Àlex Corretja se proclamó maestro de maestros al remontar en 1998 a Carlos Moyà una final que perdía dos sets a cero (3-6, 3-6, 7-5, 6-3 y 7-5). La victoria le convirtió en el segundo español campeón del torneo, uniéndose a Manuel Orantes (1976) y colocándole para siempre en la historia. Más de tres lustros después, el catalán analiza a los protagonistas de la Copa de Maestros de 2015, que arranca este domingo bajo la bóveda del O2 Arena londinense.
Novak Djokovic (Número uno del mundo, 28 años)
“Está empezando a ser uno de los jugadores más completos de la historia”, dice Corretja sobre el serbio, campeón de 10 torneos en 2015, con un hipnótico balance de 78 victorias y cinco derrotas. “La clave es que ha encontrado una paz consigo mismo que le está haciendo triunfar. No es un trabajo de un año. Hace unas temporadas estuvo fenomenal [2011], pero su mentalidad ahora es muy superior. Tiene un equilibrio emocional enorme y apunta a lo más alto desde que ha descubierto que es favorito en todas las superficies”, anticipa sobre la carrera que Djokovic ya le ha echado a la historia, opositando al Olimpo del tenis.
“Su juego es agresivo cuando lo necesita o defensivo si lo requiere. Incluso no gesticula cuando gana. Sabe perfectamente adónde quiere llegar y no gasta una energía extra en algo que no necesita”, añade sobre esa calma interior que acompaña al número uno. “Al plantear un partido contra Djokovic, y me ha pasado cuando trabajaba con Murray, no sabes muy bien cómo hacerlo. Si te pasas de agresivo, cometerás muchos errores. Si eres excesivamente defensivo, te pasará por encima. Tienes un debate interno. Yo llegaba a la conclusión de que debíamos preparar un encuentro lo más largo y duro posible, sabiendo que él también estaría preparado para ello. El plan es luchar, correr, meter muchas bolas, jugar agresivo, defender bien… Es el más difícil de batir porque no sabes qué hacer contra él”.
Andy Murray (Número dos del mundo, 28)
“Lo que ha hecho no es lo ideal”, opina el catalán sobre el escocés, que hasta el jueves se entrenó en tierra batida (en Londres se juega sobre cemento bajo techo) para preparar la final de la Copa Davis, en la que Gran Bretaña se medirá a Bélgica en esa misma superficie desde el próximo 27 de noviembre. “La situación idílica para Murray habría sido que la final de la Copa Davis hubiese sido en la misma superficie que la Copa de Maestros para no tener que hacer experimentos”, prosigue Corretja, que estaba sentado en el banquillo de Murray cuando el número dos acarició la final en 2010 (perdió ante Nadal en semifinales).
“En cualquier caso, es un torneo que le encaja perfecto: juegan al mejor de tres sets, tiene margen por el formato de liguilla, compite en casa y sabe lo que es ganar en Londres. Quizás, la Davis pueda pasarle un poco de factura porque sabe que necesita energía extra para jugar la semana que viene contra Bélgica. Si es capaz de olvidarse de la final, es un jugador que puede dar el batacazo, la explosión de ganar ante su público”, vaticina. “Tiene un juego muy versátil. Puede jugar tanto agresivo como más pasivo. Además, ha encontrado un equilibrio muy grande con su servicio. Está jugando más metido en la pista, de forma muy alegre. Se ha quitado el freno de mano y está disfrutando. Obviamente, eso se traslada en la pista”, refleja. “Tiene muchas similitudes con Djokovic, pero el juego de ataque del número uno es más estable”.
Roger Federer (Número tres del mundo, 34)
“El torneo le viene como un guante”, asegura Corretja acerca del campeón de 17 grandes, el jugador que más veces ha ganado la Copa de Maestros (seis). “La superficie le encanta y llega en un estado de forma perfecto. Es un candidato firme a la victoria, junto con Djokovic y Murray”, apunta el español, poniendo el acento en las condiciones del torneo. “La pelota bota a una altura de la cintura razonable. Eso le beneficia porque es donde mejor se desarrolla. Además, en pista cubierta no hay viento que mueva la bola ni sol que pueda deslumbrar al sacar, algo muy importante para él a la hora de tirarse la pelota”, analiza.
“Físicamente está excelente. Jugar a tres sets no es un gran desgaste, más allá de que todos los partidos de una Copa de Maestros son como finales. Tiene que jugar muy agresivo, pero Federer se sabe defender muy bien. Si está bien de piernas y usa el revés cortado, a los jugadores les cuesta mucho crearle ocasiones. Eso también es muy importante”.
Stan Wawrinka (Número cuatro del mundo, 30)
“Es una bomba de relojería”, dice el ex número dos mundial para definir al suizo, que impidió a Djokovic completar el Grand Slam al arrebatarle el título en Roland Garros. “Ha encontrado un estilo de juego de ir a piñón fijo. Se basa mucho en su saque y en los dos primeros tiros. Históricamente, se desenvolvía bien en los intercambios, pero le faltaba un golpe ganador y mucha más estabilidad. Ahora, Wawrinka revienta cada pelota que viaja por el aire a una velocidad razonable, sea con la derecha o con el revés”, añade sobre el campeón de dos grandes, con un cañón en el brazo. “Los rivales están a expensas de lo que haga y eso es muy incómodo. Si alguien le puede aguantar ese ritmo, son los otros siete que están en Londres. Puede llegar a ganar el torneo, pero también a desesperarse si sus contrarios encuentran la forma de detenerle”.
