Nadal celebra los 35 años gustándose ante Gasquet en Roland Garros
En su primer partido en la sesión nocturna del torneo, español acaba con el francés 6-0, 7-5, 6-2 para alcanzar la tercera ronda.
3 junio, 2021 23:24Sucedió en una Philippe Chatrier desierta, apenas 50 personas en las gradas sumando los miembros de los equipos de los jugadores, los trabajadores del torneo y los periodistas. El día de su 35 cumpleaños, Rafael Nadal se regaló el pase a la tercera ronda de Roland Garros inclinando a Richard Gasquet (6-0, 7-5, 6-2) para citarse el sábado con Cameron Norrie (4-6, 6-3, 6-3, 6-2 a Lloyd Harris) por una plaza en octavos de final. El resultado, un atropello al principio; más disputado luego, reflejó lo que se intuía en la previa: si el francés no fue capaz de meterle mano al español en sus mejores años (16 derrotas en 16 partidos), solo un milagro podría haberle conducido a la victoria en este momento de su carrera. [Narración y estadísticas]
“Jugar sin público siempre es feo, y más aún de noche”, dijo luego Nadal. “Me gusta jugar de día porque las condiciones son mejores para mí, pero me adapto. Al final, estábamos en una de las pistas más importantes del mundo y era un partido muy importante. Me lo he tomado de esta manera”, prosiguió el español. “Confío en volver a jugar de día en la siguiente ronda y poder hacerlo delante del público de nuevo”.
El jueves ante Gasquet, el campeón de 20 grandes se estrenó en la sesión nocturna de Roland Garros y experimentó la sensación de jugar sin público en la pista más importante de su carrera. Como novedad diferencial, el torneo cuenta este año con 10 partidos que se disputan de noche que Amazon retransmite en exclusiva en Francia. Sin embargo, el toque de queda vigente en París (a las nueve de la noche) ha obligado a los organizadores a programar esos encuentros a puerta cerrada, a excepción del último, que tendrá lugar el 9 de junio coincidiendo con la relajación de las restricciones de movilidad (hasta las 11). Mientras tanto, todos los que jueguen en ese turno tendrán que hacerlo en la tristeza que provoca un estadio mudo.
En una noche calurosa (22 grados), Nadal pasó por encima de Gasquet durante casi una hora. El francés, descomunal talento sin el colmillo retorcido que se requiere para aspirar a grandes cosas, sufrió tres derechas combadas del español sobre su revés a una mano y se desanimó demasiado pronto. En consecuencia, el mallorquín ganó a todo trapo los siete primeros juegos del cruce (6-0, 1-0) a un nivel superlativo, moviéndose con instinto de lince y casi sin equivocarse, y obligó a su contrario a despedirse de cualquier esperanza de plantar batalla que albergase en su cabeza. Déjalo mejor, hoy tampoco va a ser el día.
Ante ese escenario, el francés se comportó con rebeldía cuando lo fácil era dejarse llevar.
Gasquet celebró su primer juego en el partido con un suspiro de alivio (0-6, 1-1) y su banquillo se levantó para aplaudir con furia, además de algunos periodistas locales en la tribuna de prensa. Esa reacción, convertir algo insignificante en un logro de la máxima relevancia, reflejó los fantasmas a los que se enfrentó el francés durante el inicio del encuentro y construyó el puente que recorrió el número 53 del mundo para disfrutar de sus mejores momentos en el cruce.
A pesar de empezar perdiendo también la segunda manga (1-3), Gasquet se decidió a pelear y encontró recompensa en su empeño por no bajar los brazos. Que Nadal multiplicase sus errores no forzados (tres en el primer set, 14 en el segundo) ayudó al francés a discutir los peloteos, llevándose algunos puntos largos y rompiendo la tranquilidad de la que el mallorquín había disfrutado. Tras desperdiciar un punto de set al resto (5-2) y sacando con 5-3 para abrocharlo, Nadal encajó un break en un mal juego que le llevó a exigirse para evitar el tie-break y cerrar al resto lo que se le escapó minutos antes acelerando otra vez a lomos de su mejor tenis de toda la gira de tierra batida.
Eso fue suficiente para Gasquet. El francés, el último tenista de su país en el torneo, se despidió dejando con su derrota una estadística demoleradora: no habrá representación local en categoría individual (masculina o femenina) en la tercera ronda de Roland Garros por primera vez en toda la historia.