Isidro López, diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, criticó este lunes a Rafa Nadal después de que el tenista pidiera que, tras los últimos acontecimientos políticos ocurridos en España, se volvieran a celebrar elecciones generales.
"Nadal quiere elecciones. A mi sin embargo me gustaría que dejase de practicar un tenis soporífero, defensivo, hipermusculado y pasabolas", escribió López en su cuenta de Twitter, descalificando así al tenista español, uno de los mejores deportistas de la historia, por el simple hecho de dar su opinión política.
Nadal, que este miércoles disputará ante Diego Schwartzman el partido de cuartos de Roland Garros, el Grand Slam que ya ha ganado en diez ocasiones, comentó el pasado sábado, tras ganar a Richard Gasquet, que "a mí modo de entender, y no quiero ser imprudente, lo mejor sería votar" y añadió que "con todas las cosas que han ocurrido, que no son pocas en estos últimos dos años, los ciudadanos quieren votar otra vez".
Además Nadal ya avanzó lo que podría pasar. "Cualquier opinión se toma a mal para los dos lados, o para todos los lados, que hay muchos. Es difícil. No es una situación buena para nadie en general”, comentó el tenista, que explicó que “nuestro voto queda de una manera en la que que no nos sentimos del todo cómodos con lo que está ocurriendo. Y no creo que sea solo un sentir personal, creo que es un sentir general".
Isidro López, diputado de Podemos y muy activo en las redes sociales, ya protagonizó algunos piques en Twitter, también con compañeros de su partido. Por ejemplo, cuando Rita Maestre, concejal del Ayuntamiento de Madrid, explicó que usarían "el remanente del presupuesto de refugiados, si España no cumple su compromiso de acogida, en pagar deuda o mejorar infraestructura", a lo que López contestó que "a pagar deuda con los remanentes nos obliga la ley Montoro que rechazamos la semana pasada. Borra esta bobada, anda".
Este mismo diputado criticó la postura de Pablo Iglesias e Irene Montero con la compra de su chalet. "Comprarse un chaleto en Galapagar no es moralmente reprobable sino políticamente torpe. En cualquier caso es una auténtica tontería en comparación con apoyar megaproyectos urbanísticos como la Operación Chamartín. Eso es lo grave", dijo.