Rafael Nadal (Número cinco del mundo, 29)
“Llega rodado para encontrar buenas sensaciones y seguir creciendo”, refleja el maestro de maestros sobre el mallorquín, que por primera vez aterriza en una Copa de Maestros con 14 partidos ganados tras el último Grand Slam del año. “Eso demuestra que se encuentra muy bien. Además, está mucho más fresco que otras temporadas en las que había empleado un desgaste brutal ganando títulos importantes en todas las superficies”, recuerda sobre Nadal, que hasta 2015 había celebrado al menos un Grand Slam en los últimos 10 años.
“Vuelve a estar para proclamarse campeón de un gran torneo. Si no lo consigue en Londres, le falta muy poco”, anticipa Corretja, que como muchos ha visto los cambios que el balear ha introducido en su esquema de juego. “Está trabajando para ceder menos pista a sus rivales. Jugando corto y con parábola provocaba que contrarios como Wawrinka le pudieran mover de un lado otro aprovechando esas pelotas a media pista. Será interesante ver dónde decide restar en Londres. La superficie te deja irte atrás a devolver los saques, pero a la vez haces menos daño porque la pelota no bota demasiado. Al final, el primer saque es intuición y depende un poco de cómo se siente el jugador, pero el segundo servicio es clave para poder neutralizar el partido”.
Tomas Berdych (Número seis del mundo, 30)
“Es toda una incógnita”, argumenta el español sobre el checo. “Se merece todo el respeto del mundo porque juega fantásticamente en cualquier superficie, pero quizás le falta ese punto de paciencia que poseen los grandes campeones y una capacidad defensiva mayor”, describe Corretja a Berdych, que en 2015 ha conseguido dos títulos. “Le encanta jugar al ataque, pero al protegerse es un poco más vulnerable. Eso es lo que le hace sufrir: los contrarios aguantan sus embestidas, pero al obligarle a correr le ponen contra las cuerdas. Es algo que saben todos y lo aprovechan siempre que pueden. Es un tenista un poco robótico, con todo el respeto, pero también efectivo. Jugar contra él es enfrentarte a una tormenta de misiles. Es muy difícil ganarle si no toleras esos arreones”.
David Ferrer (Número siete del mundo, 33)
“Lo suyo es para quitarse el sombrero una vez más”, dice Corretja, deshaciéndose en elogios hacia el alicantino, clasificado por séptima vez para una Copa de Maestros. “Su regularidad está fuera de cualquier debate. Pese a haber estado dos meses parado, perdiéndose Wimbledon y los Masters 1.000 estadounidenses, ha sido capaz de meterse entre los mejores. Ferrer demuestra una entereza asombrosa. Ha evolucionado mucho, tanto psicológicamente como físicamente”, reconoce el español.
“Necesita encontrar una inspiración muy grande en Londres, porque todos sus rivales tienen armas para aguantar el ritmo que impone. ¿Quién le aguanta ese ritmo? Muy pocos. ¿Por qué no pierde contra jugadores más atrás del 10 o el 15? Porque los fulmina de físico y de cabeza. Pero los de arriba tienen algo extra para soportar esa intensidad, más saque o más variedad, por ejemplo. ¿Por qué no puede proclamarse maestro de maestros? Es lo único que le puede faltar a David, un gran título que avale esa meteórica carrera que está teniendo. Lo que ha hecho hasta ahora es excelente, pero creo que a nivel público le queda un gran triunfo para conseguir lo que se merece por méritos propios”, insiste. “David es muy consciente de su nivel y lo va a llevar hasta el final. Si eso coincide con que todo le sale de cara, ¿por qué no va a ser campeón de la Copa de Maestros?”.
Kei Nishikori (Número ocho del mundo, 25)
“Es un jugador muy peculiar”, cuenta el español, señalando el tibio carácter del más joven de los maestros. “Si preguntas ahora qué ha hecho el japonés para estar entre los ocho primeros, te genera una duda. Eso demuestra que es muy bueno. Sin hacer grandes alardes ni grandes resultados, tiene un nivel muy alto”, continúa. “Cuando compite bien es un tenista que suma muchos puntos en todos lados, por eso ha terminado arriba. Todo el mundo está esperando que físicamente sea menos frágil para optar a ganar torneos del Grand Slam, aunque ya haya conseguido hacer una final en Nueva York”, recuerda.
“Compitiendo… es un poco el reflejo de su carácter. En la pista no sabes muy bien qué esperar de él, nunca sabes si está todo lo cómodo que le gustaría o todo lo contrario. Evidentemente, tiene una rapidez de piernas increíble, su revés es muy bueno y posee un golpe de muñeca en la derecha muy eléctrico”.
Los grupos
Grupo Stan Smith
Novak Djokovic
Roger Federer
Tomas Berdych
Kei Nishikori
Grupo Ilie Nastase
Andy Murray
Stan Wawrinka
Rafael Nadal
David Ferrer