El Gobierno se niega a tener en cuenta a los sindicatos deportivos en la elaboración de la nueva Ley del Deporte. Así lo transmite la Federación de Sindicatos de Deportistas Españoles a EL ESPAÑOL. Este ente, creado recientemente con el objetivo de unir fuerzas entre los representantes de jugadores de diferentes disciplinas, asegura que pese a las propuestas presentadas no se ha tenido en cuenta ninguna.
La Ley del Deporte actual data de 1990. El sector había reclamado una actualización y el Gobierno situó esta nueva ley como uno de sus grandes objetivos en el plano deportivo. Sin embargo, el camino elegido no parece estar generando demasiado consenso. Tras la reciente polémica con el TAD, que modificará su funcionamento y competencias actuales, llega la denuncia de FESIDES por la nula participación de los sindicatos en la formulación de esta ley. Cabe recordar que entidades como ProLiga también señalaron la falta de atención recibida en el proyecto de Ley del Deporte.
El anteproyecto, que es lo único confirmado por el momento, aún puede sufrir modificaciones. De hecho, los grupos tienen hasta el próximo 17 de febrero para presentar enmiendas. Partidos como el PP ya han mostrado su oposición al cambio que sufrirá el TAD calificándolo de "línea roja" que no van a traspasar por "justicia deportiva". Y son estos partidos de la oposición los que se están reuniendo con sindicatos y organizaciones para intentar que estas peticiones se incluyan.
Alfonso Reyes, presidente de FESIDES y ABP, tiene claro que es "mejor" la ley actual de 1990 "que la que va a venir" porque "no se ha tenido en cuenta en ningún momento" las enmiendas presentadas por la Federación de Sindicatos, conformada por representantes de jugadores desde el fútbol sala hasta baloncesto, pádel o balonmano.
"Enviamos enmiendas al CSD. Hemos visto en el proyecto de Ley que no se ha incluido ninguna. Y encima hay derechos que se nos han sido eliminados. La ley vigente es mejor que la que viene ahora mismo", subraya Reyes a este periódico. El escenario siempre es el mismo: "De momento no se están atendiendo nuestras peticiones. Hemos estado en el CSD explicándolas. Buenas palabras siempre, pero no hay ninguna en el anteproyecto".
La única alternativa encontrada es la de trasladar esas propuestas a la oposición. "Estamos hablando con los partidos políticos para que presenten en el periodo de enmiendas nuestras aportaciones, que son muy razonables. Todos nos dicen que el deporte es un campo donde la política no entra, pero de momento no se han entendido nuestras propuestas", reconoce el presidente de FESIDES.
Esos contactos también se han producido con los partidos de Gobierno, pero sin grandes avances. "A la hora de la verdad no se nos atiende, reclamamos que tengan en cuenta a los representantes de los deportistas", critica un Reyes que ve "llamativo" que ni PSOE ni Unidas Podemos hayan querido tener en cuenta a los sindicatos.
Esta es una de las grandes paradojas del proyecto de Ley. Frente a la constante colaboración del Ministerio de Trabajo con los sindicatos, en el mundo deportivo no está ocurriendo lo mismo. El mismo perfil de FESIDES lo señalaba hace unos días: los "derechos sindicales" con un "gobierno de izquierdas" están yendo "a peor" en la nueva Ley del Deporte.
Reyes, preguntado por estas modificaciones que no gustan a los jugadores, señala varios aspectos. "La representatividad de los sindicatos ya no se concentra como antes. Hemos perdido que los deportistas puedan ser representados por sus asociaciones en las asambleas federativas. Son varias cosas que lo que hacen es mermar los derechos que teníamos".
Tal es la situación que ven en el fracaso del anteproyecto todo un éxito. "En este caso, si no se aprueba la ley, no sería ningún problema porque es mejor la que hay que la que vamos a tener". Entre otras razones está la de que "no legitiman a los sindicatos para las negociaciones colectivas" o que se rechaza profundizar en un aspecto clave como la huelga, cuyos requisitos seguirán siendo los mismos que vienen en el Estatuto de los Trabajadores.
En este anteproyecto, la palabra "huelga" no aparece en ninguna parte. "Es curioso que no se nos legitime cuando somos los representantes de los deportistas", espeta Alfonso Reyes en conversación con este diario. "No está de más que la huelga siga poniéndose como derecho de los deportistas".
El ansiado Estatuto del Deportista
Pero, por encima de todas las cuestiones, está la del famoso Estatuto del Deportista. Esta novedad se anunció en 2021 gracias a un acuerdo entre el COE y el Ministerio de Cultura y Deporte. Por aquel entonces era Rodríguez Uribes quien ocupaba la cartera y no Miquel Iceta. El objetivo no era otro que garantizar una "seguridad integral, visibilidad, reconocimiento y una carta de derechos y deberes básicos".
El anteproyecto habla de una "carta de derechos y deberes de las personas deportistas" y de un "mecanismo para impulsar su visibilidad socioprofesional e incrementar su seguridad jurídica".
Por este estatuto se especifica que "serán deportistas profesionales quienes participen en una competición deportiva, estén dados de alta en el correspondiente régimen y perciban ingresos por participar en aquella forma habital, ya sea por cuenta propia o ajena". En definitiva, aquellos que se dedicen "a la actividad deportiva" y sean "remunerados por ello". El deportista no profesional, de igual manera, será aquel que ejerza la actividad sin relación laboral con la entidad y que percibe, como máximo, "la compensación de los gastos" que supone realizar dicha actividad.
Sin embargo, desde FESIDES critican que el Estatuto sea "una disposición adicional" y haya sido anunciada "sin plazos". Las propuestas de los sindicatos han sido trasladadas a todos los actores políticos. "Están presentados, son conocedores todos". La cuenta atrás para saber si alguna se acaba teniendo en cuenta finaliza el 17 de febrero.