Rafa Nadal se soltó. Rafa Nadal gritó. Rafa Nadal sacó el puño. Esos son los síntomas del momento en el que el balear demuestra que está enchufado. El español ha tenido una auténtica roca delante con Diego Schwartzman. El argentino ha jugado a un nivel espectacular y ha puesto en muchas dificultades al balear, pero, en su casa, el ganador de este torneo en 13 ocasiones siempre se crece y vuelve a dejar grandes golpes como los que ha dejado durante el partido.
El mejor juego del partido seguramente fue en el segundo set, concretamente en el que perdió. El balear se sacó una increible izquierda paralela pasando por el lateral de la red para dejar al argentino con una cara de no creérselo. Es el único tenista que es capaz de hacer este golpe. Nadal soltó su brazo llegando después de un intercambio de golpes increíble. Los destellos de calidad como este hicieron que nadie dejase de creer en el español.
Ya avisó en la previa el jugador de que no sería nada fácil. "Jugamos las semifinales el año pasado. En cuartos del que es probablemente el mejor torneo del mundo no puedes esperar un rival fácil", explicó el balear. Avisaba que tenía "que solucionar ciertos problemas" y con este golpe recibió una moral que resolvía muchos de ellos. "La dificultad se va incrementando como es lógico. Yo me veo bien, estoy haciendo muchas cosas bien en las últimas cuatro semanas", explicaba en lo que sería un preludio de lo que se ha visto este miércoles.
"Algunas cosas se pueden mejorar un poco o más bien dar una mayor continuidad a las cosas buenas. He tenido fases de desconcentración. Cuando no ha sucedido eso, he demostrado un nivel muy alto. Estoy yendo a más", concretó un Nadal en la previa, como siempre, con un análisis muy similar a lo que después se ve en pista.
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