De la Puente sucumbe ante un irreductible Hewett y peleará por la medalla de bronce en los Paralímpicos

Tocará pelear por el bronce. En una desangelada Suzanne Lenglen y evidenciando su desgaste físico poco pudo hacer Martín de la Puente frente al británico Alfie Hewett (2-6, 0-6), número 1 del mundo. El tenista español se despide de la lucha por la medalla de oro, pero todavía tiene una opción de tocar metal. También le queda el partido de dobles.

La misión era complicada para De la Puente. Se veía las caras con un Hewett infranqueable que llegaba a la cita algo más descansado. Y no le salió nada al jugador gallego. Errático en sus golpes y cediendo en exceso con su saque, encadenó demasiados errores que allanaron sobremanera el camino de su rival.

Hewett, al que le costó entrar en calor, puso rápidamente la directa para obtener el billete a la final sin excesivas complicaciones. Vio en la debilidad de Martín una oportunidad de oro para hacer sangre. Y no perdonó. En cuanto se entonó ofreció un 'clinic' de golpes que dejaron el choque visto para sentencia.

Se desesperó Martín de la Fuente en numerosas ocasiones. Maldecía al cielo de París, hablaba con sus entrenadores y agachaba la cabeza pensando en soluciones que nunca llegó a encontrar. Eso sí, en ningún momento tiró la toalla y plantó cara hasta el último punto de la semifinal.

Superado

Si algo fue lo que le condenó a Martín de la Puente en el primer set del partido fue su mal papel al servicio. Sacó cuatro veces y todas ellas Hewett las solventó con sendos breaks. Se mostró implacable el británico al resto. Dio un festival de golpes poderosos y demostró porqué es la mejor raqueta de la actualidad.

Y eso que Hewett saltó a la arcilla algo aletargado. Sin rumbo y con varios errores no forzados que dejaron la pelota en el tejado de De la Puente para coger ventaja en la primera manga. Los primeros cinco juegos acabaron en rotura de servicio. pero el inglés rompió el del español en un momento muy delicado y solventó la papeleta en menos de media hora.

Debía cambiar el chip el tenista vigués. Pero todo se torció todavía más en el inicio del segundo set. Volvió a perder su servicio ante un Hewett intratable y el pase a la final se le puso muy cuesta arriba. Necesitaba un milagro.

Y ese no llegó. Con ventaja en el marcador Hewett siguió aumentando su nivel de juego. Mucho más seguro en sus golpeos y minando la moral de De la Puente con sus continuos paralelos. Fue un vendaval del inglés y todo el respetable quedó rendido a él por su juego excelso.