A Muguruza se le atraganta la puesta en marcha
La número tres debuta en el Abierto de los Estados Unidos con victoria (2-6, 6-0 y 6-3 a la belga Mertens), pero por tercer grande consecutivo necesita apurar los tres sets para seguir adelante.
30 agosto, 2016 07:20Noticias relacionadas
Ocurrió a más de 33 grados en una jornada infernal. Antes de que se activase la regla del calor, que permite 10 minutos de descanso en los partidos femeninos cuando llega el tercer set si se dan las condiciones adecuadas (incluyendo el nivel de humedad), a Garbiñe Muguruza le tomaron la tensión en la pista porque tenía problemas para respirar y la cara descompuesta. En la primera ronda del Abierto de los Estados Unidos, la española cruzó un calvario hasta remontar 2-6, 6-0 y 6-3 a Elise Mertens, citarse con Anastasija Sevastova (6-3 y 6-3 a Anna Karolina Schmiedlova) y confirmar lo que dicen sus resultados anteriores: a Garbiñe le cuesta ponerse en marcha en los torneos del Grand Slam.
“He sufrido”, se arrancó la número tres del mundo, con el rostro cubierto por una gorra de béisbol rosa. “No me encontraba muy bien. Ha sido durante todo el partido, pero sobre todo en el primer set. Me ha dado como una especie de mareo”, reveló Muguruza, que entró en la sala de prensa cuando Rafael Nadal no había terminado y se quedó allí a escuchar las últimas respuestas del campeón de 14 grandes en castellano. “Creo que ha sido el calor, me costaba respirar. He intentado que entrase la fisioterapeuta a ayudarme, pero tampoco podía hacer demasiado. Ha sido la humedad, los nervios… un poco todo en general”.
Ese “todo en general” es la pesada bola de la responsabilidad que habitualmente se ancla en el estómago de la española. El historial de Muguruza en los 16 torneos del Grand Slam que ha jugado habla de una tenista de arranques tibios, con dificultades para soltarse desde el primer día. En ocho de esos 16 estrenos necesitó ir a la manga decisiva, casi siempre contra rivales bastante inferiores a ella. Esta misma temporada, la española ha apurado los tres sets en su debut en Roland Garros (contra Schdemievloda), en Wimbledon (ante la italiana Giorgi) y ayer en el Abierto de los Estados Unidos, en un partido que por momentos tuvo fuera de su control. ¿Por qué le cuesta tanto arrancar en un gran torneo?
“Los primeros partidos siempre son muy difíciles”, razonó Garbiñe, que nunca ha superado la segunda ronda en Nueva York, históricamente su peor grande. “Rara vez juegas muy bien. Entre la presión, los nervios, la ansiedad… todo eso te lo genera la primera ronda de un Grand Slam” reveló la española, que según los resultados podría salir como número uno del mundo del torneo. “Has estado trabajando muy duro y es donde quieres jugar mejor. Cuesta un poco ponerlo todo de tu parte y hacerlo increíble. Además, cuando juegas contra alguien que no tiene nada que perder y encima viene jugando bien… siempre cuesta”.
Liberada del arranque ante Mertens, Muguruza tiene ahora un camino para soñar, independientemente de las rivales con las que se cruce (la estadounidense Keys en cuartos o Angelique Kerber en semifinales). Como siempre, y para bien o para mal, la victoria pasa por su raqueta. Con todo lo que eso implica.