El Cultural

Ildefonso Falcones, autor de "La catedral del mar"

“Sigo con los pies en la Tierra por la ley de la gravedad”

14 diciembre, 2006 01:00

Ildefonso Falcones, por Gusi Bejer

Ildefonso Falcones (Barcelona, 1958) es el hombre del millón de libros, porque eso es, nada menos, lo que ha vendido hasta el momento de su primera novela, La catedral del mar (Grijalbo). Aunque algunos han relacionado este relato con Los pilares de la tierra de Ken Follet o incluso con Dan Brown, Falcones niega la mayor, conocerles, mientras se define como "un abogado que escribe" y lucha por repetir el éxito. Aquí se retrata.

Pregunta: ¿Qué es lo que más le ha sorprendido del éxito de La catedral del mar?
Respuesta: Que sea una novela leída tanto por jóvenes como mayores y la variedad a la hora de destacar un pasaje diferente del libro como el más emocionante.
P: ¿El momento más feliz en estos meses?
R: Cuando salí con mi esposa a celebrar la publicación de la novela.
P: ¿El más desagradable?
R: La muerte de mi madre poco antes de que se publicase.
P: ¿Tiene claras ya las razones de su éxito?
R: No, y probablemente esa ignorancia sea lo más atractivo de toda creación, literaria o no.
P: Perdone la insistencia, pero ¿qué debe tener un libro para conquistar a un millón de lectores?
R: Quizá eso deberían contestarlo los lectores. ¿Emoción?, ¿intriga?, ¿lectura ágil?
P: ¿Y qué consejo le daría a un autor primerizo?
R: Que procurase asesorarse antes de enviarlo a las editoriales y que sopesase cuantos consejos pudieran venir de los profesionales de este mundo. Sé que es difícil, pero factible.
P: ¿Y a todos los editores que rechazaron su libro?
R: Ninguno. Es su problema.
P: ¿Recuerda qué le dijeron en más ocasiones?
R: ¿Las editoriales? Que no estaban interesados. Cortésmente, eso sí.
P: ¿A qué político le regalaría La catedral del mar?
R: Regalársela, probablemente a ninguno. No ha sido mi intención transmitir ningún mensaje político... ni de cualquier otro tipo.
P: ¿Y a qué crítico literario?
R: Si en verdad son críticos literarios, objetivos, profesionales, que en momento alguno puedan verse influidos por su propia creación literaria y por sus resultados, a todos ellos. Es un derecho que tenemos los lectores.
P: ¿Se siente con fuerzas para repetir el éxito de su primer libro?
R: Me siento con fuerzas para trabajar en ello y para intentarlo. El éxito... llegará o no.
P: ¿Puede adelantarnos el título o el argumento?
R: No. Además de que no me lo permiten, podría ser algo precipitado.
P: ¿Volverá a la novela histórica o se atreverá ahora con la actualidad?
R: Volveré a intentar crear una trama atractiva que se desarrolle en una época histórica.
P: No se escape... ¿no le apetece escribir por ejemplo sobre la corrupción urbanística?
R: La realidad supera la posible ficción, por más imaginación que uno pudiera echarle. Los lectores tienen acceso a esas historias regularmente en cualquier periódico. Sería una competencia insufrible.
P: ¿Y sobre la emigración?
R: Desgraciadamente lo mismo que en la pregunta anterior. Nunca una novela, cuyo principal objetivo es trasladar a los lectores a un lugar o a una época, el conseguir que creen su propia historia, podrá, de lejos, superar esas trágicas imágenes que casi nos hemos acostumbrado a ver en la televisión.
P: ¿Recurrirá otra vez a su agente y su editora para mejorar el libro?
R: Sin duda alguna. Recurriré a cuantas personas sean capaces de darme un buen consejo.
P: ¿En qué se diferencia su libro del de Follet, Los pilares de la tierra?
R: Principalmente en que Los pilares... lleva diecisiete años siendo leído por millones de personas. En cuanto a la temática, si bien ambas se desarrollan en la época medieval, la trama de Los Pilares gira alrededor de la construcción de un templo; en La Catedral, la construcción de Santa María es sólo un telón de fondo, pero sobre todo en que Santa María del Mar existe.
P: ¿Y se siente más cerca de Follet o de Ruiz Zafón?
R: No conozco a ninguno de los dos.
P: ¿Y de Dan Brown?
R: Tampoco tengo el placer.
P: ¿Los autores célebres o consagrados le han felicitado por su éxito?
R: No tengo contacto con ellos, pero aquellos con los que he podido coincidir en alguna feria, sí, como yo lo he hecho con sus obras.
P: ¿Qué le hace mantener los pies en la tierra?
R: Principalmente la fuerza de la gravedad, aquello de Newton. Y cuando uno piensa en genios como ése, se encoge todavía más.
P: ¿Por qué eligió Santa María del Mar?
R: Es el resultado de un esfuerzo en común, sin políticos que la dirigieran o subvencionaran; el arte verdadero, el que surge de la gente, el que nace de la sociedad civil.
P: ¿Y la Sagrada Familia de Gaudí, le parece novelable?
R: Por supuesto, una maravilla. Sobre todo el día que dejemos de destinar recursos a creaciones o eventos mediocres y la terminemos de una puñetera vez.
P: ¿El mundillo cultural español tiene demasiados prejuicios?
R: ¿Prejuicios? ¿Qué tal si los llamáramos intereses?
P: ¿Qué hace para vencer la envidia que muchos le profesan?
R: Confío que, si existe, sea una envidia sana. Si no lo es, poco puedo hacer.