Djokovic vuelve a conquistar Wimbledon y fuerza un histórico empate con Federer y Nadal

Esta es historia de la buena, algo que jamás se ha visto antes, una situación que nunca volverá a repetirse. Al ganar Wimbledon remontando a Matteo Berrettini (6-7, 6-4, 6-4, 6-3), Novak Djokovic sumó su Grand Slam número 20 y empató el récord que hasta hoy compartían Roger Federer y Rafael Nadal. El serbio, que ha sumado todos los grandes de 2021 (Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon), llegará al próximo Abierto de los Estados Unidos (desde el 28 de agosto) en una posición fantástica para convertirse en el jugador con más títulos de la máxima categoría, el gran objetivo de su carrera. Tras estar toda la vida por detrás de sus dos máximos rivales, Nole al fin está a la par. Quizás dentro de muy poco, se coloque por encima. [Narración y estadísticas]

A Djokovic se le torció la final de manera inesperada. Tras un comienzo prometedor, el número uno pasó de ganar 5-2 y bola de set a verse peleando en el tie-break con un contrario lanzado, renacido a golpe de fe y gracias a la combinación de sus dos mejores armas (saque y derecha). Así se llevó el aspirante la primera manga y así se encontró Nole obligado a remontar un cruce que no podía dejar escapar, tan importante era la oportunidad, tan grande la ocasión, tan esperado el momento de darle alcance a la pareja formada por Federer y Nadal.

Desde el final del primer parcial, y con el marcador en contra, Djokovic tomó una decisión: la de levantar una fortaleza mental a la que Berrettini no tuvo manera de entrar, ni pese a contar con el apoyo de la central. “¡Matteo! ¡Matteo! ¡Matteo!”, gritó la gente mientras el italiano intentaba buscar los huecos ante el número uno, chocándose con un muro conocido por tantos otros. 

Berrettini, en cualquier caso, no podrá reprocharse nada cuando analice la final, algo que hará seguro en los próximos días. Con Djokovic encendido, rebosante de motivación y ganas, hay poco que hacer. Así quedó demostrado desde que cedió la primera manga, en una exhibición de hambre que provocó otro momento de los que permenancen para toda la vida: Djokovic ganando 20 grandes, igualando a sus grandes rivales y abriendo la etapa más fascinante en la historia del tenis moderno.