El Cultural

Guillermo Fesser / Director de Cándida

“Gomaespuma es más cinematográfico que radiofónico”

21 diciembre, 2006 01:00

Guillermo Fesser, por Gusi Bejer

Guillermo Fesser (Madrid, 1960) lleva casi 25 años fabricando carcajadas desde el programa radiofónico "Gomaespuma", donde nació el personaje Cándida. Ahora, tras escribir los largometrajes El milagro de P. Tinto y Mortadelo y Filemón (dirigidos por su hermano Javier), da el salto a la direccion con Cándida, que se estrena el 22 de diciembre. El filme lleva a la pantalla la tragicómica vida de su asistenta, interpretada por sí misma.

Pregunta: ¿Cuál fue la primera reacción de Cándida Villar ante la propuesta de hacer de sí misma en una película sobre ella misma?
Respuesta: No quería. Es demasiado humilde para verse de actriz en una pantalla. La convencí pidiéndola que lo hiciera para que todas las que han sufrido como ella vieran en su alegría final una pequeña recompensa. Me preguntó si yo creía de verdad que ella sería capaz de hacerlo. Cuando le dije que sí, se entregó al rodaje con el alma.
P: De asistenta a estrella de cine... ¿cómo se enfrentará Cándida a su nueva profesión?
R: Con tranquilidad. Cándida trae de serie mucho sentido común y es muy inteligente. Si hubiera tenido acceso a la educación, sus discursos serían brillantes. Sabe que la fama verdadera no se regala, que hay que ganársela como el prestigio y no va a caer en la prensa del cotilleo verdulero.
P: Ahora que ha dado el salto a la gran pantalla, ¿no sería poco ético que Cándida siguiera haciendo crítica cinematográfica?
R: Cándida y yo somos lo que somos y, esporádicamente y pidiendo permiso a los grandes profesionales del cine español, hemos hecho una película. Con la misma humildad nos retiraremos a nuestros mundos de origen, y aquí paz y después gloria.
P: ¿Qué diría la crítica cinematográfica Cándida de su propia película?
R: Ya lo ha dicho. Que es cosa "reás", que es un peliculón y que "vayáis a vela". Creo, sinceramente, que a ella le ha gustado mucho la parte de comedia. Pero sigue sufriendo mucho, demasiado, cuando llega la escena de su hijo quemado en el hospital.
P: No estoy seguro de si Cándida arranca más risas que lágrimas...
R: Es una mezcla. Hay veces en la vida en que la felicidad es un poco triste y otras en que la alegría sabe un poco amarga. No todo son orgasmos y grandes depresiones. Pienso que con Cándida sale uno del cine más feliz de lo que entró.
P: ¿Diría que la Cándida de la película es una persona o un personaje?
R: Una persona. Desde el principio es tan real que te dan ganas de levantarte de la butaca y pegarle
un abrazo.
P: Parece como si hubiera querido mezclar a Vittorio de Sica con Jean-Pierre Jeunet, ¿nos encontramos frente a un ejemplar de "neorrealismo-fantástico"?
R: Nos encontramos ante la demostración de que, para encandilar al personal, las historias no necesariamente tienen que llevar efectos especiales. A veces un personaje especial es capaz de crear mucho efecto por sí solo.
P: Hay una dura crítica a los telediarios y las estrellas mediáticas. ¿Un tirón de orejas a sus colegas?
R: No es eso. He querido reflejar el sentimiento que todos los periodistas hemos sentido en alguna ocasión cuando no coincidimos con la línea editorial de la casa para la que trabajamos. Las ganas de mandarlo todo a freír espárragos y gritar lo que uno piensa.
P: ¿Qué aprendizaje de la radio ha invertido en su experiencia en cine?
R: Mucho. Son casi 25 años creando historias a diario en "Gomaespuma" con Juan Luis Cano. Hemos ido aprendiendo qué tipo de situaciones provocan más risa que otras, algunos truquillos para mantener al personal en suspense o intuimos cuándo debe terminar un gag.
P: ¿Sería posible un "Gomaespuma" cinematográfico?
R: "Gomaespuma" es, posiblemente, más cinematográfico que radiofónico. Por eso tenemos desde los primeros tiempos tanto público en el estudio. No sólo cuenta la voz. Nos movemos, saltamos por encima de la mesa, cantamos, bailamos. Es todo un espectáculo de imagen... que sale por la radio en Onda Cero. Creo que por las tardes.
P: ¿Cuál es la película preferida de Cándida? ¿Y la de usted?
R: La de Cándida El abuelo de Garci. La mía, de los últimos años, El hijo de la novia de Campanella.
P: ¿Qué lecciones deberían extraer los gobernantes de la sabiduría popular de Cándida?
R: El sentido común y el pragmatismo. Todo aquello que haya que explicar demasiado huele a podrido. Y vivimos en una época en que nos dan demasiadas explicaciones.
P: ¿Por qué nadie debe perderse Cándida estas Navidades...?
R: Para comprobar que los ángeles a veces pueden venir en metro desde San Blas. Para rendir un homenaje personal a su madre, a su hermana, a su asistenta, a la asistenta de un amigo... y salir feliz del cine, lleno de navidad, sin sentir vergöenza por ello.
P: ¿Qué le pide este año a los Reyes Magos?
R: Que Cándida reciba a sus 75 años todo el cariño que la vida le negó hasta ahora. Y que mi familia, mis amigos y yo tengamos salud para disfrutarlo con ella.
P: Confiéselo... ¿tiene ya una segunda parte en el cajón?
R: Me temo que no. Como hago una película cada 45 años, nos iba a pillar a los dos demasiado mayores.