La sombra del dopaje sistemático golpea a Kenia: diez atletas cazados en diferentes controles
El país africano ha visto como grandes figuras del deportes caían durante los últimos meses, colocándoles como el tercer país con más positivos.
3 noviembre, 2022 02:15El mundo del deporte siempre ha estado lleno de casos de dopaje. Muchos han recurrido a diferentes sustancias para incrementar su rendimiento en las distintas pruebas donde participan. Una lacra que no se ha erradicado pese a los continuos intentos de apartarlos de una manera u otra.
La Agencia Mundial Antidopaje o las distintas federaciones de cada deporte que se encargan de pelear por un deporte más justo siempre se han encontrado con tramposos. A pesar de las nuevas tecnologías a la hora de analizar las muestras, se siguen descubriendo a deportistas que sigue realizando las dudosas prácticas.
El último escándalo que ha surgido radica en Kenia. Un país de casi 55 millones de habitantes se ha colocado entre los tres que más deportistas dopados tiene en sus filas. Toda una sorpresa si se tiene en cuanta a los otros dos a lo que acompaña, India y Rusia. Los europeos tienen que competir con otra bandera en el deporte olímpico debido a sus malas praxis con el mundo del dopaje, que era una cuestión de estado prácticamente. En cuanto a los asiáticos, por número de competidores y de población es algo casi inevitable, ya que cuentan con 1.393 millones de personas viviendo en el país.
Pero en los últimos años, los casos de dopaje se han disparado exponencialmente en Kenia. Muchos de sus atletas, en gran parte siendo figuras de renombre, han sido cazados en los controles. Una situación que ha llegado a ser investigada por la AMA y World Athletics para intentar comprender por qué han crecido tanto el número de deportistas que recurren a ello para mejorar su rendimiento.
Los números son claros: diez positivos por triamcinolona en los últimos días. A eso hay que sumarle otros siete y hasta veinticinco atletas sancionados en lo que va de año. Es decir, un auténtico drama para uno de los países que más había dominado la media y larga distancia del atletismo. Desde el 1.500 hasta las maratones, llegando incluso a los trails.
Grandes figuras señaladas
Kenia se había convertido en unas de las referentes dentro del mundo del deporte. Su gran desempeño en las pruebas más largas les había convertido en una potencia mundial en la especialidad. Es decir, sus atletas se codeaban con los mejores gracias a su enorme capacidad física.
Una de sus grandes puntos fuerte era el maratón. Con grandes nombres como Kipchoge o Kangogo se había colocado en los focos de todos. Las victorias en las maratones de Berlín o Boston por parte de sus corredores habían copado las primeras planas del deporte.
Pero hay veces que todo cae por su propio peso. Y eso es lo que ha ocurrido en Kenia. Importantes nombres como Marius Kipserem (dos veces ganador en la maratón de Róterdam en los años 2016 y 2019), Diana Kipyokei, (vencedora en Boston en 2021), Mark Kangogo (ganador de la Sierre Zinal), Jemima Sumgong (oro en el maratón de Río 2016), Wilson Kipsang (explusmarquista mundial de maratón), Asbel Kiprop (triple campeón del mundo de 1.500 y oro olímpico en Pekín 2008) y Elijah Manangoi (campeón mundial del 1.500 en 2017) forman parte de esa lista de cazados por dopaje. Muchos de ellos han sido sancionados por Unidad de Integridad del Atletismo de World Athletics (AIU).
No se limita a nombres de segunda fila como suele acostumbrar o figuras nacidas de la nada. Todos ellos han conseguido notables registros a lo largo de su carrera, logrando reconocidas victorias. Un desenfreno a la hora de doparse que ha dejado un reguero en tierras keniatas.
"Queremos no solo testar a los atletas, sino educarles sobre las sustancias que deben evitar" eran las palabras de Sarah Shibutse, responsable de la Agencia Antidopaje de Kenai (ADAK). Un claro reclamo para pedir ayuda a países con una mayor técnica para detectar a los tramposos.
El premio económico, el aliciente
La economía de Kenia está muy lejos de ser de las más potentes del mundo. Su PIB se encuentra hundido en la mitad de la tabla, aunque su realidad es mucho más cruda. Los problemas a la hora de salir adelante y los grandes gastos que necesitan cubrir los atletas han provocado que se recurra a este tipo de prácticas.
El auge de éxito keniata en la maratón en los últimos años ha sido desmedido. Los grandes premios para las primeras posiciones eran el aliciente perfecto para lanzarse a esa distancia, especialmente con las Grandes Maratones como reclamo. Berlín, Londres, Boston, Tokio, Nueva York y Chicago han sido los objetivos principales.
"La diferencia entre ser el número 1 y ser el número 10 de un maratón es increíble. En Boston, el primero se lleva 150.000 dólares y el décimo, igual 5.000. Es cierto que con una carrera te puede cambiar la vida", expresaba el agente italiano Gianni Demadonna en el pódcast Let's Run.
"Solo tienen un objetivo, que es cambiar su vida. Si eres pobre, ves dinero ahí. Ves mucho dinero ahí. Solo explicando las razones que pueden estar impulsando a estos atletas a volverse tan estúpidos", recalcaba sobre el uso de las prácticas de dopaje en los atletas keniatas.
Desde la propia ADAK, se han puesto en marcha diferentes talleres dentro del país para evitar que se propague una práctica masiva del dopaje entre la gente más joven. Una medida para evitar que sea una solución sistemática para lograr buenos resultados.
Triamcinolona acetónida, la protagonista
Curiosamente, la gran mayoría de los casos comparten un denominador común: triamcinolona acetónida. "Está clasificado como glucocorticoide por la Agencia Mundial Antidopaje, lo que significa que no está prohibido fuera de competición.Si se administra a través de un método prohibido (inyección, oral, rectal) y aparece en un control en competición, constituye una infracción de las normas antidopaje", apunta la web Let's run. Un medicamento que ha adquirido gran notoriedad en tierras keniatas y que ha sido el principal artífice de la gran cantidad de positivos.
Esta genera una mejoría el rendimiento, gracias a su ayuda a los atletas a perder peso, desarrollar músculos y ganar resistencia. Es decir, un combo completo.
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Diez han sido los casos destapados en las últimas semanas por esta sustancia. Es más, desde 2016 la AMA y la Unidad de Integridad del Atletismo de World Athletics (AIU) pusieron en marcha un proyecto para tratar de llegar al porqué del continuo dopaje en Kenia con esta sustancia.
También desde ese mismo año, la Agencia Mundial Antidopaje catalogó a Kenia en nivel de alerta A, uno de los máximos. Pese a su éxito en el deporte, donde quedó cuarto en el último medallero del Mundial de Eugene acabando con cuatro oros. En el continente africano, solo hay un centro de análisis, lo que hace mucho más difícil controlar las prácticas de los corredores.
En el pasado otros deportistas como Lance Armstrong o Bradley Wiggins también reconocieron haber consumido esa sustancia para mejorar su rendimiento. No es nueva, pero durante los últimos años ha crecido su uso a niveles altísimos dentro del mundo del dopaje, especialmente en Kenia.