Mike Tyson es uno de los personajes más reconocibles del mundo del deporte. Su gran rendimiento sobre el ring -a la altura de los mejores de siempre- y sus deslices fuera de él han sido sus marcas de identidad. Ahora ha hablado para ESPN y ha relatado una de sus últimas vivencias con las drogas.

"Me la fumé y todo salió... ¡boom! Mi cerebro funcionaba y podía hablar, y me decía a mí mismo 'la jodí'", afirmó el antiguo púgil. Se había fumado DMT, un potente psicodélico presente en el sapo Bufo Alvarius que habita en el desierto de Sonora. Su objetivo era matar "el monstruo que tenía dentro".

De hecho, Tyson afirmó: "Me maté a mí mismo y maté mi ego. Mi vida cambió totalmente". Luego reconoció que todo "suena como si fuese el guión de una película", pero que "fue real y ahora me levanto sonriendo y me preguntó... ¿qué diablos paso?".

Quería cambiar su actitud y su vida familiar

A continuación continuó detallando lo que vivió aquel día: "y ahora me levanto sonriendo y me preguntó... ¿qué diablos pasó?". Pese a la resaca, más o menos había cumplido sus objetivos al probar esta droga.

"No quiero ser ese monstruo cuando muera, no quiero que se me recuerde como a ese tipo. El antiguo Tyson era tóxico para mi familia y mi esposa. Mi violencia, mis hábitos con las drogas, mis temerarias aventuras sexuales, mis peleas callejeras... todo eso ha terminado y todavía estoy aquí. Ahora se trata de hacer la mejor vida para mi familia. Me siento agradecido por existir y tener otra vida", concluyó el boxeador retirado.

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