Una estrella de la natación ha retado a toda Rusia con un gesto cargado de significado. Se trata de Viktoriya Zeynep, de nacionalidad turca y origen ucraniano, que colgó una foto en su Instagram en la que aparecía pisando una bandera rusa.
Zeynep, que borró la imagen poco después de su publicación, ha provocado la ira el gobierno ruso en mitad de la invasión a Ucrania. La nadadora, oro en los 400 estilos en el Europeo de piscina corta de Kazán 2021, tuvo que huir desde bien joven su país de origen cuando empezó el conflicto en la península de Crimea.
El ministro de Deportes ruso, Dmitry Shvishev, ha sido quien ha denunciado desde el Kremlin el gesto de Viktoriya Zeynep. Ha calificado la imagen de "repugnante" y ha reclamado que se tomen medidas contra la nadadora por su gesto. De momento, no ha habido movimiento más allá que la desaparición de la publicación de la cuenta de la atleta olímpica en Río 2016 y Tokio 2020.
Esto es realmente repugnante; me gustaría creer que la van a castigar
"Esto es realmente repugnante. Me gustaría creer que la Federación Internacional de Natación (FINA), así como otras organizaciones relevantes, van a castigar a la nadadora por este comportamiento. Nuestros deportistas han sido castigados por sus actitudes, y aquí tenemos una verdadera efusión de nacionalismo hacia un país", criticó sin piedad el ministro ruso.
Y añadió en su discurso: "Dichas provocaciones deben ser castigadas independientemente del país al que se dirijan y del país que represente el atleta que las realiza. Creo que nuestro sindicato debería dirigirse a FINA con una solicitud para investigar este caso en detalle".
Su huida de Crimea
Zeynep huyó de Ucrania siendo adolescente. Hasta entonces había competido bajo la bandera ucraniana, ganando tres medallas en el Mundial júnior de Dubai y realizando tiempos que la mantienen como la plusmarquista en 100 y 200 metros braza del país que está ahora bajo ataque.
"Estábamos en Yalta cuando llegaron los rusos y teníamos mucho miedo. Inmediatamente regresamos a Poltava, donde vivíamos, y de ahí a Estambul vía Kiev para empezar una nueva vida. Todo sucedió en tres días", contó en el pasado sobre cómo vivió la invasión de Crimea.
Tras huir de su país, en 2015 empezó a competir con Turquía. Tenía solo 17 años. A los 18 participó en sus primeros Juegos Olímpicos, los de Río de Janeiro, y el pasado verano repitió en Tokio. Ahora vive con preocupación lo que ocurre en Ucrania y ha provocado la ira de Rusia por sus protestas.
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