Djokovic y unas clases de tenis improvisadas: el bonito detalle que tuvo con unos niños

Novak Djokovic es un tenista de dos caras. Cuando quiere, puede ser uno de los jugadores más rechazados del circuito por sus polémicas declaraciones o sus gestos despectivos. Pero cuando tiene un buen día, demuestra que en el fondo tiene un gran corazón, como se pudo ver en este encuentro improvisado con unos niños que lo pararon mientras paseaba. 

El jugador serbio se encontraba en la calle, sacando de paseo a su perro cuando un grupo de niños lo reconoció. Los pequeños, sobrepasados por la figura del número 1, no pudieron evitar acercarse para saludarle. No todos los días se encuentra uno a uno de los mejores tenistas de la historia. 

Sin embargo, lo que no imaginaban es que allí, en aquel preciso momento y con la mascota de 'Nole' como testigo, el número 1 del Ranking mundial de la ATP les iba a dar unas clases de tenis para que mejorasen su golpeo y pudiesen tener una derecha tan potente como la del campeón de 17 Grand Slams. 

Djokovic no dudó en pararse con los pequeños y darles unos detalles sobre técnica tenística y, ya de paso, alegrarles el día y convertirles en los chicos más felices del mundo: habían recibido clases de su ídolo. Y aprovecharon el rato con creces. Sobre todo un chico, que no soltó su raqueta ni un solo momento, gesticulando y emulando los golpes del serbio una y otra vez hasta encontrar la aprobación de su nuevo profesor. 

Rápidamente, se formó un corrillo de niños y niñas en torno a la figura de 'Nole' que no paraba de aleccionar a sus jóvenes aprendices, dándoles todo tipo de detalles. Desde cómo coger la empuñadura de la raqueta, hasta cómo cargar y soltar el golpe para dirigirlo con potencia y precisión hasta el lugar deseado. 

Superando la derrota ante Rafa

Parece que Djokovic ha superado ya la derrota ante Rafa Nadal en la gran final de Roland Garros, celebrada hace tan solo unos días en París. El serbio ha estado en boca de todos durante la duración del torneo por algunas polémicas que dejan ver una imagen de él que poco tiene que ver con la ternura con la que trató a estos pequeños. 

Novak Djokovic se queja al árbitro, en la final de Roland Garros 2020 Reuters

Sin embargo, estas son las dos caras de Novak Djokovic, un tenista capaz de lo mejor y de lo peor, pero que no suele perder su talento y su gracia habitual, aunque a veces solo a él le parezca gracioso lo que hace. Seguramente, si por ejemplo tratase a los jueces de línea con un poquito de la amabilidad con la que ha tratado a estos niños, el circuito tendría otra visión de él mucho más apropiada para un campeón de su talla. 

Ese podría ser uno de los propósitos del número 1 del mundo para lo que resta de temporada cuando todavía quedan citas importantes como el Master 1000 de París y, sobre todo, la Copa de Maestros. Este es al Djokovic que todos quieren ver siempre. 

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