Alba Vázquez, la promesa de la natación española: "Estoy preparada para ser la nueva Mireia Belmonte"
Esta joven de 17 años se proclamó hace unos días campeona del mundo júnior de los 400 estilos, batiendo también el récord mundial.
7 octubre, 2019 00:06Noticias relacionadas
5:30 horas, suena el despertador y empieza la rutina de Alba Vázquez (17 años). Natación, instituto, de nuevo piscina, gimnasio, estudio y descanso. Y así hasta el siguiente día. Y todo debido a su pasión y a su amor por este deporte para conseguir también uno de sus grandes sueños: convertirse en una de las mejores nadadoras españolas de la historia y ser la sucesora de Mireia Belmonte.
La deportista andaluza, una de las grandes promesas de la natación española, consiguió proclamarse hace unos días campeona del mundo júnior de los 400 estilos -ya era el vigente oro continental-, batiendo también el récord mundial. Además, logró también la medalla de plata en los 200.
Ahora, su siguiente objetivo será clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 donde irá, en el caso de acudir, ya con 18 años. Para conseguir la plaza (2 en juego), deberá lograr la mínima en el Open de España del año que viene, en Sabadell.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Alba Vázquez sobre lo logrado hace unos días y sobre el gran futuro prometedor que tiene por delante. Todo comenzó cuando era una niña, aprendiendo a nadar por el miedo de su madre a que se ahogara. Esta es su historia.
¿Cómo entra la natación en tu vida?
A los tres años. Vivía en Huelva y siempre iba a la playa porque me encantaba el agua. A mi madre le daba miedo que me pudiese ahogar o que me pasase cualquier cosa y me apuntó a clases de natación. A mi no me gustaban los manguitos ni los flotadores y me quería meter en el agua sin ello, lo que hizo que mi madre tomase esta decisión.
¿Eres la única que te dedicas en tu casa a la natación?
Sí. Y soy la única deportista. A mi me entró mucha curiosidad por la natación. Poco a poco fui practicándola hasta el día de hoy que me dedico, entre otras cosas, a ello.
Hace nada fuiste campeona del mundo júnior de los 400 estilos batiendo el récord mundial, ¿te lo esperabas?
Cuando entré en el Centro de Tecnificación de natación de la Federación Andaluza, no me esperaba para nada ir a un Mundial. Mi objetivo era ir a los Europeos. Pero tras un año y estar en un Europeo, me esperaba pelear por las medallas, pero lo del récord no.
¿Qué es lo primero que se te pasó por la cabeza?
Mis padres. Me hubiese gustado que hubiesen estado ahí. Estoy muy orgullosa de haber llegado tan lejos y del sacrificio que han hecho mis padres por mi, ya que siempre han sido un pilar fundamental en mi vida.
¿Te conocen ahora más?
He notado un pequeño cambio, sí.
Sacrificio y constancia, ¿qué significan estas palabras para ti?
Entrenar domingos. Entrenar por la mañana a las cinco y media antes de ir al instituto, irme tres semanas a Sierra Nevada de concentración e intentar seguir con las clases y cursos. Es una vida muy sacrificada. Estoy en segundo de bachillerato y quiero luego hacer fisioterapia y las oposiciones a la Policía Nacional.
¿Cómo es tu día a día?
Me levanto a las cinco y media y a las seis me meto en la piscina hasta las ocho. Luego voy al instituto y desayunamos en la furgoneta. De ocho y cuarto a dos y cuarto comemos y luego de nuevo a la piscina hasta las seis. Luego gimnasio y tras eso me toca estudiar.
Naciste en Canarias, te criaste en Huelva y entrenas en Málaga, ¿muchos cambios no?
Sí, mis padres están en Huelva. Yo me fui a los 15 años y fue algo muy duro. Lo noté mucho. De verles todos los días a verlos varios fines de semana. También estos cambios me hacen madurar. Me tomo las cosas como más en serio y aprovecho más el tiempo.
17 años, ganas medallas y superas récords, ¿cómo te ves en unos años?
Me gustaría verme, al estar ya en la élite en júnior, hacer lo mismo con la absoluta e ir con ellas a los JJOO de Tokio.
¿Te esperas convertirte en una de las mejores nadadoras españolas de la historia?
Sí, y es lo que voy a intentar.
¿Quién es tu ejemplo a seguir?
Mireia Belmonte.
¿Te gustaría ser la nueva Mireia y su sucesora?
Sí, ojalá.
¿Te sientes preparada para ello?
Sí. Aunque aún soy muy joven y me falta mucha experiencia, pero con el paso de los años, ojalá.
¿Cómo te defines a ti misma? ¿Qué grandes cualidades tienes?
Soy muy ambiciosa, no me conformo con lo mínimo. Cuando consigo algo, quiero más cosas. Soy muy constante.
¿Crees que tienes mucho margen de mejora y mucho que mejorar?
Sí.
¿Qué es para ti la natación?
Es una vía de escape. Cuando estoy nadando disfruto y me olvido de todo.
Va todo muy rápido en tu vida, cómo se digiere y convives con ello?
No tengo que pensarlo mucho y hay que mantener los pies en la tierra. He conseguido cosas en júnior, pero ya estoy en la absoluta y todo eso ya no cuenta realmente. Hay que trabajar más duro que el año pasado. Y tengo primero que clasificarme para Tokio, donde ya iría con la absoluta.
¿Qué cosas tienes parecidas a Mireia Belmonte?
Nadamos la misma prueba y tenemos parecido que su peor estilo es la espalda y el mio también. Aunque al ser muy joven, empezaré a mejorar en muchas cosas y haré que me parezca más a ella.
De todo lo que has conseguido, ¿con qué te quedarías?
Con el récord que hice en el pasado campeonato del mundo.
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