Lamentable imagen la que ha protagonizaco Conor McGregor en el careo que se ha celebrado previo a su combate contra Dustin Poirier y en el que ambos intentarán decantar de su lado la rivalidad que ha nacido entre ellos. Con una victoria para cada uno, el ganador de la pelea será proclamado vencedor también de esta contienda que tiene inmerso a dos de las grandes súper estrellas de la UFC.
Sin embargo, el primer encuentro entre los dos luchadores no ha ido especialmente bien, sobre todo por parte de un Conor McGregor que se ha mostrado más excitado que de costumbre hasta el punto de perder los nervios. El irlandés estuvo a punto de comenzar la pelea entre ambos en plena ceremonia de presentación.
Durante todo el acto en el que hubo la tradicional sesión de fotos con los dos luchadores enfrentados y una rueda de prensa donde ambos se pudieron criticar e insultar con gusto, a McGregor se le vio demasiado activo, por lo que el lamentable espectáculo final parecía cuestión de tiempo.
Cuando los dos deportistas se encontraban frente a frente, calentando el combate e insultándose, McGregor no se pudo contener y empezó a forcejear para con los allí presentes para intentar llegar hasta su rival. Sin embargo, les separaron rápidamente para que la cosa no pasara a mayores.
Aún así, se produjo un lamentable hecho cuando el irlandés lanzó una patada contra su rival que, afortunadamente, no causó ningún daño a Poirier. En ese momento, se llevaron a Conor a la fuerza para evitar que el primer asalto del esperado combate se produjera allí mismo, lo que podría haber sido un desastre terrible.
A los asistentes no les gustó nada el espectáculo tan lamentable y despidieron a McGregor con pitos, insultos y abucheos después de protagonizar una acción que consideraron totalmente antideportiva y que además mostraba el poco autocontrol del luchador. El público espera que saque esa garra y esa furia el día del combate para poder decantar la rivalidad de su lado.
No es la primera vez que McGregor termina cayendo en este tipo de incidentes, pero lo cierto es que llega a la pelea contra Dustin Poirier especialmente caliente, tal y como ha demostrado en sus últimas apariciones. De hecho, antes de este polémico careo que terminó en trifulca, McGregor ya dejó unas potentes declaraciones contra su rival.
McGregor llega desatado
Además, lo hizo en su propia casa, en el canal The MacLife, en una entrevista que se convirtió en un ir y venir de declaraciones contra su rival, algunas de lo más ofensivas. "Sólo nos hemos enfocamos en las artes marciales mixtas. Para la anterior pelea fue un campamento del 85% dedicado al boxeo, pensando en Manny Pacquiao. Y así es como surgió la pelea. Iba a ser un evento de caridad, ni siquiera bajo la bandera de UFC. Sentí un poco de lástima por Poirier y todo eso, así que lo iba a ayudar".
"Salió como salió y sufrí un revés, pero los reveses son algo hermoso. La derrota es el ingrediente secreto del éxito y me ha colocado justo donde necesito estar. Cada golpe que he lanzado en este campamento era un tiro mortal, así que eso es todo. Voy a matar a este hombre. Será una matanza, una obra de teatro contra un niño asustado. Luchará asustado como siempre lo hace, como siempre lo hacen contra mí, así que ahora voy a jugar con ese niño, jugar con mi comida y luego simplemente la devoraré. Es un cadáver, un cadáver, lo van a sacar en camilla".
'The Notorious' se vino tan arriba que incluso no dudó en afirmar que se veía peleando por el título próximamente: "Presiento que quizá sea en Navidad, en diciembre, no sé, ya hablaremos de esto, pero ese título mundial se disputará en el Allegiant Stadium, aquí en Las Vegas. Me gusta el aspecto de ese estadio. También se conoce como la Estrella de la Muerte, y así es como me siento ahora: una Estrella de la Muerte".
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