La final se decidió al final, en el dobles decisivo. El domingo, Serbia se proclamó campeona de la ATP Cup tras remontar la eliminatoria ante España, culminando así una noche que comenzó con la victoria de Roberto Bautista sobre Dusan Lajovic, que siguió con el triunfo de Novak Djokovic ante Rafael Nadal y que terminó con el dobles que el número dos del mundo y Viktor Troicki ganaron a Pablo Carreño y Feliciano López (6-3 y 6-4), un partido al que Nadal decidió renunciar por estar físicamente fundido.
La 'renuncia' de Nadal
"Hago los esfuerzos cuando creo que puedo, cuando pienso que estoy en condiciones de ayudar al equipo mejor que mis compañeros", había explicado el mallorquín tras caer con Djokovic y declinar formar parte del dobles. "Personalmente, he hecho un esfuerzo durante estos 10 días. Mi descanso ha sido inferior a la gran mayoría. Por mucha ilusión que me haga jugar este dobles y poder ganar, soy honesto conmigo mismo: Feliciano y Pablo están muy bien y hay que confiar en ellos", añadió.
"Llevo muchas horas en pistas en los últimos días. Físicamente voy un poco justo de energía y también tengo algunas molestias. El nivel de energía de mis compañeros va a ser mejor que el que puedo ofrecer yo ahora mismo".
Con todo en contra
Carreño y López arrancaron con una vitalidad arrolladora para ponerse 3-1 de entrada, el único momento del encuentro en el que llevaron la voz cantante. En un parpadeo, Djokovic y Troicki le dieron la vuelta al pulso sumando cinco juegos consecutivos (de 1-3 a 6-3) para hacerse con el primer parcial, y dejar heridos de muerte a sus contrarios al arrancar con otra rotura en el segundo set.
Con todo en contra, también la grada que como durante toda la eliminatoria se llenó de cánticos para apoyar a los serbios, Carreño y López intentaron todo y más, pero fue insuficiente. Gestionando con pericia los momentos difíciles que atravesaron hasta celebrar el triunfo, Djokovic y Troicki alcanzaron un triunfo que España acarició con las yemas de los dedos.
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