Rafa Nadal lleva un 2021 para el olvido. El tenista balear ha tenido que tomar duras decisiones para mantenerse con opciones de alargar su carrera en la élite. Y algunas de ellas implican renunciar a títulos más que importantes. El de Manacor dijo adiós a Wimbledon y los Juegos Olímpicos con un objetivo, pero su físico no se lo ha permitido y tendrá que tener un descanso hasta 2022. Algo que hace unos años habría parecido imposible a algún que otro médico.
Carlos Moyá, entrenador de Nadal, ha explicado que cuando diagnosticaron la enfermedad de Müller-Weiss, de carácter degenerativo, en el pie izquierdo, le dijeron que no podría competir nunca más. Era 2005 y el círculo cercano de Nadal logró escapar de ese callejón sin salida. Por ello, el hecho de parar unos meses no es tan grave como el tener que renunciar a una carrera donde ha reescrito la historia.
"Cuando se la diagnosticaron le dijeron que no podía competir más, pero a base de plantillas y tratamientos lo ha podido ir salvando", ha desvelado Moyá en El Transistor de Onda Cero. "Pero este año la historia ha cambiado", pues "muchos entrenamientos no los podía terminar" y han "tenido que cambiar y aflojar intensidad por el pie pensando en los torneos".
"Lleva meses con dolor y llega un momento que no puede más. En el último partido jugó prácticamente cojo. Y un jugador de su calibre que no puede aspirar a ganar torneos", ha subrayado Moyá. Nadal, al fin y al cabo, llevaba ya "un tiempo que no estaba bien". Algo que jugar en tierra batida ha permitido "minimizar, pero en cemento que es lo que toca ahora", la situación de Rafa "es peor". Las molestias han pasado a "dolores" y los peores presagios se han cumplido.
Nadal, tocado
"Lo mejor era parar, descansar el pie y refrescar la cabeza e ideas para hacer buenos entrenamientos y llegar frescos a 2022", ha confirmado el entrenador de Nadal, que no promete nada de cara al futuro. Durante este tiempo "había días que terminaba el entrenamiento cojo y al día siguiente estaba bien", por lo que es difícil de concretar cómo afectará el descanso a Nadal. "No se sabe por donde sale esta lesión" y las dudas se despejarán en 2022, cuando el manacorí vuelva a pelear por los grandes títulos del circuito.
El balear ya lo ha dejado claro: "Voy a trabajar todo lo que pueda para que así sea. Agradeceros de antemano todo el apoyo, la comprensión y todas vuestras muestras de cariño que son muy importantes y más en tiempos complicados como estos". Ahora solo falta esperar para que Nadal, a sus 35 años, pueda seguir haciendo historia ante un Djokovic que puede colocarse como el tenista con más títulos de Grand Slam que jamás se haya visto. Sin Rafa ni Federer, también lesionado, la carrera por el trono está más sencilla para el serbio.
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