Madeline Groves (Australia, 1995) se convirtió en la gran protagonista de las semanas previas a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por su renuncia. La nadadora, estrella en su país y gran aspirante a medalla, decidió darse de baja de la lucha por la cita en territorio asiático. La decisión sorprendió en un primer momento por la falta de motivos. Sin embargo, no era ninguna excusa: denunció casos de misoginia para, meses después, desvelar que sufrió abusos desde los 13 años.
La australiana de 26 años compartió en redes sociales su decisión. Lo hacía, aparentemente, con la calma de ser una medida consensuada y reflexionada hasta la extenuación. "He tomado la decisión de no competir en las pruebas olímpicas", aseguraba sobre la fase de clasificación. Maddie se mostraba "agradecida" por el apoyo recibido y ya se postulaba para "otras competiciones más adelante en el año".
Sin embargo, lo que parecía un paso atrás por motivos personales se convirtió en un caso que investigar por las autoridades australianas. Groves dio "una lección" a "todos los pervertidos misóginos en el deporte" y a aquellos que les sostienen en sus respectivos cargos. La nadadora dejó entrever malos tratos a "jóvenes mujeres y niñas", bien aprovechándose de ellas o avergonzándolas por su físico, y criticó que se esperara que esas víctimas representaran al país para que los agresores se llevaran un "bonus anual" en referecia a las primas por éxitos deportivos.
El mensaje de la australiana no pasó desapercibido. Y menos teniendo en cuenta su bagaje deportivo. Maddie Groves se había llevado la plata en Rio 2016 gracias a su segunda plaza en 200 metros mariposa. Un reconocimiento que le daba suficiente voz como para denunciar hechos como los misóginos advertidos en sus publicaciones.
Meses después, y ya en Europa compitiendo tras esa renuncia a los Juegos, Groves ha ido más allá para evitar que todo caiga en el olvido. Por primera vez ha explicado, en declaraciones a la cadena ABC, que sufrió abusos desde los 13 a los 18. También que a los 12 la felicitaban por perder peso. Y que el entrenador Michael Palfrey, que salió indemne de una investigación tras varias denuncias, controlaba constantemente lo que comían nadadoras de apenas 15 años para influir en su peso e incluso le hacía moratones por ciertos agarrones.
La decisión de no acudir a los Juegos fue la consumación de toda esta serie de perversiones sufridas. "En cierto modo, como un grito de ayuda que, con suerte, alguien escucharía y tal vez haría algo sobre este gran problema en el deporte australiano". Por el momento, sus revelaciones ya han llegado a medio mundo.
Un abusador sin nombre
Lo más grave de las declaraciones de Madeline Groves es que su presunto atacante, el hombre que se encargó de destrozar su adolescencia con abusos sistemáticos desde los 13 años hasta los 18, sigue en activo. Groves no ha querido dar detalles sobre su identidad, ni sobre su postura ni labor en la natación australiana. Según ella, porque no tendría demasiadas consecuencias y sería algo inútil.
"No creo que realmente quiera denunciarlo a la policía. Obviamente, es un proceso enorme emocionalmente y lleva tanto tiempo... y luego no necesariamente termina funcionando tan bien", ha reconocido recientemente en una extensa entrevista para la cadena ABC. Entonces, ¿cuál es su objetivo? Promover que se refuercen las medidas de seguridad y presionar a los organismos australianos para que tomen cartas en el asunto y no se queden en el simple atrezo.
"Solo espero que al hablar sobre este tema se lo tomen en serio y se establezcan protecciones", ha subrayado. Y no es para menos, pues Australia desveló el pasado mes de mayo que, según sus informes, desde los años 80 hasta las fechas más recientes, numerosas niñas y jóvenes dedicadas a la disciplina de la gimnasia habían sufrido malos tratos en forma verbal o sexual.
Madeline Grove cuenta con su éxito deportivo y también con el hecho de ser abanderada de esta causa. El organismo encargado de gestionar la natación australiana, tras sus denuncias antes de los Juegos, creó un comité de mujeres para analizar el trato que recibían las nadadoras.
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