Alberto Ginés, el oro en escalada que revolucionó a España: "Tengo que tener la cabeza bien amueblada"
"No sabía la repercusión que iba a tener todo. Pensaba que iba a ser más pequeño, cosa de una semana", cuenta a EL ESPAÑOL Alberto Ginés.
27 octubre, 2021 19:40Noticias relacionadas
Alberto Ginés (Cáceres, 2002) continúa siendo un fenómeno de masas tras su éxito en los Juegos Olímpicos de Tokio. El joven cuenta con más de 200.000 seguidores en Instagram y otros 178.000 en Twitter. Una foto publicada supone miles de likes. Un simple tuit genera cientos de reacciones al instante. Toda una revolución que le ha convertido en un rostro popular y que ni él mismo se imaginaba.
El oro olímpico en escalada 2020 atiende a EL ESPAÑOL meses después de esa revolución en tierras asiáticas. Y lo hace para relatar de primera mano qué ha supuesto pasar de ser uno más a una persona popular. Ginés subraya sus intenciones de acudir a París 2024, donde será uno de los candidatos a medalla, y cuenta cómo ha sido el cambio de vida en estos últimos tiempos.
Sin miedo a decir lo que piensa en redes, también en temas políticos pese a que no sea lo que más le gusta, su libertad y personalidad en tiempos de crispación han conquistado a miles de personas. Esas redes sociales que le respaldan son el reflejo de ello, pero también el interés que sigue habiendo en cada una de sus palabras. Él, pese a todo, se sigue considerando un chaval normal que hace las mismas cosas que antes.
Pregunta: Algo ha tenido que cambiar el Alberto Ginés de hace dos meses al de ahora.
Sí, a ver, es normal. Al final las personas cambiamos, no creo que sea la misma persona que hace dos meses ni de coña por todo lo que he vivido y por circunstancias que no me habían pasado.
¿La vida de Alberto Ginés en lo profesional es mejor que la de antes?
No creo que mejor, como mucho diferente.
¿Qué es lo que temías más después de la explosión de Tokio?
No sabía la repercusión que iba a tener todo. Pensaba que iba a ser más pequeño, cosa de una semana o así, pero me alegro de que no sea así y de que la gente se siga interesando en mí. No tenía miedo como tal a nada.
¿Tú mismo te habías concienciado de que en las primeras semanas podías tener popularidad y que luego decayera?
Sí, sí. No sé si me sorprende, porque conmigo hubo mucho bombo y repercusión, pero a día de hoy creo que sigue pasando. No sé si sigue pasando con otros atletas, pero me da la sensación de que no. Se me hace un poco raro -risas-.
¿Cuál es la clave que te hace diferente para seguir teniendo ese imán?
No tengo ni idea. Mucha gente me ha dicho que por mi carácter y carisma, pero no sé decir por qué.
Al poco de que ganases en Tokio entrevistamos a David Maciá y le preguntamos si en algún momento alguien te iba a tener que bajar a la tierra. ¿Te ha llegado ya esa 'collejita' de tu entorno más cercano?
-Risas-. Pues diría que no. Creo que sigue siendo exactamente igual que antes. Sé que al final en el deporte un día estás arriba y otro puedes estar abajo del todo. Tengo que tener la cabeza bien amueblada.
Esa popularidad, ¿te ha llegado a afectar? ¿Te da reparo no hacer las cosas con la misma libertad por si alguien lo puede compartir?
Sí que lo pienso bastante, pero luego me da un poco igual. No hago nada que no se pueda ver o que no haga una persona normal. Me ha pasado al salir de fiesta y que en la discoteca me pidan fotos o cosas así. Se me hace superraro, sinceramente. Al principio, al ir al rocódromo, se me hacía raro que la gente dejara de escalar para ver cómo escalaba yo. Se me hizo raro, como que me agobiaba un poco, pero he empezado a acostumbrarme.
"Me habrán visto en los Juegos y dirán 'quiero ser como él', pero no soy nadie demasiado especial"
Para muchos de los que empiecen en la escalada puedes ser su referente. ¿Te llega a pesar?
Intento no pensarlo. Al final intento transmitir que soy un chaval normal al que le gusta la escalada y que se dedica a ello. Me habrán visto en los Juegos y dirán 'quiero ser como él', pero no soy nadie demasiado especial.
Hablabas de ir al rocódromo. Una de las cosas que dijiste es que podías no ir a París si no había instalaciones, si no se apoyaba institucionalmente. ¿Has visto algún avance?
Sé que se está avanzando bastante. En algunos meses conseguiremos nuestro objetivo. Hacer tanto ruido va a seguir para algo, para que podamos crecer y seguir avanzando como deportistas, que la escalada siga creciendo en España.
Has ido a muchos actos y te has encontrado a muchos políticos. A uno le tiene que sorprender encontrarse con los que ve en los medios y tener una conversación con ellos.
Sí, bueno... El mundo político no me gusta demasiado ni me interesa. Me hace más ilusión encontrarme a un rapero o cantante que no a los políticos.
Pero ¿cómo son las charlas que tienes? ¿Aprovechas para decirle qué hacer a nivel deportivo?
Intento que sea una charla normal, sobre todo para conocernos. Pueden ser personas interesantes de las que se puede aprender, como de todo el mundo. Busco tener charlas normales para conocerlos más fuera del ámbito político.
