Manny Pacquiao es toda una celebridad en Filipinas. El boxeador, uno de los mejores de la historia, se ha convertido en un icono mundial y en una referencia para su pueblo más allá de sus fronteras. Muchos le consideran su mejor embajador y por ello tienen en un altar, casi idolatrado.
Debido a este tirón y a su gran popularidad, Manny decidió pasarse a la política antes de dejar el ring. Por ello, ahora compagina sus dos facetas, la de púgil implacable y la de senador en el Filipinas. Su importancia para todo el estado filipino le ha llevado a posicionarse como posible presidente del país en las próximas elecciones, idea que intentan derribar desde el gobierno.
En los últimos tiempos, el boxeador ha recibido importantes ataques por parte del actual presidente, Rodrigo Duterte, cuando este denuncio que había corrupción en las altas esferas del gobierno filipino. Desde ese momento se inició una cacería total contra el púgil para evitar que tenga una carrera próspera en la política con calumnias, descalificaciones y amenazas.
Rodrigo Duterte finalizará su mandato en 2022 y no será reelegido, por lo que en estos momentos hay una especie de incertidumbre por ver quién será la nueva cara visible del nuevo gobierno. Todo hacía indicar que sería la propia hija de Duterte, sin embargo, el presidente se encargó de negar eso asegurando que "la presidencia no es para mujeres".
Para evitar que ese sucesor sea Pacquiao, se ha iniciado una potente campaña contra el afamado boxeador: "Eres una mierda. Que empiece a investigar. Primero que cumpla con su deber como senador y no se ausente. Espero que se siente en el Congreso, que no vaya a ningún lado y haga su trabajo. Ser campeón de boxeo no significa que sea un campeón en la política. Es demasiado mayor para eso y está fracasando en su carrera de boxeo".
Todo esto arrancó después de que Pacquiao criticara la gestión del proceso de vacunación que están haciendo Duterte y su equipo y que le ha llevado a amenazar públicamente a la gente que no tenga decidido vacunarse: "Quien no quiera vacunarse, haré que lo arresten y luego le inyectaré la vacuna en las nalgas. La vacuna o la cárcel".
Sin embargo, esta rivalidad viene desde mucho tiempo atrás y es que Duterte quiere evitar por todos los medios que Pacquiao se presente a la presidenciales del próximo año: "Te aviso. Contaré todo e iré a por ti durante la campaña electoral. Si no lo haces, serás otro hijo de puta jugando a la política. No creas que si alguna vez ganas y eres presidente desaparecerá la corrupción en Filipinas".
La respuesta de Pacquiao
De momento, Pacquiao no ha querido entrar en más polémicas ya que se encuentra preparando su importante combate contra Errol Spence Jr que se disputará el próximo 21 de agosto. Sin embargo, ha sido preguntado por todos estos ataques que está recibiendo y no ha dudado en señalar que se trata de una conspiración contra su figura y con la posibilidad de que resulte ganador de los comicios próximamente.
"Estoy concentrado en el combate con Spence. Estoy seguro de que eso es lo que quieren hacer, intentar distraerme y golpearme. No nací ayer. Me sorprendió, me atacaron con maldad, me calumniaron mucho, pero yo no he robado a nadie, no me siento agraviado".
"Simplemente sigo lo que me dice mi corazón, tengo que luchar por lo que siento que es mi compromiso con el pueblo filipino, luchar por los pobres, eso es todo lo que hay en mi corazón. ¿Es mi culpa? ¿Es mi culpa que defienda la verdad? Quiero servir bien". Esto decía Pacquiao a DZBB mientras entrenaba en Los Ángeles junto a Freddie Roach para prepararse para su pelea contra Spence Jr.
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