Pionera: dícese de la persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana. En el mundo del deporte se utiliza esta palabra para hablar de aquellos que se abrieron paso ante todo tipo de obstáculos para ser una referencia en una determinada disciplina. Igual que Severiano Ballesteros en España y el golf o Carolina Marín en bádminton. Estos pioneros dieron paso a que otros, además de ellos mismos, se conviertan en leyendas.
Michael Jordan, Tiger Woods, Tom Brady, Maradona, Pelé, Nadia Comaneci... son solo algunos de esos deportistas que han hecho o siguen haciendo historia. En el tenis, en lo que respecta al cuadro masculino son hasta tres los profesionales que han marcado una época. Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic han firmado un antes y un después, algo que será muy difícil de ver en el futuro. En categoría femenina hay una tenista que lucha contra una maldición.
Serena Williams (38 años, Estados Unidos) ganó su primer Grand Slam con tan solo 17 años, allá por 1999. Poco a poco la norteamericana se había ido haciendo un sitio hasta que en el US Open de aquella edición se plantó en la final tras haber vencido antes a la por entonces número 4 del mundo, Monica Seles; a la 2, Lindsay Davenport, y a la número uno, Martina Hingis.
El comienzo de la leyenda
Serena nació el 26 de septiembre de 1981 en Saginaw (Michigan). Es la pequeña de cinco hermanos, la más conocida Venus quien también ha firmado una carrera brillante. Pero nada comparado con la de la pequeña de las Williams. Desde aquel US Open en 1999 llegaron otros 22 Grand Slams: siete triunfos en el Abierto de Australia, tres en Roland Garros, siete en Wimbledon y seis en el US Open. Una carrera brillante para una tenista de época.
Con un estilo propio muy marcado y con su padre como entrenador, la fuerza y eficacia de Serena Williams le aupó hasta el número 1 de la WTA. A sus 38 años continúa estando en el Top Ten del circuito femenino, además de haber ganado tres oros olímpicos durante su trayectoria (2000, 2008 y 2012). Pero algo se le resiste a esta jugadora que también a ello suya la campaña por la igualdad de género.
Maldición 'Margaret Court'
La tenista norteamericana suma hasta la fecha 23 Grand Slam, colocándose así en el segundo puesto histórico en lo que se refiere al cuadro femenino de todos los tiempos. Por detrás de Serena, la alemana Steffi Graf que de 1987 a 1999 ganó un total de 22 grandes: cuatro Open de Australia, seis Roland Garros, siete Wimbledon y cinco US Open. Por delante, solo ella: Margaret Court.
Nacida en Albury (Australia) el 16 de julio de 1942, Margaret Court -también conocida como Margaret Smith, su nombre de soltera- logró ganar 24 Grand Slams entre 1960 y 1973. Once victorias en el Abierto de Australia, cinco en Roland Garros, tres en Wimbledon y cinco en el US Open lucen en el palmarés de la australiana.
Es aquí donde entra en juego esta particular 'maldición' que persigue a Serena Williams. La estadounidense ha tenido a tiro igualar la marca de Margaret Court en los últimos años y es que la afroamericana ha caído en las últimas cuatro finales de Grand Slam que ha disputado. La última, en la pasada edición del US Open ante Bianca Andreescu.
Cuatro finales consecutivas y cuatro derrotas para continuar sin no solo igualar a Margaret Court, sino que tampoco superarla. La del US Open fue la segunda seguida que pierde en Nueva York, ya que también en el año 2018 perdió 'en casa'. En su punto de mira poder llegar a alguna final de un Grand Slam en 2020 y poder hacerse con la victoria.
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