Serena Williams no atraviesa su mejor momento profesional y personal. La menor de las Williams sufrió el pasado 1 de agosto la peor derrota de su carrera profesional en los treintaidosavos de final del torneo WTA de San José (California). Su verdugo fue la británica Johanna Konta, que ocupa el puesto 43 del ranking mundial y que derrotó a una de las mejores tenistas de la historia con un contuntente 6-1 y 6-0.

Ahora, una semana después de la dolorosa derrota, la tenista estadounidense ha achacado el tremendo traspié a su reciente maternidad: "La semana pasada no fue fácil para mí. No sólo estaba aceptando algunos asuntos personales difíciles, sino que estaba melancólica. Sobre todo, sentía que no estaba siendo una buena madre", publicó en su cuenta oficial de Instagram.

Además, Williams agregó que las emociones le están jugando una mala pasada en su regreso a la pista: "Leí varios artículos que decían que las emociones posparto podían durar hasta 3 años si no se trataban. Es totalmente normal sentir que no estoy haciendo lo suficiente por mi bebé".

Hay que recordar que hace poco menos de un mes Serena Williams fue finalista en Wimbledon, donde perdió en la final con la alemana Angelique Kerber por un doble 6-3. Aun así, la reciente maternidad de la estadounidense no ha sido nada fácil, ya que en el mes de febrero reconoció que estuvo a punto de perder la vida tras el parto tras sufrir una embolia pulmonar y permanecer ingresada durante seis semanas en el hospital: "Ellos (los médicos) sabían exactamente cómo manejar este complicado giro de los acontecimientos. Si no fuera por su cuidado profesional, hoy no estaría aquí”, reconoció por aquel entonces la tenista. 

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