Maksym Kagal, campeón del mundo de kickboxing en 2014 y referencia ucraniana en dicha disciplina, es la última víctima del deporte tras la invasión rusa. El luchador formaba parte del Batallón Azov y se encontraba defendiendo la ciudad de Mariúpol, una de las más castigadas del país por los bombardeos rusos. Tanto su entrenador como medios nacionales han confirmado la noticia.
"Gloria a Ucrania. Gloria a la nación. Muerte a los enemigos. Lamentablemente, la guerra se lleva lo mejor. Defendiendo la ciudad de Mariúpol, como pare del Batallón Azov, murió Maksym Kagal, el primer campeón mundial de kickboxing de nuestro club, el primer campeón del mundo de kickboxig en nuestra gloriosa ciudad de Kremenchuk", anunció en sus redes sociales Oleh Skyrta, quien fuera su entrenador.
Skyrta definió a Kagal como "un hombre honesto y decente" y prometió vengar su muerte. También cargos políticos del país como la congresista Sasha Ustinova lamentaron su fallecimiento. Ustinova le calificó como un "héroe" y destacó que "optó por defender a su país por encima de la carrera deportiva".
Maksym Kagal se convirtió en campeón del mundo de kickboxing en 2014. Fue el primer luchador del país en lograrlo. Además, también cuenta con una medalla de bronce y con experiencia en otras disciplinas similares como el muay thai. Su pasión por el deporte, según medios locales, le llevó incluso a participar en torneos de rugby.
El propio entrenador de Kagal, que es quien ha anunciado su muerte, ha confirmado que se encontraba combatiendo junto al Batallón Azov. Este grupo está considerado una de las principales resistencias a la invasión rusa, pero también un batallón vinculado a la extrema derecha, corrientes neonazis y ultras de fútbol de Ucrania.
La preparación del Batallón Azov ha traspasado hasta las fronteras del país. El grupo cuenta ya con alistados españoles que pretenden viajar a Ucrania para combatir a las fuerzas rusas. Una muestra de la popularidad del grupo y de su relevancia en la lucha contra las tropas de Vladimir Putin.
El deporte, golpeado
La muerte de Maksym Kagal no es la única que ha sufrido el deporte ucraniano desde que comenzara la guerra con Rusia. Además, en varios casos los afectados ni tan siquiera estaban combatiendo, sino que han perdido la vida como consecuencia de los ataques por tierra y aire de las tropas de Putin.
El caso más reciente y doloroso para el país ha sido el de Katya Dyachenko, una prometedora gimnasta de tan solo 11 años que se ha convertido en una de las muchas víctimas en Mariúpol. "Murió bajo los escombros de su casa en Mariúpol cuando un proyectil ruso la golpeó durante el día. Podría haber tenido un futuro brillante por delante como joven campeona de Ucrania. Pero en un segundo ella simplemente se fue", anunciaron en el parlamento del país.
[Más información - Muere en combate Yevhen Malyshev, promesa del deporte de Ucrania que cumplía el servicio militar]
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