Es la primera Super Bowl postpandemia. Que va con todo. Los dos equipos llegaron a Glendale una semana antes del partido y a lo largo de esta están fijados una serie de eventos con motivo de la final de la NFL. "Es crear un gran escaparate", señaló el vicepresidente ejecutivo Peter O'Reilly.
Este regreso a la normalidad con motivo de la Super Bowl LVII supone que hasta 100.000 personas se desplacen a Glendale para disfrutar del evento. El pasado fin de semana, más de 70.000 aficionados pasaron por el parque temático interactivo de la NFL. Este número supone la segunda edición de toda la historia con más afluencia desde el 2012 en Indianápolis. Un síntoma más de esta edición postpandemia.
Anuncio de la Super Bowl LVII en el edificio de la Compañía de Servicios Públicos de Arizona
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A estos se suman los decenas de miles de voluntarios y trabajadores acreditados para la cita. Y, por supuesto, los más 6000 miembros de medios de comunicación de 24 países diferentes que se desplazan hasta allí para cubrir la gran final de la NFL 2022/2023. Esto comparado con los 5300 del pasado año en Los Ángeles y los 2400 de Tampa en 2021.
"La gente quería ser parte de la Super Bowl. Eso permite que los aficionados realmente toquen y sientan la Super Bowl. Entonces eso, para mí, solo reforzó la importancia de la Super Bowl más allá del día del juego. El día del partido es lo que el mundo ve. Pero la oportunidad de permitir que muchos más fanáticos la 'toquen' y la experimenten, creo que hará que nunca la olvidaremos porque, de alguna manera, pasamos sin ella durante un par de años", dijo también O'Reilly.
"Ha regresado con creces. Ha habido un apetito insatisfecho por parte de la comunidad de viajes o de la industria del entretenimiento. Creo que hay mucha energía reprimida y vamos a ser los beneficiados de eso. Es nuestra hora", aseguró David Rousseau, el presidente de la Junta Directiva del Comité Anfitrión de la Super Bowl de Arizona.
Claves
La idea de la NFL es que todo el espectáculo no sea un simple regreso a la normalidad con esta Super Bowl LVII, quieren que el evento sea todavía más grandioso que en el pasado. Así, la final de la NFL vuelve a Arizona, donde ya se han disputado hasta cuatro ediciones. Esta de 2023 es la primera en ocho años.
Los dos equipos que han llegado hasta aquí son los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles. Los primeros ganaron la Conferencia Americana y los segundos, la Conferencia Nacional. Y mientras que los Eagles poseen el mejor balance de la temporada en toda la NFL con 14-3, los Chiefs tienen al MVP del curso, al quarterback Patrick Mahomes.
Patrick Mahomes y Jalen Hurts, quarterbacks de los Chiefs y los Eagles
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Precisamente, una de las claves de la Super Bowl LVII está en el mariscal de campo de uno y otro equipo. Por parte de los Kansas City Chiefs el ya mencionado Patrick Mahomes, el MVP de la NFL esta temporada. Por el otro, el quarterback de los Philadelphia Eagles, Jalen Hurts.
La Super Bowl LVII se celebra en el Farm Stadium, de los Arizona Cardinals, en la ciudad de Glendale. Será la tercera ocasión en que la final de la NFL se celebre en este campo. En 2008, los New York Giants consiguieron la victoria, mientras que en 2015 fueron los New England Patriots de Tom Brady los que se proclamaron campeones.
El estadio de los Arizona Cardinals tiene una capacidad para 63.400 espectadores. La pregunta es ¿cuánto cuesta presenciar la Super Bowl LVII? Las entradas más baratas valen alrededor de 5.368 dólares. Y si estas son las más asequibles, ¿cuánto pueden costar las más caras? Pues se pueden llegar a pagar unos 41.400 dólares por ver la final de la NFL entre los Chiefs y los Eagles.
Estos serán los privilegiados que lo puedan vivir en persona, pero a través de las diferentes plataformas seguirán la Super Bowl LVII millones de aficionados. En Estados Unidos es el evento deportivo más visto del año. Solo el año pasado, se llegó casi al 90 por ciento de cuota de pantalla, con un total de 208 millones de espectadores.
Trofeo Vince Lombardi, entre los cascos de los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles antes de la Super Bowl LVII
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Se espera que en la presente edición, los números se superen, sobre todo gracias al atractivo de poder ver a Patrick Mahomes ganando el anillo de campeón. Aunque también se presume que los datos mejoren en el resto del planeta como consecuencia de esa expansión en todo el mundo con partidos por distintos países.
Además, la Super Bowl es todo un negocio. De hecho, el espectáculo del intermedio es un evento por sí solo. En la edición de este 2023, la encargada de protagonizarlo es Rihanna, tomando el relevo de Snopp Dogg, Eminem o 50 Cent. También hay cambio en el organizador del mismo. Ya no es Pepsi, sino que a partir de ahora es Apple después del acuerdo alcanzado entre la compañía y la NFL. Se estima que la empresa de la manzana ha desembolsado 50 millones por estos derechos.
La cantante Rihanna
Gtres
Negocio con el show musical del descanso y, por supuesto, para las marcas con los anuncios. Aunque estas pagan muchísimo dinero por aparecer durante unos segundos en la Super Bowl. Fox, según Front Office Sports, ha pedido unos 7 millones de dólares por 30 segundos de anuncio. En 2022 fueron 6,5; en 2021, 5,5; en 2020, 5,6; o en 2019, 5,2, millones.
Mucho dinero en un partido que entre el tiempo de juego, el descanso -con show musical incluido-, el inicio de la retransmisión y la posterior celebración con la entrega del Trofeo Vince Lombardi puede alcanzar una duración de entre tres y cuatro horas. Esto cuando un encuentro normal de la NFL se va hasta las dos horas y media aproximadamente.
Un espectáculo que va más allá de lo deportivo. Que es una gran fuente de ingresos y también de prestigio, tanto para los que tienen presencia a lo largo de la Super Bowl como, sobre todo, para los grandes protagonistas. Protagonistas que en este 2023 son los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles. Solo puede ganar uno y eso lo sabremos cuando en España ya estaremos a lunes 13 de febrero.