Davidovich no puede con Zverev y dice adiós a Roland Garros
El alemán tumba al español (6-4, 6-1, 6-1), que se planteó la posibilidad de no saltar a jugar como consecuencia de un dolor en la espalda.
8 junio, 2021 19:44Hasta aquí ha llegado el fabuloso camino de Alejandro Davidovich en Roland Garros. El martes, Alexander Zverev eliminó al español en los cuartos de final (6-4, 6-1, 6-1 en 1h36m) tras celebrar la victoria en un cruce deslucido, sin calidad ni emoción, que el alemán hizo suyo tras desquiciar a su rival, aprovechándose de sus problemas en la espalda provocados por la fatiga (13h16m necesitó para superar sus cuatro primeros partidos en el torneo) y de la mala gestión de los nervios que hizo el aspirante. [Narración y estadísticas]
“Estoy decepcionado conmigo mismo”, confesó Davidovich. “Sabía que sería difícil: ayer y hoy no podía ponerme los calcetines, estaba bastante mal físicamente, con un dolor de espalda muy agudo. No sabía si entrar a la pista porque no quería hacer lo que he hecho, dar esta imagen, pero tenía ganas de vivir este momento”, añadió el español. “Es duro mentalmente acabar así. Hoy me ha fallado mi cuerpo y también la mentalidad. Estaba roto, no sabía si podía dar mi 100%. Ahora necesito calmarme y tranquilizarme. Yo sabía que podía ganar hoy y meterme en semifinales. Era una oportunidad única”.
La manera de reaccionar de ambos oponentes al final del primer parcial (Zverev negando con la cabeza, Davidovich amenazando con reventar la raqueta) respaldó lo que dijeron los números (siete roturas de saque en 10 juegos, 29 errores entre los dos), confirmando el bajo nivel que ofrecieron durante un primer set malo, gobernado por el alemán en un mar de desatinos.
“¡Ni un primero! Esto es de locos”, se quejó Davidovich justo después de perder esa primera manga, haciendo referencia a su mal porcentaje de primeros saques (por debajo del 45%). “¡Filete! ¡Que eres un filete”, prosiguió luego en la segunda, cuando el alemán ya había celebrado un break y subido una marcha en su juego, suficiente para desmontar las defensas del aspirante y hacerle perder el equilibrio emocional.
A partir de ese momento, a Zverev le bastó con mantener la intensidad para ganar a Davidovich, tieso como un palo y entregado a los demonios que vinieron a visitarle en la Philippe Chatrier. El español, en cualquier caso, tiene motivos para irse con la cabeza alta, por mucho que ahora mismo le duela: sus primeros cuartos de final, que también le dieron la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio, son la demostración de un crecimiento fundamental para su desarrollo como jugador.
A los 22 años, Davidovich tiene un futuro más que interesante.