La polvareda secesionista levantada tras la "desconexión" catalana del Estado iniciada por Junts pel Sí y la CUP ha rebasado los muros del entorno político y entrado de lleno en el mundo del deporte. El tenista Albert Montañés (Barcelona, 1980) no tuvo inconveniente este martes en exhibir su opinión sobre el tema, pidiendo abiertamente la independencia para Cataluña y atacando frontalmente a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, a través de las redes sociales: “¡Viva Catalunya! ¡Independencia ya, hombre! Ganas de vomitar escuchando a éste personaje”, escribió en catalán Montañés en su cuenta de Twitter, acompañando el mensaje de una foto de Rajoy durante la comparecencia que el presidente realizó desde Salamanca minutos después de que se aprobase la declaración en el Parlament.
Las palabras del tenista fueron una reacción al anuncio que hizo el jefe del Gobierno para asegurar que la maniobra independentista no tendría “ningún valor” ni “ninguna consecuencia”, avisando además de las medidas que tomaría buscando frenar el proceso. “Después de escribir el tuit he pensado que quizás me había pasado, pero no me importa”, dijo Montañés en declaraciones a Catalunya Ràdio cuando ya había recibido más de un centenar de respuestas a través de Twitter: algunas apoyando su declaración y otras muchas (la mayoría) cargadas de protestas e insultos, atacándole sin medianías por posicionarse de forma clara del lado separatista. “Los deportistas también tenemos el derecho de opinar. Asumo las críticas, pero yo no tengo que esconder nada”, sentenció el tenista, que en 2013 firmó un manifiesto apoyando idénticos intereses (‘El tenis catalán por la independencia’) y el pasado 27 de septiembre (fecha de las elecciones al Parlament) subió a Twitter una imagen de una estelada, reiterando su apoyo a la secesión. Este diario intentó ponerse en contacto con Montañés el martes, pero declinó la proposición argumentando un rotundo “no tengo nada más que decir”.
ACARICIÓ EL TOP-20 Y GANÓ A FEDERER
Montañés, nacido en Tarragona (San Carlos de la Rápita), llegó a ser nº 22 del mundo en agosto de 2010 (ahora mismo es el 112) y tiene seis títulos en su currículo (Amersfoort 2008, Estoril y Bucarest 2009, Estoril y Stuttgart 2010 y Niza 2013). En la conquista del segundo trofeo portugués, el catalán eliminó a Roger Federer en semifinales, consiguiendo una de las victorias más importantes de su carrera. Además, consiguió terminar más de 10 temporadas en el top-100, demostrando la regularidad que todos persiguen durante su viaje por la élite.
Como muchos de los jugadores españoles, Montañés ha construido su carrera en pistas de tierra batida, creciendo sobre la superficie más lenta del circuito, la que potencia las características de los tenistas nacionales. El catalán, que ha jugado 382 partidos sobre arcilla de los 525 que figuran en su historial, ha competido 81 encuentros de Grand Slam (30 victorias y 51 derrotas) y 73 de Masters 1000 (29-44), con un buen botín de experiencia acumulado a sus 34 años de edad. Ahora, y tras exponerse a la opinión pública con su declaración de intenciones, se enfrenta a un problema más viejo que el hilo negro: mezclar política y deporte nunca fue una buena idea.
“Supongo que ya habrás renunciado al título de campeón de España de clubes y lo que conlleve”, le dijeron al catalán, respondiendo a su mensaje en Twitter. La réplica no fue un tiro al aire. El pasado fin de semana, Montañés se proclamó campeón de España por equipos, una competición nacional que pone el broche a cada curso el mes de noviembre. En el torneo, que enfrenta a los distintos clubes nacionales, el 112 mundial jugó por El Real Club de Tenis Barcelona (al que pertenece), que se impuso 4-0 al derrotar al Club Tenis Chamartín de Madrid en la final. Montañés consiguió el cuarto y definitivo punto del cruce, venciendo por 6-2 y 6-4 a Roberto Ortega. No fue la única ocasión en la que participó en una competición enmarcada dentro del ámbito nacional: el catalán también ha jugado la Copa del Rey, que ganó en 2012 superando a Albert Ramos.
NUNCA HA DISPUTADO LA COPA DAVIS
Sin embargo, y a diferencia de otros jugadores catalanes (Tommy Robredo, Marcel Granollers o Marc López, ejemplos de tenistas en activo), Montañés nunca ha acudido convocado con el equipo español de Copa Davis, por el que han pasado más de una veintena de jugadores nacidos en Cataluña a lo largo de toda la historia. Varios de ellos incluso se han sentado en la silla como capitanes (Albert Costa o Àlex Corretja), defendiendo la camiseta española y ayudando a la conquista de las cinco Ensaladeras (2000, 2004, 2008, 2009 y 2011) que han escrito las páginas más brillantes de la historia del tenis nacional.
No es casualidad. Barcelona, histórica cuna de tenistas a lo largo de toda la historia, es una pieza clave dentro de la fábrica de jugadores de La Armada. Allí está el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat (CAR), donde se han criado deportivamente numerosos campeones, el lugar en el que actualmente se forman Jaume Munar o Eduard Güell, dos de las promesas españolas más importantes. Allí está la sede de la Federación Española de Tenis. Allí se celebra El Conde de Godó, el torneo más antiguo de los que se celebran en España y uno de los más prestigiosos del calendario, con 63 ediciones como aval. Allí, en consecuencia, se respira tenis por los cuatro costados.
EL MANIFIESTO Y MURRAY COMO EJEMPLO
Montañés, en cualquier caso, nunca se ha mantenido fuera del barro. En diciembre de 2013 se convirtió en el primer tenista profesional en adherirse a un manifiesto redactado por la Plataforma Pro Selecciones Catalanas, la Asamblea Nacional de Cataluña y el Cataluña Tenis Resort. “El tenis catalán no puede obtener el éxito que merece si Cataluña no pasa a ser un Estado independiente”, reza el manifiesto, de evidente intención, antes de apuntar hacia la Copa Davis y la Copa Federación.
“El mundo del tenis también debe empujar hacia la independencia. Tener un Estado propio se traducirá en beneficios tan evidentes e importantes como poder ver y disfrutar de las selecciones catalanas participando en competiciones internacionales y poder colaborar, desde el deporte, en el mejor conocimiento de Cataluña en todo el mundo, con lo que esto implicaría para la economía del país. Que Cataluña pueda participar en la Copa Davis y la Copa Federación con la normalidad que lo hacen otras naciones”, añade el escrito apoyado por Montañés, que tiene a una estrella como modelo de lo que está viviendo ahora.
Andy Murray, nacido en Dunblane (Escocia), sabe bien lo que eso significa. El año pasado, el campeón de dos grandes mostró su apoyo a la independencia de Escocia del Reino Unido y luego intentó rectificar."¡Hoy es un gran día para Escocia! La campaña negativa del no de los últimos días ha influido en mi opinión. ¡Hagámoslo!", dijo el jugador a través de su cuenta de Twitter. La derrota (55% frente al 45% que mostró su apoyo a la escisión) no cambió nada en la vida del número dos mundial, que en todo momento pensaba seguir compitiendo de la mano de los británicos. Por eso, el ejemplo es bien distinto: en unos días, Murray buscará ganar la primer Copa Davis de Gran Bretaña en 79 años, separando los escaños de los colores. Una importante diferencia.