Han sido unos meses muy convulsos en América y en Estados Unidos los transcurrido en este año 2020. Un año que no ha traído alegrías para casi nadie, que ha traído mucha desolación y que ha cambiado la vida de todo el mundo seguramente para mal. O por lo menos, a un modo distinto de como se entendía, un modo al que la sociedad tardará en acostumbrarse y en considerarlo normal.
Si algún rival ha tenido el coronavirus como gran protagonista de este año ese ha sido el racismo, las revueltas por las injusticias sociales, las proclamas como el 'Black Lives Matter' e imágenes tan tristes y desesperantes como la del fallecimiento de George Floyd que ha terminado siendo imagen e icono de este tipo de luchas que se han extendido, de manera muy especial, al mundo del deporte.
Sin embargo, este 2020 también ha tenido algún buen acontecimiento que ayuda a pensar que la salida a este tipo de injusticias morales y físicas puede llegar tarde o temprano. Uno de esos actos ha ocurrido en la NFL, en el equipo de Washington, en los Washington Football Team, y es que una de las entidades más famosas de la liga ha hecho historia para bien. El equipo estadounidense ha decidido unir sus caminos a los de Jason Wright, el que será el nuevo presidente del equipo, haciendo así historia.
Para alcanzar esa ansiada normalidad, este tipo de hechos tendrán que dejar de ser noticiosos para empezar a ser rutinarios, aunque mientras tantos merecen ser destacados como noticias que permiten dar pasos hacia una sociedad más comprometida, igualitaria y que no cuestiona ni condiciona a nadie por razones ideológicas, raciales o morales.
Jason Wright, el hombre que hace historia en la NFL
Jason Gomillion Wright, más conocido como Jason Wright simplemente, ha hecho historia en la NFL al convertirse en el primer presidente de raza negra de la historia de un equipo de la Liga Nacional de Fútbol Americano. Un hito maravilloso, sin precedentes y absolutamente sorprendente que ha paralizado la mejor liga de fútbol americano del mundo. Un hecho difícil de creer en un país con un índice de personas de raza negra tan alto como Estados Unidos. Jason rompe barreras en una de las competiciones más importantes del país y en un club tan reconocible como lo es el Washington Football Team.
Con este nombramiento, Jason cruza una línea histórica que ha permanecido imborrable durante los casi 100 años de vida que tiene la competición y que sin duda cobra ahora una importancia mucho mayor. El deporte y la sociedad se ha puesto en pie de guerra por las revueltas racistas de estos últimos meses y la llegada de Jason al equipo de Washington significa un gran triunfo para todos aquellos que abogan por una sociedad sin clases y sin diferencias, sin luchas y sin disputas, basada en la libertad, en la tolerancia y en el respeto más absoluto.
Además, la llegada de Jason a la presidencia de una institución como los Washington Football Team supone también un soplo de aire fresco ya que, a sus 38 años, se ha convertido en el presidente más joven de un club de la NFL, rompiendo así la barrera de la precocidad y del valor a los jóvenes. Wright se ha propuesto ser un presidente diferente y ya lo ha conseguido con su simple llegada, demostrando que se le deberá valorar por su trabajo el día de mañana, y no que no se le deberá juzgar ni por su color de piel ni por su juventud, las cuales no están ni mucho menos reñidas con su valía.
De jugador a presidente
Jason no solo ha conseguido ser noticia por ser el primer presidente negro de un club de la NFL, y por hacerlo con 38 años, una edad sin duda muy baja para lo que suele ser habitual, si no porque también ha emprendido un camino muy pocas veces realizados y con pocos resultados de éxito hasta el momento. Su camino ha sido la de llegar desde el terreno de juego hasta los despachos, ya que antes de presidente, Jason Wright fue jugador de la NFL.
Es cierto que su trayectoria como jugador no fue la más exitosa, pero le ha servido para nutrirse de una experiencia diferente. Sabe lo que es estar abajo, donde se ganan los partidos, situarse en la mente del jugador, conoce de sobra la presión que tiene y por eso considera que puede ser un presidente de éxito, porque para él una de las cosas más importantes es conocer al jugador. Y quién conoce mejor al jugador que otro jugador.
Wright pasó por varios clubes como el Northwestern Wildcats Football Team, los San Francisco 49ers, los Atlanta Falcons, los Cleveland Browns, y los Arizona Cardinals.
Esta larga lista de equipos en tan poco tiempo, se retiró en 2010, le permitió conocer diferentes vestuarios, diferentes idiosincrasias y diferentes formas de gestionar un club para luego intentar formar su propio modelo de gestión con el que convencer a algún club y hacerle llegar muy lejos gracias a sus movimientos.
A pesar de tener una carrera muy corta como jugador, su fugaz paso por los diferentes equipos le ha permitido tener un bagaje de lo que es y de lo que necesita un jugador de la liga para poder estar contento, en estado de bienestar y centrado en su rendimiento. Sin embargo, la labor presidencial no se limita a conocer como respira el jugador, sino que también requiere de una serie de conocimientos de gestión para poder llevar a cabo todas las operaciones que requiere el puesto.
