La propuesta de Reino Unido de expulsar a todo deportista ruso que no condene públicamente a Vladimir Putin no está recabando demasiados apoyos. El ejecutivo de Boris Johnson planteó públicamente esa posibilidad pese a que el jugador en cuestión compita bajo bandera neutral. Pero ni países como Canadá, ni la propia España y sus aliados de la Unión Europea, prevén optar por esa vía.
La estrategia adoptada por la mayoría de gobiernos es la de expulsar a toda selección que represente a Rusia y Bielorrusia. También a los clubes procedentes de cada país. Sin embargo, en lo que respecta a los deportistas individualmente, no se ha impulsado ningún veto competitivo. Todos pueden competir siempre y cuando no hayan sido seleccionados por su país ni muestren símbolos nacionales.
Tal y como confirman fuentes del Ministerio de Cultura y Deportes a EL ESPAÑOL, la postura sigue siendo la misma que hace unas semanas pese al plan presentado por Reino Unido. Desde la cartera que lidera Miquel Iceta trasladan al comunicado del día 9 de marzo que firmaron todos los ministros de Cultura y Deporte de la Unión Europea. En una cumbre en Angers, estos establecieron unas líneas maestras para castigar desde sus ámbitos la invasión rusa de Ucrania.
Las medidas impulsadas en este encuentro fueron claras. "Prohibir la participación a selecciones deportivas, clubes y otras entidades deportivas y deportistas seleccionados por Rusia o que compitan bajo bandera rusa", indica el comunicado. Por lo tanto, aquellos jugadores neutrales y participantes en competiciones deportivas de forma individual no se ven afectados.
Así las cosas, España se mantendrá en su posición pese a la propuesta de Reino Unido. En otros países como Canadá, por ejemplo, también han criticado la idea británica de echar a todo deportista que, aunque juegue en calidad de neutral, no haya condenado públicamente las acciones de Vladimir Putin.
"Tenemos que demostrar que queremos la paz. También podríamos hacerlo en nuestro propio entorno. No estamos buscando formas de enemistarnos aún más con el pueblo ruso. No creo que eso sea algo que ayude", llegó a reconocer el director del Masters 1.000 de Montreal Eugene Lapierre.
Wimbledon, primera gran prueba
El debate sobre si vetar o no a todos los deportistas que no condenen públicamente las acciones de Vladimir Putin ha surgido a raíz de la organización de Wimbledon. El torneo de tenis de Londres se desarrollará este verano sin restricciones de aforo y luciendo una total normalidad. Un ambiente en el que se teme que nazcan ataques a los deportistas rusos si compiten. Por ello, desde Reino Unido estudian una batería de medidas que filtre a deportistas afines a Putin o críticos con el presidente ruso.
Nigel Huddleston, ministro de cultura del Reino Unido, aseguró que "no se debe permitir que nadie enarbole la bandera de Rusia". Según el dirigente británico, hay que ir "más allá" de competir bajo una bandera neutral. "Necesitamos asegurarnos de que los deportistas no apoyan a Putin". La estrategia no solo se quedará en Wimbledon, sino que Huddleston reconoció que ya estaban trabajando con otras disciplinas.
En el abierto de tenis, por ejemplo, afectaría a jugadores como Khachanov, Rublev o Daniil Medvedev. Este último, segundo jugador del ranking ATP, aseguró que estaba deseando competir bajo la bandera rusa tras las medidas impulsadas por los diferentes Estados. Pese a haberse mostrado más cercano al fin de la guerra que al sector que apoya a Putin, Medvedev no dudó en mostrar su orgullo por su bandera.
Pero los tenistas no son los únicos afectados por su nacionalidad rusa. Nikita Mazepin, ya expiloto de Fórmula 1 tras la decisión de Haas de romper su contrato, fue vetado en Reino Unido antes de perder su puesto en la escudería. El piloto no iba a poder competir en Silverstone con licencia rusa tras la decisión de la Federación de Automovilismo Británica. Poco después llegó su despido.
La línea del COI
El Comité Olímpico Internacional ha tomado parte en el conflicto y en las políticas deportivas para castigar a Rusia. El COI pidió desde un primer momento que no se celebraran competiciones en suelo ruso. Y, poco después, decidió ir un paso más allá para establecer una estrategia que ha sido la más defendida entre los diferentes países.
El Comité tomó la misma decisión que cuando Rusia fue condenada por dopaje de Estado: arrebatarle su bandera, su himno y sus símbolos nacionales a la hora de competir. De esta manera, todo deportista ruso solo tiene permiso para poder participar en las competiciones si lo hace de forma neutral. Sin himno ni nada similar. Reino Unido quiere dar otro paso, pero por el momento se han quedado solos.
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