Rafa Nadal (Manacor, 1986) se ha ganado ser el mejor tenista de la historia de España y uno de los mejores de todo el mundo. Su pelea por ser el jugador con más Grand Slams continuará este 2022 con Novak Djokovic como gran rival, ambos igualados con 20 títulos de este tipo y con opciones de alzarse hasta lo más alto. Una trayectoria que ha mantenido a España con eternas aspiraciones en el tenis y que, a su vez, generaba cierta incertumbre para los tiempos en los que Nadal ya se hubiera retirado. Ese temor, paulatinamente, ha ido desapareciendo gracias a Garbiñe Muguruza, Pablo Carreño, Carlos Alcaraz y Paula Badosa.
El tenis español no tendrá ningún otro Rafa Nadal, al menos a corto plazo. Sin embargo, sí que se podrá seguir celebrando títulos tanto a nivel masculino como en el circuito femenino. La apuesta por el tenis en todo el país, y la aparición de nuevos talentos que se han ganado un hueco entre el apoyo de los aficionados, permitirá seguir soñando los próximos años. En mayor o menor medida, la pelea del tenis nacional está asegurada.
El primer ejemplo se pudo vivir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde Rafa Nadal era una de las medallas con las que el equipo nacional contaba premeditadamente. El balear, pese a la ilusión que tenía con competir nuevamente, tuvo que renunciar al torneo para centrarse plenamente en su recuperación y en torneos futuros del circuito. Nadal no acudió a Tokio y España se vio con el riesgo de perder una de las medallas con las que se contaba como era la del tenis.
Jugadores como Davidovich o Andújar fueron cayendo a medida que avanzaba el torneo. Pablo Carreño, por el contrario, se mantenía contra todo pronóstico. Tampoco por el lado femenio se conseguía avanzar y tanto Carla Suárez como Garbiñe o Badosa decían adiós a Tokio 2020. El tenista asturiano se quedó con toda la presión -y representación- de tenis patrio. Y ahí dio el paso adelante que confirmó el talento de un jugador que podía pasar desapercibido para más de uno.
Pablo Carreño consiguió meterse en semifinales y estar a punto de asegurar medalla. Khachanov sorprendió y le dejó sin la pelea por el oro. Sin embargo, lejos de perder el entusiasmo, Carreño se hizo enorme ante un favorito como Novak Djokovic. El serbio perdió los papeles y el español se llevó una medalla de bronce histórica tanto para él como para la delegación española. A sus 30 años y con un puesto entre los 20 mejores tenistas del circuito ATP, Carreño puede ser el respaldo de Nadal a corto plazo.
Por si fuera poco, también existe esa tranquilidad respecto a las opciones futuras del tenis español en el circuito masculino. Su nombre es Carlos y su apellido se ha colado en más de un titular de medios de todo el mundo: Alcaraz. El joven de 18 años se coló en cuartos de final de un torneo como el US Open y solo una lesión cortó su camino hacia el éxito. Antes había firmado la heroicidad de tumbar a Tsitsipas. El murciano, después de solo tres años como profesional, ya está en el puesto 32 del ranking ATP tras ser campeón de las Next Gen ATP Finals.
Garbiñe presente, Badosa futuro
El tenis femenino, en caso de que el circuito masculino no termine de dar alegrías, también ha demostrado estar preparado para recibir la herencia exitosa de Rafael Nadal. Tras la retirada de Carla Suárez, dos jugadoras como Garbiñe Muguruza y Paula Badosa han recuperado la ilusión, y sobre todo la confianza, en que pueden llegar varias celebraciones en el tenis nacional.
La última en reafirmar ese escenario de triunfos ha sido Garbiñe Muguruza, proclamada campeona del torneo de maestras realizado recientemente en Guadalajara. La hispano-venezolana, que en más de una ocasión ha achacado su falta de continuidad y calma en las pistas, dio toda una lección en el torneo hasta proclamarse campeona. Un logro histórico dado que una española no lo había conseguido hacer nunca.
Garbiñe Muguruza, que acumula ya un título de Roland Garros y otro de Wimbledon, en este caso siendo la primera española en conseguirlo, suma ahora un torneo de maestras para enmarcar y empezar una nueva etapa como tercera del ranking WTA. Garbiñe se siente más segura en la pista, consciente de haber adquirido cierta veteranía pero con las cualidades físicas que le otorgan sus todavía 28 años.
Una situación a la que próximamente se espera que llegue Paula Badosa, el cuarto nombre del afianzamiento del tenis español. La tenista de 24 años se ha colado ya en el octavo puesto de la WTA. En los pasados Juegos Olímpicos de Tokio dejó muy buenas sensaciones y solo una insolación pudo frenarla en cuartos de final. Luego ganó en Indian Wells su primer Master 1.000. Además, en el torneo de maestras fue su compatriota Muguruza la que la dejó a las puertas de la final. Badosa también ha conseguido mantener la continuidad en la pista y apunta a ser la máxima referencia del tenis femenino español.
[Más información - Carlos Alcaraz, el maestro con piel de niño: el 2021 confirma al relevo de Rafa Nadal en el tenis español]
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