Para ello se ha estado preparando durante varios años hasta que en el año 2013 se graduó en Administración y Dirección de Empresas después de sacarse el prestigioso MBA de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago. Gracias a los amplios conocimientos adquiridos pasó a trabajar en la empresa McKinsey & Company en labores de management consulting, centrado en la organización de eventos culturales y de inclusión social. Además, durante este tiempo, también fue consultor de una asociación religiosa del seminario de Nueva York.
Tras su preparación académica y después de varios años de experiencia a nivel empresarial, Jason Wright ha recibido la mejor oferta de su vida, la cual ha aceptado para convertirse en el primer presidente negro de un club de la NFL, en el dirigente más joven en conseguirlo y, además, en uno de los pocos que ha conseguido pasar desde el campo a los despachos para intentar hacer crecer a los Washington Football Team.
Su labor a partir de ahora consistirá en dirigir las operaciones financieras y empresariales del equipo así como definir las diferentes estrategias de marketing a seguir. Con todo esto, deberá informar y dar cuentas de sus operaciones y de su gestión ante el propietario del club, Dan Snyder. El propio Jason se mostraba muy orgulloso por haber dado un paso tan importante para él a título personal como para la NFL: "Este equipo, en este momento, es una oportunidad ideal para mí. La transformación del equipo de Washington se está produciendo en todos los aspectos de la organización, desde el fútbol hasta las operaciones, la marca y la cultura, y nos convertirá en una franquicia verdaderamente moderna y con aspiraciones".
Un pasado convulso y un nuevo proyecto
El equipo de los Washinton Football Team ha sido noticia por una vez por algo positivo después de encadenar unos meses donde todas las polémicas que salían tenían unas connotaciones muy negativas que han dañado profundamente la imagen del club y de la institución. La situación fue tan dramática que muchos patrocinadores llegaron a presionar al club para que hiciera cambios y remodelara una institución que se estaba quedando obsoleta y que amenazaba con destruirse así misma entre escándalo y escándalo.
La polémica más sonada estuvo relacionada, una vez más, con las disputas raciales de los Estados Unidos. Debido al auge de la reivindicación de las injusticias sociales, muchos sectores pidieron al equipo de Washington que cambiara de una vez por todas su nombre de los Washington Redskins. Era ese sobrenombre, el de los 'pieles rojas' el que tantas peticiones de cambio había recibido a pesar de la negativa de su propietario. Este término se usaba para referirse a los antiguos nativos americanos y había tomado unas connotaciones negativas similares a un insulto tal y como recogen algunos diccionarios, por lo que las presiones para cambiarlo no se hicieron esperar, especialmente en tiempos del 'Black Lives Matter'.
Finalmente, las peticiones fueron escuchadas y el equipo pasó a llamarse Washington Football Team para la presente temporada y de forma provisional, hasta que se vuelva a elegir un nuevo nombre para el equipo estadounidense que ya nunca más será reconocido oficialmente como los Redskins.
Sin embargo, este no había sido el único escándalo que había salpicado al combinado de Washington en los últimos tiempos. Hace unos meses, hasta 15 empleadas del club denunciaron abusos sexuales de varios miembros de la junta directiva de los Washinton Football Team, lo que supuso un auténtico escándalo en el club y para la NFL. Un hecho, y un delito, completamente sin precedentes, masificado y que puso con razón contra las cuerdas a una institución histórica que se tambaleaba.
Este hecho impulsó al propietario Dan Snyder a remodelar el club por completo y a buscar un cambio cultural en la franquicia para intentar abandonar esta deplorable imagen. Se contrataron consejeros externos para llevar a cabo una investigación de lo sucedido en la que también participó la propia NFL, y que terminó con la destitución de todos aquellos que habían sido sospechoso de haber cometido delitos de algún tipo. Por ello, el equipo había estado sin presidente desde la salida de Bruce Allen en 2019.
Sin embargo, la llegada de Jason Wright no ha sido el único cambio que ha llevado a cambio el club para intentar transformarse. Actualmente muestra un aspecto mucho más renovado, abierto y comprometido con la justicia social. Gracias a ello, además de un presidente de raza negra, los Washington Football cuentan con un entrenador de origen latino y con varios puestos de importancia liderados por mujeres como la jefa de redes sociales, la vicepresidenta de prensa o un asistente del entrenador. Además, uno de los responsables de captación y desarrollo de jóvenes talentos también es de raza negra.
Así es como los Washington Redskins, o los nuevos Washington Football Team, están intentando modernizarse y adaptarse a unos tiempos avanzados donde este tipo de medidas deberían estar mucho más normalizadas. Desde ahora, Jason Wright, su nuevo presidente, será la punta de lanza de este proceso de reestructuración que puede marcar un antes y un después en una competición de la importancia de la NFL.
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