Juan Martín Del Potro no sólo fue protagonista en el cuarto partido de la final de la Copa Davis por su épica remontada (acabó ganando 7-6, 6-2, 5-7, 4-6 y 3-6), sino también por un bonito gesto extradeportivo. Corría el quinto juego del primer set, con Croacia mandando 3-1, cuando un saque de Marin Cilic golpeó en el bajo vientre de una de las recogepelotas.
La joven intentó mantener la entereza como pudo, pero las lágrimas de dolor acabaron aflorando. Del Potro se dio cuenta de la situación y se acercó a ella para preguntarle si estaba bien mientras ésta asentía de lejos con la cabeza. El tenista argentino le pasó el brazo por la espalda en un gesto de cariño y, tras una breve conversación entre ambos, hizo señas para que la chica fuese sustituida por otra compañera.
Así sucedió. La recogepelotas saliente abandonó la pista entre aplausos y uno de los integrantes del equipo argentino le ofreció una botella de agua antes de sentarse. Entretanto, el juez de silla tomó la determinación de que Cilic repitiese el saque que había provocado el parón en el encuentro.