Jean-Jacques Savin es uno de esos personajes que han hecho de la aventura su motor de vida. Así es como ha ido cumpliendo años y ha ido consiguiendo retos. Sin embargo, en su última empresa ha encontrado un fatal desenlace que ahora mismo ya es uno de los grandes misterios vividos en el océano Atlántico en los últimos tiempos.
Este exparacaidista francés de 75 años se propuso cruzar el 'charco' para llegar hasta el continente americano en una aventura realmente espeluznante. Sin embargo, no lo haría en un tipo de nave que le ofreciera unas grandes garantías de éxito. El medio elegido fue una rudimentaria embarcación para ir a remo, poco material para enfrentarse a la ferocidad del Atlántico.
Quizás por eso, su paradero se ha convertido ahora en todo un misterio. Jean-Jacques Savin ha pasado de estar inmerso en su aventura a ser dado por muerto para después, simplemente, quedar como desaparecido. Todos intuyen que ha perdido la vida en el intento, pero su cuerpo está en paradero desconocido, probablemente en algún lugar de las profundidades, en un desenlace tan cruel como místico para una persona que adoraba este tipo de viajes al límite.
El viaje de Savin
El 1 de enero del nuevo año, Savin se propuso llegar desde Portugal hasta el otro lado del océano Atlántico. Viajó hasta el sur del país luso y desde allí inició su viaje en una ruta que no era desconocida para él, ya que unos años antes había intentado una hazaña parecida. No obstante, esta era todavía más complicada.
De completar su aventura con éxito, tenía previsto tardar unos 80 días y remar junto a su bote durante 8 horas en cada jornada de trabajo. Todo eso con 75 años. Una auténtica barbaridad solo al alcance de un enamorado de estas locuras como Savin. El objetivo no era otro que llegar al Caribe para completar de manera satisfactoria su viaje.
El pasado 14 de enero, el galo dejó constancia de su andadura por aguas del Atlántico para celebrar su cumpleaños. Decidió compartirlo con todos aquellos que estaban siguiendo su viaje para además mostrar su buen estado de ánimo. Aprovechando esta comunicación, indicó que se dirigía hacia las Azores para reparar una de sus baterías solares. Sin embargo, en su intento por llevar a cabo este arreglo, perdió todo tipo de comunicación con el exterior y nunca más se supo sobre su viaje. Lo último que se supo de él es que por la noche había activado dos balizas de emergencia, pero ningún rastro más.
El paradero de Savin
Después de pasar un largo periodo sin dar señales de vida, las autoridades decidieron emprender una búsqueda para intentar dar con el experimentado navegante. El miedo de que le hubiera pasado algo era real. La Marina Portuguesa fue quien puso en marcha el dispositivo de emergencia y búsqueda al sureste de la isla de Sao Miguel para intentar dar con el paradero de Savin.
Una vez hallaron el bote, el cual estaba dado la vuelta, se dio comienzo a la confusión. Esta información fue trasladada al equipo del navegante francés, lo que fue interpretado como su muerte. Por eso se hizo un anuncio oficial de su fallecimiento hasta el punto de que se afirmaba también que sí se había encontrado su cuerpo.
Cuando estas informaciones llegaron a oídos de las autoridades de la Marina Portuguesa, se originó el lío. Las fuerzas marítimas del estado luso decidieron salir al paso de estas informaciones negando que ellos hubieran confirmado la muerte de Savin y mucho menos el paradero de su cadáver. Ellos solo habían encontrado su bote dado la vuelta y habían procedido a intentar encontrar ahora el cuerpo sin saber qué había sucedido con el exparacaidista galo. Que lo más probable es que hubiera fallecido era una obviedad, pero ellos no podían afirmarlo categóricamente.
Encontraron una bolsa impermeable con toda la documentación que llevaba a bordo y esta fue recogida por uno de los barcos que estaba inmerso en la búsqueda. Sin embargo, ni rastro del aventurero francés. La teoría más probable es que una ola hubiera tumbado la embarcación y que se habría llevado el cuerpo a un lugar que probablemente nunca descubrirán. Sin embargo, tampoco podían descartar la posibilidad de que un barco hubiera pasado por la zona y hubiera podido recogerle, ya fuera vivo o muerto.
De esta forma, la Marina Portuguesa, que ya ha remitido las labores de búsqueda hace unos días, ha dado aviso a los barcos para que estén atentos por si se avista a un náufrago en sus rutas con la esperanza de que este pudiera ser el histórico Jean-Jacques Savin.
El reincidente Savin
A sus 75 años, lo más probable es que Jean-Jacques Savin haya encontrado el final de su camino después de desafiar a un gigante como el océano Atlántico. Sin embargo, no se trataba de un reto desconocido para él, sino que era algo que ya había experimentado en otras ocasiones.
En el 2019, tres años antes de su reciente viaje, ya cruzó el Atlántico en una ruta muy similar. La diferencia con su actual viaje es que en aquella ocasión contó con una embarcación mucho más preparada que un simple bote y unos remos. Se trataba de un barril gigante con el que pudo cumplir su aventura.
Ahora, todo hace indicar que el mar que tanto amaba ha sido el final de su camino, algo que expresaron así su familia y su equipo en ese comunicado anunciando una muerte que, de momento, no ha llegado de manera oficial: "Desafortunadamente, esta vez el océano fue más fuerte que nuestro amigo, que amaba tanto la navegación y el mar". Pero quien quiera seguir guardando un rayo de esperanza, tiene motivos para hacerlo.
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