La Copa Davis volvió a ser todo un éxito. Gerard Piqué ha evolucionado el formato y en la edición de este 2021 fue Rusia la que se llevó la ensaladera. El gran protagonista del triunfo ruso fue un Daniil Medvedev que es segundo en el ranking de la ATP y que junto a Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas o también Carlos Alcaraz forman esa nueva generación del tenis que está llamada a dar mucha guerra en los próximos años.
Medvedev es uno de esos deportistas que no está hecho para todos los públicos. Héroe o villano, dependiendo del prisma con el que se le mire. En Djokovic tiene un modelo a seguir. A ambos les une un perfil polémico, alejado del de otros como Federer o Nadal. Y esto es algo que se pudo ver durante la Copa Davis 2021, donde el número dos del mundo acabó con la paciencia del público de Madrid.
Fue en 2019, durante el US Open, cuando decidió que no celebraría más ni sus victorias ni sus títulos: "En el tenis creo que probablemente sea el primero, en el fútbol he visto jugadores que no celebran. Lo decidí durante el Abierto de los Estados Unidos, cuando tuve dificultades con el público. No celebro mis victorias. Es mi manera de entenderlo y me gusta".
Esto sobre el papel. Porque con su actitud, se ganó los abucheos de los aficionados madrileños. ¿Por qué? Parece que por momentos se olvidó de esa máxima que tiene en su carrera de no celebrar victorias. Después de ganar su último punto a Jan-Lennard Struff, en la semifinal entre Rusia y Alemania, festejó al más puro Cristiano Ronaldo y su 'calma'.
Esto no sentó muy bien a parte de la grada del Madrid Arena y, por si fuera poco, Medvedev contestó a los pitos recordando el triunfo ruso contra España: "Ganar a España en su casa, en Madrid, ha sido lo mejor de estas dos semanas. Todos estábamos muy contentos en el vestuario".
"Me gusta celebrar de alguna manera divertida. El entrenador de Karen es español y sabe cómo decir calma en ruso. Es de las pocas palabras que habla. Cuando jugamos a la Play o a las cartas, el que gana siempre dice: calma. Recuerdo que cuando Cristiano Ronaldo estaba en el Madrid hacía este gesto muy a menudo. Quizá no debería haberlo hecho y tome la decisión equivocada", reflexionó después.
El ruso afirmó que no quiso "provocar a nadie" porque "en un partido hay mucha adrenalina" y odia perder: "No tengo tiempo para pararme a pensar". Lo que no deja de resultar curioso es que estas palabras vengan de alguien que anteriormente ha manifestado públicamente que no celebra sus victorias porque ni le gusta ni es su manera de entender el tenis.
'Fan' de Djokovic
Su carácter polémico queda demostrado así. Pero lo hace aún más con declaraciones como la siguiente, en la que deja patente que no le caen muy bien ni Rafa Nadal ni Roger Federer: "Se dice que no hay jugadores con carácter pues yo lo tengo. Lo que pasa es que la gente espera que todos nos comportemos como Federer y Nadal y si no lo hacemos así ya está mal".
Esta no ha sido la primera vez que ha hablado sobre ellos: "A veces me da la sensación de que no se le valora igual (a Djokovic) que a Federer o Nadal. Y quizás dentro de 10 años, cuando ya esté retirado, la gente se dará cuenta de que aparece en todos lados en Wikipedia y que era un tenista increíble. Es lo que me pasó a mí con Pete Sampras. Nunca le vi jugar, pero he leído que era increíble".
No hace falta preguntar quién es el favorito del conocido como 'Big Three' para él. Medvedev, que es uno de los tenistas que intentará evitar que Nadal, Federer y 'Nole' conquisten su respectivo 21º Grand Slam, se decanta por Djokovic como el mejor: "Tengo la sensación de que la gente le empieza a respetar cada vez más. Incluso a sus detractores empieza a gustarle. Pero tal vez dentro de diez años, una vez que se retire, algunos se interesarán por el tenis y verán los números y a Novak en todas partes. Ahí es donde la gente empezará a comprender un poco todo lo que logró".
El niño malo
Considerado como un 'bad boy' de tenis, el ruso se calienta muy fácil en la pista, dejando algunos espectáculos que ha criticado la profesión. De despreciar a un recogepelotas a dar una patada a una cámara, así como también dedicar una peineta a la grada... y esto no solo como profesional, ya cuando era un júnior era de los más habitual que sus salidas de tono se convirtiesen en noticia.
Cuando era el 250 del mundo, allá por el año 2016, fue expulsado de un challenger después de poner en cuestión la imparcialidad de la árbitra de su partido. Un año más tarde, en 2017, fue multado por la ATP -con una sanción económica de 13.000 euros- por lanzarle unas monedas al juez de silla tras perder un partido. Genio o villano. Su entrenador dice lo primero; sus detractores, lo segundo. En lo que no hay dudas es que Daniil Medvedev ha llegado para quedarse en la élite del tenis.
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