La española Garbiñe Muguruza, que perdió este domingo contra la rumana Simona Halep en las semifinales del torneo de Roma, aseguró que se va de la capital italiana con "muchas cosas positivas" que llevarse de cara al próximo Roland Garros.
"Mi objetivo era competir en Roma, obviamente quería ganar, pero he jugado buenos partidos, contra grandes rivales y tengo muchas cosas positivas que llevarme. Ahora, me toca descansar y recuperarme. Jugué partidos, hice buenas victorias así que comparado con el Abierto de Estados Unidos, seguro (que me siento mejor)", dijo Garbiñe en la rueda de prensa posterior a su encuentro, que perdió por 6-3, 4-6 y 6-4.
"Fue una batalla dura, como esperaba, hoy físicamente me costó. Era mi cuarto partido en poco tiempo y lo noté. Desde el comienzo sabía que me costaría, porque no tenía frescura como quería. Pero le obligué (a Halep) a pasar por momentos complicados. Me costaba correr, mi cuerpo no estaba muy bien. Al comienzo noté un poco de dolor en mi muslo izquierdo", agregó.
"He tenido un cuadro difícil y he podido vencer a rivales difíciles, es lo que quería en Roma, jugar buenos partidos a buen nivel", concluyó Garbiñe, que eliminó a las estadounidenses Sloane Stephens y Coco Gauff, a la británica Johanna Konta y a la bielorrusa Viktoria Azarenka en su camino hacia la semifinal.
La española aseguró que lo que necesita ahora es tomarse un poco de descanso y dijo que empezará "en dos o tres días" a centrarse en el Roland Garros. "Lo más inmediato es volver a Ginebra, a mi casa. Ahora es importante la recuperación, volver a una cierta normalidad. Jugar en una burbuja es difícil. Voy a aprovechar dos o tres días de vida un poco más normal para recargar pilas y prepararme para otra burbuja en París, que va a ser aún más larga", dijo.
El partido
Halep encadenó su decimotercera victoria consecutiva esta temporada, con títulos en Doha y Praga incluidos, y ganó su tercer partido en siete enfrentamientos con Muguruza, que sigue siendo la última jugadora capaz de doblegarla en esta campaña.
La española, de hecho, había triunfado en el último Abierto de Australia, pero este domingo, ante unos mil espectadores en la pista central del Foro Itálico, su gran reacción tras perder el primer set no fue suficiente para alcanzar su primera final en Roma.
Garbiñe, ganadora de siete títulos en su carrera, entre ellos un Roland Garros y un Wimbledon, sufrió con el saque y lo perdió tres veces en un primer parcial en el que la rumana tardó cuarenta minutos para imponerse por 6-3.
La española terminó con apuros la primera manga y pidió una pausa médica antes de empezar el segundo set. Se fue a los vestuarios y, tras unos seis minutos, regresó con un vistoso vendaje en el muslo izquierdo.
Tras remontar un set de desventaja este sábado para eliminar a la bielorrusa Viktoria Azarenka, una de las jugadoras más en forma en este momento, Garbiñe trató de reaccionar y, pese a perder el saque y quedarse atrás 2-4, encadenó cuatro juegos consecutivos para forzar el tercer set.
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