lo que sucedió anteayer, durante el partido. Esta jugadora me empujó de lado con tanta violencia que ella cayó hacia adelante con su propia fuerza. Solo imaginad por un momento el tipo de contusión que me causó. Por supuesto, no pude seguir jugando el partido".
"Desearía que este tipo de acciones antideportivas fueran castigadas como se merecen, y que todos podamos practicar nuestro deporte dentro de las reglas para sentirnos seguros", continuó la española, dejando clara su disconformidad con la leve sanción que sufrió Fruzsina, quien ni siquiera se disculpó, en comparación a lo dura que había sido la agresión.
Finalmente, Mireya agradeció el apoyo y la preocupación a sus seguidores, para después explicar que, afortunadamente, "todo se quedó en un susto, me encuentro mucho mejor". Este último mensaje fue acompañado por el emoji de un corazón.
[Más información: Ortega e Iker Romero, los padrinos del hijo de Urdangarin en el balonmano alemán]