Image: Joaquín Pérez Azaústre, Premio Adonais

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El Cultural

Joaquín Pérez Azaústre, Premio Adonais

"Ojalá los conjuros de Claudio Rodríguez nos embriagaran siempre a todos"

10 enero, 2001 01:00

Acaba de ganar el premio Adonais con su primer libro, Una interpretación, pero lo suyo, lo de escribir, le viene de lejos a Joaquín Pérez Azaustre (Córdoba, 1976), estudiante de Derecho que estudia en Madrid, se hospeda en la Residencia de Estudiantes, y que se declara encendido admirador de Claudio Rodríguez

Pregunta: Una curiosidad: ¿qué hace un futuro abogado ganando con su primer libro el premio Adonais?
Respuesta: Llevo escribiendo desde que tengo uso de razón. Ahora que voy a publicar, soy un presente escritor.
P: ¿Cómo le explicaría al lector qué es Una interpretación?
R: Una interpretación del mundo a través de la poesía, que es quien forja la identidad del hombre: desde sus grandes miserias hasta la luz que también guarda.
P: ¿Por qué no adelanta en tres líneas una "declaración de intenciones poéticas"?
R: Escribir poemas cuando me apetezca y que sean poemas con imágenes rítmicas y, por supuesto, comunicativos.
P: ¿Poesía de la experiencia o de la diferencia? ¿Por qué?
R: Soy lector y como lector me gusta conocerlo todo. La poesía es demasiado grande como para enclaustrarla.
P: ¿Poesía clara o hermética?
R: Prefiero no ceñirme a nada. Como ha dicho Umbral, la literatura es el territorio de la libertad.
P: ¿Se siente parte de una nueva generación poética? ¿Quiénes la conformarían?
R: Me gusta escribir, no hacer nomenclaturas. Hay buenos amigos, a los que admiro, como José Luis Rey o Vicente Luis Mora
P: ¿Recuerda cuál fue el primer poema o libro de poemas que le emocionó?
R: Poeta en Nueva York, de García Lorca.
P: ¿A qué poeta, a qué poema, vuelve siempre?
R: A Claudio Rodríguez. Ojalá sus conjuros nos embriagaran siempre a todos.
P: Un poema de amor
R: "Cuando seas vieja", de William Butler Yeats.
P: Otro contra la nostalgia
R: Cualquiera de "Primavera en Esaton Hostings", de Pedro Garfias.
P: Otro sobre la muerte
R: "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías", de García Lorca
P: ¿Qué es, para usted, un buen poema?
R: El buen poema siempre vive, flota en el aire y nos hace crecer con cada nueva lectura.
P: ¿Cómo se alcanza la originalidad?
R: La mayor originalidad es ser honesto con uno mismo.
P: ¿Qué es más importante para usted en poesía, tradición o vida? ¿Por qué?
R: Todo. Los días y las noches, con y sin lectura.
P: ¿Quevedo o Góngora?
R: Ambos, pero Góngora me entusiasma más.
P: ¿Paz o Neruda?
R: Ambos. Neruda es un enorme comunicador, pero Paz es enorme en sí mismo.
P: ¿Valente o Claudio Rodríguez?
R: Siento devoción por Claudio Rodríguez, claro.
P: Precisamente su libro rinde homenaje a Claudio. ¿Qué le enseña, qué le da, al poeta primerizo el autor de Don de la ebriedad?
R: Una celebración de la vida en un tiempo oscuro, la condición secreta de poeta andador, soñador a pesar de todo.
P: ¿Por qué escribir poesía en estos tiempos de internet y globalizaciones varias?
R: La poesía es lo que de verdad nos une, nos hermana a todos, el único enlace invisible que llega a todas las almas. Con un poema nunca estaremos solos.
P: ¿Tiene sentido inaugurar el siglo XXI y el nuevo milenio con un poemario después de Pessoa, Rimbaud, Cernuda, Rilke o Baudelaire?
R: Uno intenta escribir lo mejor posible, partiendo de referencias como como éstos. El tiempo juzgará si los poemas quedan o se pierdan en la basura.
P: ¿Qué papel ha desempeñado en su libro álvaro García?
R: El papel del amigo, del poeta mayor que da la última lectura al manuscrito. El papel del ánimo y la confianza, el papel de la generosidad.
P: "Hablar de nada es, hoy, hablar de mucho" dice un verso del propio álvaro García. ¿De qué quiere hablar usted?
R: Siempre terminamos hablando de la incomunicación. Los sentimientos los tenemos todos, pero es el esfuerzo por comunicarlos lo que me interesa, o salvarnos de la soledad no buscada.
P: ¿El poeta debe estar en la calle, a pie de obra, o recluido en una Residencia de Estudiantes cualquiera?
R: Ningún lugar mejor que la Residencia de Estudiantes. La calle la tengo cerca, y ando mucho.
P: ¿Cómo cree que le tratará la crítica? ¿Tiene miedo, curiosidad o prefiere ignorarla?
R: Curiosidad, claro. El miedo es mal consejero, escribimos para salvarnos de él.
P: Atrévase: ¿a quién procesaría por mal poeta? ¿Por qué?
R: A mí mismo, en los poemas que guardo en el cajón.
P: ¿A quién defendería hasta el fin?
R: A José Luis Rey Cano, aunque él no necesita que le defienda nadie.
P: ¿A qué poeta indultaría de la ignorancia general?
R: A cualquiera que sea honesto con lo que hace, a cualquiera que sea sincero y valiente.
P: ¿Qué está leyendo ahora?
R: Uno de los "Campos", de Max Aub, y releyendo relatos de Scott Fitzgerald.
P: ¿Y escribiendo?
R: Una novela.
P: Está acabando una novela, tiene listos dos libros de relatos, este poemario, colabora en Prensa desde hace más de cinco años: ¿cuándo estudia la carrera?
R: En los ratos libres.