Estos últimos días hemos podido ver varios fotos y leer mucha información sobre todo lo que está ocurriendo en el Everest, la montaña más alta del planeta -8.848 metros- localizada en la cordillera del Himalaya.
Más de 200 alpinistas hicieron una tremenda cola hace unos días para subir a la cima, rompiendo así el récord de ascensos en una misma jornada y creando un atasco que provocó aglomeraciones de varias horas en un estrecho paso de la ladera cercano a la cumbre. Estos atascos acabaron, según los medios locales, con la muerte de al menos cinco alpinistas que tuvieron que hacer cola durante horas en unas temperaturas extremas.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Juanito Oiarzabal, la sexta persona del mundo en ascender las 14 montañas de más de 8.000 metros que hay en la Tierra, siendo el cuarto en la historia en hacerlo sin ayuda de oxígeno adicional, además de subir en dos ocasiones el Everest, y con Pilar Marcos, responsable del Programa Biodiversidad de Greenpeace.
Pregunta: Como amante del Everest, ¿qué piensas de todo lo que está ocurriendo?
Respuesta Juanito Oiarzabal: Yo ya no soy amante de ello, sino todo lo contrario. Ahora soy más crítico con esta montaña y ya no me llama la atención. Lo que está ocurriendo estaba ya pasando en años anteriores. La masificación del Everest se ha convertido en un show del que no quiero formar parte.
Me da pena y me duelo mucho contemplar todo lo que está sucediendo y pasando. Hoy en día es una montaña vulnerable y comercial y ha perdido todo su prestigio. Se ha desprestigiado el Everest y ya no es deporte de montaña. Y me duele más cuando me paran en la calle y me dicen que lo sube cualquiera. Deja todo mucho que desear.
Respuesta Pilar Marcos: Es un problema frecuente y más en estos tiempos donde la tecnología ha facilitado a personas no formadas en montaña la facilidad de adquirir vestimenta y de tener una formación de principiante facilita que la gente lleve a estos espacios y haga deportes extremos con el factor que conlleva que se perjudica el medio ambiental.
P: ¿Quién tiene la culpa de lo que está pasando?
R JO: El Gobierno de Nepal recauda fondos y las expediciones comerciales van a saco en todos los sentidos. No hay regulación y no hay nada ya que todo vale y por eso ocurre lo que está pasando. Algún día ocurrirá, esperemos que no, que teniendo buenas condiciones climatologías, acaben muriendo todos los que suban.
Al Gobierno de Nepal solo le preocupa recaudar millones de euros, lo demás le da igual, incluidas las muertes. No hay interés en regular nada. Nepal es de los países más corruptos del mundo y me gustaría saber a dónde va todo ese dinero. Además, hay varias expediciones comerciales que lo joden todo y ofertan otras montañas de la misma forma y de la misma manera.
P: ¿Estás a favor de una regulación?
R JO: Sí, pero estoy en contra de la prohibición. Cada uno tiene el derecho de subir, pero la ética y estética se ha perdido. No contemplo un Everest como si fuese una gran montaña. En estas circunstancias esto no es un deporte de montaña. No puede ser que vayas con tanta gente y estar esperando muchas horas.
Las últimas personas que han muerto es a consecuencia de lo que esta ocurriendo, del tiempo de espera... Si esto sigue así y no hay regulación, seguirá muriendo gente ya que esto no va a desaparecer. Para regular todo tal vez había que presentar un historial deportivo o que las agencias hagan una valoración de las personas que llevan.
R PM: Sí. Antes se hacían lo primeros batidos de limpieza en el campamento base del Everest y ahora ya llegan hasta la cima. Hay que establecer unos estándares y eso pasa por la regulación de lo que esta ocurriendo. El Everest es un espacio maravilloso que debería ser más respetado
P: ¿Por qué se produce toda esta masificación?
R JO: Debido a que es la montaña más alta del planeta y la gente quiere estar ahí. Hay más demanda porque hay cada vez más oferta. Cualquiera no puede subir, pero con un poco de condición física sí. Eso sí, todo es cuestión de dinero. Es un negocio tremendo para las oficinas comerciales y para el Gobierno de Nepal.
R PM: Cada día hay más gente que quiere estar en un espacio natural y vivir una experiencia única que nos saque de nuestra forma de vida siendo el Everest bastante accesible.
P: ¿Qué ha cambiado desde que subiste?
R JO: Es tan diferente todo.... Los artes meteorológicos, los materiales, el equipo, la mentalidad, la gente y la forma de hacer montaña. Vamos para atrás, cosas que hacíamos antes se hacen de otra forma. La primera vez que hice un ochomil, ni se me pasaba por la cabeza usar oxígeno artificial y ahora es todo lo contrario. Hacer este tipo de montañas como se hace hoy en día es retroceder en el tiempo.
[Más información: El atasco en el Everest provoca la muerte de seis alpinistas]
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