Una de las razones por las que has tenido tanta popularidad ha sido la libertad con la que hablabas en redes, sobre todo antes de ser conocido. ¿Por qué en España un deportista no puede hablar de tema políticos?
La gente tiene mucha rabia, está cabreada y lo paga con la primera persona que pilla. No sé si el resto de personas, actores y demás, están tan vetados, entre comillas, en ese sentido. Me gustaría que eso cambiase, que cada persona pensara lo que quiera dentro del respeto. Sobre todo dentro del respeto. Al final todos tienen sus ideas y todas son válidas.
Centrándonos en la escalada. Faltan tres años para París. ¿Se te va la pista a 2023? ¿Ganar un oro te mete la presión para tener que ir sí o sí?
La presión estará, pero me tengo que centrar primero en clasificarme. Tengo la vista puesta en París, pero hay muchas competiciones antes. Quiero ir poco a poco.
La prueba de escalada va a cambiar. ¿Esperáis más cambios?
No, en teoría el formato ya está propuesto con un modelo combinado separando. Se va a mantener casi seguro.
Cuando hablamos con tu entrenador nos contó los muchos viajes que hacíais. ¿Uno está preparado física y mentalmente para hacer tanto viaje en una temporada?
Cansa bastante. Después hay que viajar a las competiciones, pero si no también para entrenar y estar todo el día fuera de casa. Al final es algo cansado, pero poco a poco me voy acostumbrando y llevándolo mejor.
¿Cómo lo compatibilizas con los estudios? Tuvisteis que parar porque no daba tiempo a todo.
Me quiero seguir formando y creciendo como persona. Estoy terminando bachillerato, me quedan tres asignaturas solo. Las tenía que haber hecho el año pasado, pero decidí parar para entrenar más -antes de los Juegos-. Quiero terminar el bachillerato y luego hacer una carrera, no sé si algo con el deporte, la fisioterapia... Algo así.
En otras disciplinas está más fijada una edad de veteranos. A ti no te pasa todavía, pero qué plazos tienes tú.
La vida deportiva depende un poco de cómo lo gestiones y de la motivación. El que quedó tercero, Jakob Schubert, tiene 30 años y seguramente esté en perfectas condiciones para París. Depende un poco de cómo te motive y de qué quieres hacer. Yo estaré hasta que deje de motivarme.
"La gente tiene mucha rabia, está cabreada y lo paga con la primera persona que pilla"
Porque, ¿tú eres de los que te ves toda la vida en esto?
Soy bastante de cansarme y de necesitar buscar la motivación en otros sitios, pero no sé, no puedo decirlo con seguridad. No sé si en dos años me habré cansado, de si quizás no llegue a París... De momento puedo decir qué es lo que quiero, que es entrar en París y ver poco a poco.
En estos Juegos ha habido muchos compañeros que tras Tokio hablaron de la dificultad de seguir en el deporte por la falta de ayudas para compatibilizar con los estudios. ¿Cómo tiene que ser la situación para abandonar el sueño por no ver el futuro?
Tiene que ser muy duro no poder perseguir tus sueños por falta de ayuda económica o de recursos. En la escalada, por suerte, hay muchos patrocinadores. No tenemos que depender tanto de la parte de becas. Pero tiene que ser muy duro tener que abandonar el sueño por no poder permitirte entrenamientos o vivir de ello.
La escalada, ahora que vemos esa explosión de deportes para ganar espectadores, no es un deporte aburrido. ¿Contáis con ese factor a favor de deporte más innovador?
No me gusta decir que hay deportes aburridos, creo que hay que respetar todas. Pero la escalada ha tenido repercusión durante los Juegos. Me han dicho que está creciendo un montón en España y que las escuelas están llenas. Creo que es algo muy bueno.
Falta que os retransmitan ya en Twitch...
-Risas-. No me sorprendería. En breve, hay que adaptarse al futuro.
Para ir terminando. Después de los Juegos se ha hablado mucho del trabajo de los Paralímpicos porque han dado una imagen de superación. ¿Qué falta en España para apoyarles más?
Pasa un poco como con todo, incluso con por ejemplo el fútbol femenino. Al final estamos tan centrados en el deporte masculino que no vemos que hay otras disciplinas. Yo vi hace poco, que no había tenido la oportunidad, de ver a uno de mis mejores amigos como Martín de la Puente, jugar un partido de tenis en silla y me parece igual de entretenido que de tenis de pie.
Al final, si se mostrase por la tele y los canales supuestamente de deportes fuesen todas las disciplinas, tanto tenis de pie como de silla, fútbol para ciegos... Hay que darle más repercusión a todo. No tanto como para que una persona lo vea, sino para que ese chaval al que le han tenido que amputar una pierna vea que hay gente que está igual que él y que hace deporte al máximo nivel.
La última. Alberto Ginés, oro olímpico, ha salido de Cáceres. Es un reclamo también de decir que en España, más allá de Madrid o Barcelona, hay deportistas que pueden dar éxitos.
Sí, bueno... -Risas-. Creo que no tiene nada que ver de dónde seas. Influye mucho más la ilusión que tengas y el trabajo bien hecho, que no si tienes más recursos o menos.
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