Lejos de quedarse con los brazos cruzados en los días más complicados de su carrera, Maria Sharapova decidió bajar al barro y enfrentarse frontalmente a lo que consideró informaciones “distorsionadas” y “exageradas” sobre su positivo por Meldonium en el Abierto de Australia. A través de un comunicado en su página de Facebook, la número siete del mundo se dirigió a sus seguidores para “contraatacar” la cascada de noticias provocada por su caso de dopaje, matizando las cinco advertencias recibidas, aclarando cómo tomó el Mildronate durante 10 años y despidiéndose con un extraño mensaje envenenado (“no he fingido estar lesionada para ocultar el resultado de mis pruebas”) antes de pedir una nueva oportunidad que le permita volver a competir.
“Algunos medios de comunicación han distorsionado, exagerado y fracasado a la hora de explicar lo sucedido”, criticó la exnúmero uno del mundo, tirando con bala desde el inicio. “Un artículo dijo que yo había sido avisada en cinco ocasiones acerca de la prohibición de la medicina que estaba tomando. Eso no es cierto y jamás ocurrió”, prosiguió la rusa, desmintiendo la información publicada días atrás sobre las veces en las que fue alertada por los distintos organismos oficiales de la modificación que había sufrido la lista de sustancias prohibidas.
“Ya he contado que recibí un correo electrónico el 22 de diciembre de 2015”, recordó Sharapova, apuntando hacia la notificación de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) en la que se informaba a los jugadores de los cambios en materia de dopaje de cara a 2016. “Debí prestar más atención a este mensaje, pero, ¿y el resto de advertencias?”, prosiguió la campeona de cinco grandes. “El resto de advertencias se encontraban ocultas entre newsletters, páginas web o folletos. El 18 de diciembre recibí un correo electrónico cuyo asunto era ‘Noticias de Jugadores’. Contenía una newsletter de una página web donde había mucha información sobre viajes, próximos torneos, clasificaciones, estadísticas, boletines de noticias, felicitaciones de cumpleaños y, sí, información antidopaje”, escribió, con un tono claramente irónico.
UN PROCESO COMPLEJO
Sharapova utilizó la complejidad del proceso para negar que ese mensaje pudiese considerarse un aviso. “Tenías que abrir un correo con un asunto que no tenía nada que ver con el programa antidopaje, acceder a una página web, introducir una contraseña y también un usuario, buscar, clicar, buscar, clicar, buscar, clicar, navegar y leer”, enumeró la rusa, describiendo los pasos con engorro. “Imagino que algunos de los medios de comunicación pueden llamar a eso una advertencia, pero pienso que la mayoría de la gente se referiría a ello como algo difícil de encontrar”.
Además, la exnúmero uno del mundo explicó por qué el folleto distribuido en los torneos a comienzos de año (una tarjeta desplegable de tamaño pequeño con todas las sustancias prohibidas) tampoco podía catalogarse como una alerta. “Ese documento tenía centenares de palabras, muchas de ellas técnicas y con letras pequeñas”, aseguró Sharapova, que adjuntó una foto del folleto informativo junto a su texto. “¿Debería haberlo mirado? Sí, pero si vierais el documento sabríais a lo que me refiero. No pongo excusas, pero es incorrecto decir que fui alertada en cinco ocasiones”.
MELDONIUM EN DOSIS BAJAS
Sharapova también matizó su discurso del lunes, en el que aseguró haber tomado Meldonium durante los últimos 10 años, sin especificar la frecuencia de las dosis, y criticó lo que consideró una información sesgada sobre el uso del medicamento, publicada después de su confesión en Los Ángeles.
“Había un titular que decía ‘El tratamiento normal es de cuatro a seis semanas en el caso de la sustancia de Maria Sharapova”, rememoró la rusa. “Ese titular ha sido repetido por muchos periodistas que han fracasado al intentar contar a sus lectores lo que dice el resto de la noticia”, cargó de nuevo la número siete. “El fabricante del medicamento dice que “el tratamiento puede ser repetido en dos o tres ocasiones por temporada. Solo los médicos pueden evaluar la condición de la salud del paciente para establecer si necesitaría tomar Meldonium durante un largo período de tiempo”, añadió Sharapova. “Eso es exactamente lo que hice. No he tomado la medicina cada día. La he tomado según las indicaciones de mi médico y en dosis bajas”.
Así, y negando haber usado Mildronate de forma reiterada, la campeona de cinco grandes se despidió con un mensaje turbio, lleno de interrogantes maliciosos. “Estoy orgullosa de cómo he practicado este deporte. He sido honesta y he ido siempre de frente. No he pretendido estar lesionada para ocultar la verdad sobre el resultado de mis pruebas”, dijo Sharapova enigmáticamente sin citar a nadie en particular, pero dejando la sensación de estar señalando a todas partes.