A Rafa Nadal solo le queda un escollo para llegar a otra final de Roland Garros. Se trata de Alexander Zverev (Hamburgo, Alemania; 1997), verdugo de Carlos Alcaraz en la ronda de cuartos de final (no antes de las 14:45 horas). Como en aquel partido, en el box del tenista germano habrá una cara conocida para el español: Sergi Bruguera.
Sascha, como también se conoce a Zverev en el circuito, incorporó en marzo a su equipo a Bruguera. Este es a su vez el capitán de España en la Copa Davis. Que compagine desde hace algo más de dos meses ambos trabajos ha generado ciertas ampollas entre los tenistas españoles. En París, Nadal es el tercero seguido que se cruza.
Pero Zverev, de 25 años, tiene un pasado con otros dos entrenadores españoles: Juan Carlos Ferrero y David Ferrer. La carrera de Alexander siempre ha estado dirigida por la batuta de su padre, con el que comparte nombre. Sobreprotegido por su familia, ha degenerado en ocasiones en conductas soberbias y violentas que no han facilitado las relaciones con sus técnicos.
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Una pelea con Ferrero
El que no lo soporto fue Ferrero, que hace unos años que se convirtió en uña y carne de Alcaraz y se ha encargado de llevarle a la cima del tenis. Primero lo intento con un Zverev que en 2017 apenas 20 años. Se puso como su entrenador en julio de aquel año y aguantó hasta febrero de 2018. Ni ocho meses juntos.
Ferrero y Zverev tenían dos formas diferentes de ver y entender el tenis. Para el español era crucial ser profesional dentro y fuera de la pista y al alemán le costaba lo segundo. Y. eso que su relación profesional empezó bien con dos títulos seguidos: el de Washington y el Masters 1.000 de Canadá.
Tras un decepcionante Abierto de Australia 2018 se rompió todo. Zverev contó que hubo una "pelea" con Ferrero y acuso a este de "irrespetuoso". El español, en declaraciones para MARCA, respondió: "A mí me enseñaron trabajo, disciplina, humildad y respeto por los demás". Con el tiempo, el tenista ha explicado que chocó con Sascha por su poca puntualidad y sus faltas de respeto al cuerpo técnico.
Curiosamente, de aquella ruptura nació el fuerte vínculo que a día de hoy une a Ferrero y Alcaraz. Juan Carlos quedó prendado de las habilidades tenísticas de un crío murciano de 15 años y decidió llevar su carrera. Hasta hoy, que Carlos es la gran promesa del circuito y número 6 del mundo con 19 años.
Se supo entender con Ferrer
A Zverev, tras seguir un tiempo en manos de su padre y de su equipo de siempre, y luego de otra relación profesional poco fructífera con el extenista Ivan Lendl, su carrera se volvió a poner en manos de otro español. En 2020, tras la pandemia, David Ferrer empezó a colaborar con el alemán para tratar de llevarle al siguiente nivel.
Fue una etapa breve, pero idílica. Ferrer le acompañó en Roland Garros, Masters 1.000 de París-Bercy y la Copa de Maestros, en Londres. También le tuteló desde distancia en el US Open. Todo iba bien, sin roces, pero la situación por la pandemia lo complicaba todo y el español decidió no seguir a su lado para 2021.
A Ferrer le costaba mucho alejarse de su familia en los desplazamientos y los confinamientos obligados por el circuito. Aunque reconoció que no le fue difícil entrenar a Zverev, a diferencia de la experiencia de Ferrero. El alemán le sigue teniendo un cariño especial: "Ha sido mi mejor entrenador. Podíamos hablar durante horas y ver partidos", decía en enero de este año y nunca ha descartado volver a trabajar con él.
La llegada de Bruguera
Y llegados a 2022, Zverev ha tenido dos cambios. Primero volver a trabajar con su padre, que también fue tenista, después de que este diera un paso atrás después del US Open 2021. Entremedias estuvo trabajando con Mikhail Ledovskikh y con su hermano, Mischa Zverev. Por el camino se unió Bruguera, que ha llegado para quedarse.
Bruguera, quien también tuviera un carácter complicado en su etapa como jugador, se ha puesto ahora en el otro lado. Trata de sacar lo mejor del tenis de Zverev y también se ocupa de mantener su cabeza centrada. Las polémicas han seguido en su carrera al alemán, bajo aviso de ocho semanas de sanción y 23.000 euros de multa si repite algo parecido a su raquetazo aa la silla del árbitro en el último torneo de Acapulco.
De momento, Bruguera sigue en el equipo de Zverev. Se incorporó en Miami y en la gira de tierra batida también le ha asistido, acompañándole en Madrid y en París, ahora. Si bien hay cierta polémica por su labor como capitán de la Davis, la Federación de Tenis n se ha pronunciado y aboga por que cumpla el año de contrato que le queda.
Así es Zverev, un tenista que solo ha ganado uno de sus duelos contra Nadal en tierra batida y es ahora quien le separa de la final de Roland Garros. En su bando tendrá al capitán español de la Davis y durante su carrera ha recibido los consejos de dos contemporáneos a Rafa. Falta por ver si eso le basta para ganar al rey de París.