El presidente Donald Trump dijo que no vería los partidos de la NFL, luego de que la mayoría de los jugadores ha sugerido que están de acuerdo en protestar arrodillándose durante el himno nacional. En un tweet el sábado, el mandatario escribió que al parecer la liga de fútbol americano se está dirigiendo a una dirección en la que los jugadores no estarían de pie durante la interpretación del himno. "Al parecer la NFL se está encaminando en esa dirección, pero no conmigo viéndola", escribió.
La temporada 2016 estuvo llena de controversia sobre los jugadores que se arrodillaban durante el Himno, después de que el 'quarterback' Colin Kaerpenick fuera el primero en protestar de esa manera diciendo que lo hacía para expresar su rechazo a la desigualdad social y la brutalidad policiaca, situaciones que afectaban más a los grupos minoritarios.
La polémica sobre las actitudes ante el racismo en el deporte norteamericano ha crecido después de que la NBA se haya dividido en dos entre no jugar lo que resta de temporada como protesta y regresar a la competición en Orlando. Las diferencias de estrategia entre las estrellas de este deporte en su compromiso de lucha a favor de la justicia social y contra el racismo, en Estados Unidos, llegaron a la liga de baloncesto con el enfrentamiento de posturas que lideran y defienden el alero LeBron James y el base Kyrie Irving.
Sus diferencias pueden generar no solo problemas a un equipo sino a toda la liga después que Irving no quiere un reinicio de la competición de la temporada a partir del próximo 30 de julio y así seguir con la protesta social que ha surgido en todo el país con motivo de la muerte de George Floyd, el hombre negro que falleció después de que un policía de Mineápolis presionase con la rodilla sobre su cuello durante casi nueve minutos para inmovilizarlo.
La NBA, entre la espada y la pared
La postura de Irving contra la vuelta a la competición en la NBA, que ha estado cerrada desde el pasado 11 de marzo debido a la pandemia del coronavirus, en medio de un movimiento de justicia social "histórico", tiene un apoyo significativo entre los jugadores de la liga.
Más de 80 se unieron a la estrella de los Brooklyn Nets en una conferencia telefónica el viernes por la noche, y varios compartieron la opinión de que la liga, programada para reiniciarse el próximo 30 de julio, en la burbuja del Disney World Resort de Orlando, Florida, no debería distraerse de las reformas a nivel nacional por las que se está luchando con el Black Lives Matter.
Sin embargo, otras estrellas, encabezadas por James, consideran que no debe haber solo un camino en esa lucha y no están de acuerdo con Irving. Su argumento es que cuatro meses de cobertura diaria en los medios de comunicación que darán información a los aficionados, ansiosos de recibir todo lo que sucede en el mundo deportivo, puede ser un vehículo aún más fuerte para su mensaje mientras se culmina la temporada 2019/2020.
A principios de semana, James anunció la formación de un grupo de derechos de voto, junto con el base de los Atlanta Hawks, Trae Young, con la esperanza de aumentar la participación de los votantes negros en las elecciones presidenciales de noviembre.
El peligro de un parón
Sin una conclusión para la temporada 2019/2020, la NBA podría rescindir el acuerdo de negociación colectiva al ejercer la disposición de fuerza mayor debido a la pandemia de Covid-19, desencadenar el bloqueo y reducir los salarios de los jugadores, con la incertidumbre de si los aficionados podrán asistir a los partidos en la temporada 2020/2021, dejando al sindicato sin influencia.
[Más información: El nuevo orden del deporte en EEUU: los efectos de las protestas antirraciales en la NBA, la NFL y otras ligas]
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