La Federación británica de gimnasia ha asumido su fracaso durante los últimos años por no haber logrado "entender" las "preocupaciones" de los deportistas que conforman su organismo. Mike Darcey, máximo representante del ente, ha expresado en una carta sus errores que han llevado a una denuncia colectiva de 17 exgimnastas que sufrieron abusos físicos y psicológicos durante sus preparaciones y con un número total de 37 víctimas.
"Mientras reflexionamos sobre algunos de los grandes momentos de los Juegos Olímpicos de Tokio, también debemos reconocer que, al mismo tiempo que la gimnasia ha crecido rápidamente durante la última década, nuestra organización ha fracasado, en varios frentes, en seguir el ritmo de ese crecimiento", ha explicado Darcey, que también ha subrayado que "no han estado lo suficientemente cerca" de las gimnastas "como para entender sus preocupaciones". "Os hemos defraudado y lo lamentamos profundamente".
La carta llega justo unas semanas después de Tokio 2020 y a la espera de que se publique el informe independiente que desde la Federación se pidió a otros organismos como UK Sport y Sport England con el objetivo de subsanar todos los errores que se produjeron en la cadena de mando para no tomar acción alguna. Aunque no concreta ningún caso, el responsable federativo hace referencia a la denuncia colectiva presentada el pasado mes de febrero por 17 exgimnastas, aunque el número total asciende a 37 afectadas.
Entre otros actos, las deportistas denunciaban que sus entrenadores "golpeaban" o "abofeteaban" a las chicas, de entre 6 y 23 años en el momento de los hechos, durante las sesiones de entrenamientos. Todo valía para alcanzar el mayor resultado y ganar, por lo que la violencia era tanto física como psicológica, según publicó en su día el periódico The Guardian. La situación llegó a tal punto de presión que se provocaron, según denunciaron las exgimnastas, trastornos alimenticios en algunas de las afectadas.
Cambios en la Federación
Por todo ello, Mike Darcey ha recalcado que deben "mejorar para garantizar que no haya lugar para los abusos" en su deporte. "La Junta entiende el enfado que siente la comunidad", han reconocido, porque "ha sido un periodo muy difícil para este deporte". Son conscientes de que "la confianza no se ganará simplemente anunciando estos cambios", pues solo "la coherencia de la acción a lo largo del tiempo" logrará acabar con los fantasmas del pasado.
"Trabajando con el equipo ejecutivo, nos centramos en cumplir con ustedes y nos comprometemos a cambiar fundamentalmente la cultura en el corazón de la Gimnasia Británica para asegurar que nunca habrá una excusa para el mal comportamiento en la gimnasia en cualquier nivel", han subrayado en su carta.
Más allá de esta especie de disculpa por la falta de acción, la Federación ha confirmado que se producirán cambios estructurales incorporando nuevas caras en el Consejo de Administración, un nuevo director general y director ejecutivo de deportes. El objetivo es fomentar la "integridad, la voz de los atletas y para traer una representación más amplia de la comunidad de la gimnasia".
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