Andrey Rublev, tenista ruso número 7 del mundo según el ranking ATP, no dudó en mostrarse en contra de la invasión de Ucrania tras su último triunfo en Dubái. El jugador se impuso a Hubert Hurkacz por 3-6, 7-5 y 7-6. Pero nada más terminar el partido, en la habitual firma que todos los vencedores hacen en el foco de la cámara, Rublen escribió un claro y conciso: "No a la guerra, por favor".
Este es el lema que se está empleando tanto en el mundo del deporte como en otros sectores contra la invasión rusa de Ucrania. El movimiento impulsado por Putin está recibiendo la condena mayoritaria del mundo del deporte. Incluso entre sus ciudadanos se han producido cientos de detenciones por realizar protestas contra la guerra.
Rublev, pese a las consecuencias que puede tener para él en su país, no ha dudado en escribir ese mensaje en la cámara. La imagen ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un reflejo de la situación que se está viviendo. Junto a las peticiones de deportistas ucranianos que ven cómo su país es invadido, también se están realizando gestos de compañeros rusos como el de Rublev.
De hecho, el vídeo cuenta ya con más de 300.000 reproducciones y muchas más interacciones que el resto de mensajes publicados por la misma cuenta. Su atrevimiento a oponerse pública y mundialmente a la decisión de Vládimir Putin ha recibido numerosos reconocimientos entre los aficionados.
Insultos "por ser ruso"
El joven de 24 años ya había mostrado previamente que no estaba a favor de la invasión militar de Ucrania. En rueda de prensa, el tenista aseguró que estaba recibiendo insultos por redes sociales por el hecho de "ser ruso". "He recibido comentarios agresivos. No voy a reaccionar porque si lo hago sería lo mismo que ellos", reconoció en las últimas horas.
"Si quiero que haya paz, necesito estar como si no me importase. Incluso si me tiran piedras tengo que mostrar que estoy a favor de la paz. No quiero responder de la misma forma", subrayó ante la prensa con una sonrisa que entremezclaba su preocupación con las ganas de quitarle presión al momento.
La situación política, pese a la crispación que está generando, no parece haber afectado a la concentración de Rublev. El ruso jugará la final del torneo de Dubái y se prepara para vivir un año en el que seguir ascendiendo en el ranking ATP. Su gran reto sigue siendo ganar algún Grand Slam y asentarse entre los mejores del mundo en plena llegada de la nueva generación.
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