España ya tiene su primera medalla en los Campeonatos del Mundo de atletismo en pista cubierta de Belgrado. Mariano García se ha proclamado vencedor en la prueba de los 800 metros lisos tras una brillante actuación en la que ha dejado atrás a todos sus rivales. Mariano lanzó un ataque en los metros finales que consiguió sostener hasta el final a pesar del acecho de todos sus oponentes.
Tras cruzar la meta se emocionó rememorando lo que había sido una carrera para la historia del atletismo español. Un triunfo que pone en valor a toda la delegación y que cerca estuvo de ser doble, ya que Álvaro de Arriba se quedó a las puerta del bronce al finalizar cuarto.
Era solo la segunda jornada de los Campeonatos del Mundo indoor de Belgrado, pero España necesitaba una alegría de este tipo. Después de algunos sinsabores como los de Bruno Hortelano o el de Maribel Pérez, que no pudo pelear en su serie del 60 libres tras una descalificación injusta que le descentró para correr después de su readmisión, esta medalla de Mariano García supone un éxito vital.
El atleta español desplegó una táctica brillante para hacerse con una victoria que le confirma entre los mejores del mundo. A pesar de que llegaba con la mejor marca del año, la 'moto' desconfiaba de sus posibilidades reales. Ahora se ha demostrado a sí mismo que puede aspirar muy alto en este tipo de pruebas. Consiguió situarse en la tercera plaza en el ecuador de la prueba y aguantó paciente hasta lanzar su ataque en a contrarrecta. La calma y la cautela le han terminado dando su mayor éxito.
Esta victoria ha supuesto el tercer oro en la historia de la delegación nacional en la prueba de unos campeonatos del mundo bajo techo. Por ello, ese registro de 1:46.20 quedará grabado para siempre dentro de la leyenda del atletismo español. La plata en la carrera fue para el keniano Noah Kibet (1:46.35), que cerca estuvo de superar a Mariano, y el bronce para el estadounidense Bryce Hoppel (1:46.51).
Álvaro de Arriba, oro en el europeo de 2019, se quedó a las puertas de las medallas tras una gran remontada. Su tiempo, a siete centésimas de Hoppel, le hizo saborear el amargor de lo que siente como una derrota a pesar de su brillante actuación.
La emoción de Mariano
Tras celebrar la victoria, Mariano analizó así su carrera en los micrófonos de RTVE: "He trabajado mucho después de lo del apéndice y el Campeonato de España. Lo he dado todo y he echado cojones. He visto que me cogían y decía aguanta, aguanta y al final he aguantado. Estoy muy contento".
"He sentido el apoyo de mucha gente, también desde España. Y se lo quiero dedicar también a mi padre en un día tan especial. Espero que no se queje del regalo que le he dado. Me he acordado de mucha gente, también de Adrian Ben que no ha podido estar aquí. He luchado por mí y por todos los que me han empujado".
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