Image: Paco Mir

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El Cultural

Paco Mir

“El actor debe ser agradecido con los que le dan de comer”

11 marzo, 2004 01:00

Paco Mir, por Gusi Bejer

"Prefiero montar obras de largo recorrido, que puedan mejorar con el tiempo y que justifiquen el esfuerzo invertido", dice Mir. Pero él invierte en muchos campos, en cine, televisión y, sobre todo, en teatro, su medio natural: ha destacado como director (la estupenda zarzuela Los sobrinos del capitán Grant o la exitosa La cena de los idiotas) y como actor y productor (Sit, con Tricicle). Debutó como autor de comedias con No es tan fácil, con una acogida más que discreta; ahora estrena Prosineckty, el día 16, en el teatro Principal de Barcelona, dirigida por Josep Costa.

Pregunta: Parece como si hubiera querido ajustar cuentas con el mundo del teatro en Prosineckty.
Respuesta: No he querido ajustar cuentas con nadie, he pretendido divertirme volcando en un mismo personaje opiniones que circulan de boca en boca en los medios teatrales.
P: Uno de los rasgos de la compañía que sale en la obra es su falta de profesionalidad . ¿Tiene algo que ver con la realidad?
R: No. Es evidente que la profesión cada vez está más preparada. Lo que se retrata en Prosineckty es un caso irreal solamente para provocar un efecto cómico. La irrealidad, sin embargo, siempre está basada en la realidad.
P: ¿Las gentes del teatro aceptan difícilmente las críticas?
R: En la obra se dice que"en arte, la falta de noticias son malas noticias", queriendo decir que si espontáneamente no te felicitan es que debe de haber una razón para que no lo hagan. Sí es cierto que en el cine o en el teatro, todo el mundo está obligado a dar y defender su opinión, y en cambio en la música o la literatura, la gente acepta los gustos ajenos sin darle más vueltas.
P: El personaje Carlo, director de escena, dice de los críticos que se inventan a los autores que salen en los suplementos culturales. ¿Lo dice porque a usted no le solemos entrevistar como autor y sí como director o actor?
R:No me soléis entrevistar como autor porque sólo he escrito dos obras. Tener un 50% de entrevistas me parece más que correcto. Muchas de las cosas que dice el personaje del director están exageradas simplemente para hacerse el gracioso, para caer bien.
P: Cuando algunos auguran la muerte del autor de teatro usted sigue empeñado en escribir.
R: Espero que el autor de teatro no muera nunca porque creo que sigue siendo el mejor medio para comunicar con el público.
P: Algunos actores se quejan de que "ahora hay miedo, los programadores no se arriesgan y van a lo comercial, a un teatro sin reflexión".
R: La definición real de teatro comercial es aquella en la que alguien invierte su propio dinero; y lo normal, a falta de mecenas, es que quiera recuperarlo, lo que no me parece criticable. El teatro de "reflexión", en un principio, no suele ayudar a recuperar el dinero invertido por lo que no suele programarse, a no ser que vaya arropado por actores/actrices de renombre que conviertan un espectáculo "reflexivo" en un éxito comercial.
P: ¿Deben los teatros públicos ser deficitarios y programar aburridas obras que no hagan sombra al teatro comercial?
R: Es cierto que en las últimas temporadas los teatros públicos han tenido éxitos comerciales que, probablemente, serían difíciles de soportar económicamente en un entorno comercial. Deberían apoyar más a los autores nacionales contemporáneos y, desde luego, ofrecer montajes clásicos que no resulten aburridos. Serio y aburrido no tienen porqué ser sinónimo.
P: En la obra, el director convierte una comedia tradicional en una obra fragmentada, con mucha intertextualidad y personajes anónimos, sin nombre... ¿Hace mofa de los autores de la "nueva dramaturgia"?
R: No es el tema de la obra pero el poco texto que supuestamente ha escrito el autor polaco al que se representa quiere recordar la manera de dialogar de algunos "nuevos dramaturgos".
P: ¿Cree que tras un periodo de experimentación dramatúrgica hoy hay un retorno a los cánones?
R: Afortunadamente. Las vanguardias sirven para experimentar y luego son absorbidas por los creadores. El auge actual de los cuentacuentos a lo mejor se debe a la falta de historias encima de un escenario.
P: ¿Ha pensado en el público mientras escribía Prosinecky?
R: Siempre que escribo pienso en el público. No se puede escribir de otra forma si lo que pretendes es hacer reír. El tema del teatro dentro del teatro puede parecer ajeno al público convencional, pero también lo son los problemas de los mineros de no sé dónde, o los de un jugador de beisbol.
P: En la obra trata el saludo de los actores al final de la obra. A veces he oído decir a algún director que los actores españoles no saben saludar.
R: Nunca había oído que los actores no supiesen saludar. En mi caso es una opinión (esta vez sí que es personal) sobre la manera de saludar. Creo que el saludo no debe descuidarse y que el actor, por muy cansado que esté de repetir lo mismo, tiene que demostrar su agradecimiento a los que le dan de comer.
P: Su obra cuenta los pormenores de un ensayo. ¿Son éstos el verdadero espacio del director?
R: Es el único momento absolutamente creativo. Las representaciones no dejan de ser una artesanía.