La baja de Rafa Nadal para el US Open, y para lo que resta de temporada, es una de las grandes noticias del deporte en los últimos días. El jugador balear no termina de superar los importantes problemas que padece en su pie izquierdo de los que cada vez se empiezan a conocer más detalles. Ahora, el nombre de Müller-Weiss, con el que se conoce el síndrome que padece el tenista español, es ya muy conocido.
La triste realidad de Rafa es que estas dolencias que lleva padeciendo desde casi el inicio de su carrera profesional se han hecho ahora insoportables y no parecen encontrar un remedio que las remita, algo que hasta ahora sí han estado consiguiendo. Por ello, han decidido tomar la decisión de parar de forma indefinida.
Como poco, no se volverá a ver a Nadal en una pista de tenis, al menos compitiendo, hasta el 2022. Para entonces, quizás pueda haber encontrado un tratamiento que le ayude a remitir estos fuertes dolores. Para conocer más sobre el asunto, en el medio galo L'Equipe han recurrido a Gilbert Versier, exjefe del departamento de cirugía ortopédica del hospital militar de Vincennes y muy conocido por sus intervenciones a los ciclistas participantes en el Tour de Francia.
"Esta lesión suele afectar a personas que tienen los pies planos. Es congénito. Algunos tienen pies huecos: el arco, es decir, la distancia entre la parte interna del pie y el suelo, es muy profundo. Otros tienen arcos completamente colapsados con pie en valgo lo que favorece este tipo de patología. Esto provoca la compresión del hueso navicular que se necrosa. Es la muerte del hueso, no se devora, sino que ha perdido su vascularización".
Rafa ya sufrió una fractura por estrés al comienzo de su larga carrera profesional, entre los años 2004 y 2005, lo que provocó que este problema se haya ido agravando con el paso del tiempo hasta llegar a la situación actual: "Una fractura por estrés también puede tener esta causa. Son huesos que no se consolidan bien. Basta que la fractura pase en la zona donde llega la vascularización, donde se encuentran los vasos y que puede ser seguida de una necrosis".
"Pero es una patología muy rara, cuyo origen no está muy claro. No es necesariamente una patología que evolucione muy rápidamente. La degradación que aparecerá con el paso del tiempo es bastante dolorosa, pero a menudo la artrosis es tardía. Son patologías que conocemos bien, pero más en mujeres en torno a los 50 años. No vemos eso en un sujeto joven".
Una operación, descartado
Por último, este galeno francés recuerda lo devastador que sería para Nadal someterse a una operación, ya que pondría fin de manera irremediable a su carrera profesional, por lo que lo descarta completamente a pesar de que ahora Nadal vaya a estar durante muchos meses sin tener que competir.
"Esta adaptación del pie al suelo se bloquea y el paciente solo podrá caminar. Ya no podrá correr. Es por eso por lo que retrasamos esta intervención y la reservamos para casos que son extremadamente dolorosos y que ya ni siquiera pueden caminar correctamente. Este no es el caso de Nadal, por supuesto. Todo lo que sea quirúrgico, la resección de una parte del hueso o el injerto tomando parte del hueso de la pelvis para bloquear la articulación a nivel del pie y eliminar el dolor, ya no permite la práctica de deporte a nivel alto".
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