La pesadilla de Novak Djokovic que empezó con su aterrizaje en Australia, y ha seguido este viernes con la retirada de su visado por segunda vez, podría ser peor. La medida también significa que el tenista serbio podría recibir una prohibición que le impediría obtener una nueva visa australiana por tres años.
El ministro de Inmigración Alex Hawke informó a través de una nota que ejerció su poder de cancelar el visado. En virtud del artículo de la Ley de Migración aplicado, Djokovic no podría viajar a Australia durante tres años, salvo en circunstancias imperiosas que afecten al interés del país. Esto último reserva a Hawke la renuncia automática al castigo en cualquier momento.
En la nota, Hawke no hace referencia a esta prohibición de tres años y alega que la retirada del visado llega "por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo". Djokovic es invitado por segunda vez a abandonar el país, pero podría apelar ante el juez.
Los abogados de Djokovic tenían preparado su recurso. Si lo presentan, el caso estaría de nuevo en manos del juez del Tribunal de Circuito Federal Anthony Kelly, quien anuló la cancelación del visado por primera vez. Si ocurre, lo lógico es que se aceleren los plazos y entre el sábado y el lunes se conociera el nuevo fallo judicial para cerrar el caso antes del inicio del Abierto de Australia.
De momento, se ha celebrado de urgencia este mismo viernes una audiencia de instrucciones ante el juez Anthony Kelly en el Tribunal del Circuito Federal. En ella se determinó que el tenista serbio no será deportado hasta que acabe el procedimiento ni tampoco detenido hasta, por lo menos, reunirse con funcionarios de Inmigración este sábado por la mañana.
Inhabilitación de tres años
La cuestión está en que si Djokovic apela y esta vez el juez no le da la razón no le quedaría otra que abandonar el país. Se confirmaría la retirada del visado, sería deportado e inhabilitado para volver durante tres años. Habiendo recurrido, como gesto de no acatar la decisión, le pondría al serbio más difícil que el ministro de Inmigración renunciara al veto una vez se acercan las próximas ediciones el torneo.
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