Javier Cámara: "Todo el cine español es independiente"
Javier Cámara, por Gusi Bejer
Pregunta: Su personaje en La torre de Suso, Cundo, protagonista absoluto, es el típico “perdedor”. ¿Le costó sentirse identificado?
Respuesta: Cuando pienso en la suerte que tengo al poder vivir de la interpretación, que es lo que más me gusta, me cuesta creer mi suerte. Porque tengo la impresión de que hay mucha gente a la que no le toca más remedio que trabajar en cosas que les disgustan, que no han tenido tanta suerte en general.
P: Gente como Cundo, quizá, un mentiroso y un cobarde... aunque con un punto entrañable.
R: Es alguien que ha perdido mucho el tiempo. Al cumplir los 40 se da cuenta de que no tiene nada, que no ha hecho nada serio con su vida. Perdió los 20 drogándose y emborrachándose; y los 30 no le han servido para remontar. Se encuentra en una edad en la que no tiene más remedio que coger el toro por los cuernos y poner algún tipo de remedio. La torre de Suso es una película muy generacional. Yo creo que muchos se podrán sentir identificados.
P: La muerte de su mejor amigo es el punto de arranque.
R: Ese Suso que muere, quien quizá era el mejor y más sensible de todos sus amigos, les deja como herencia el encargo de que construyan esa torre desde “la que quizá por estar arriba las cosas pueden verse mejor”. La metáfora es muy evidente. Como me dijo Tom Fernández, el director, si la gente sale del cine y se da cuenta de que tiene que llamar a todos esos colegas a los que quizá hace 15 años que no ve, habrá valido la pena.
P: A partir de aquí, la clásica “vuelta a casa”.
R: Bueno, eso es todo un género en sí mismo, desde los anuncios de Nescafé, pasando por la parábola del hijo pródigo hasta Beautiful Girls (Ted Demme, 1996), una película con algún punto en común con ésta.
P: Todos los personajes están un poco amargados. ¿Cree que es una película pesimista?
R: (Después de pensar un rato). Hasta cierto punto, sí. Como también lo es El apartamento o Irma la Dulce de Billy Wilder. Tom capta la esencia de la comedia clásica, que puede ser muy divertida y también muy seria. La verdadera esencia de la comedia está en el drama.
P: ¿No cree que el cine español suele abusar de esos personajes que no son más que pobres diablos?
R: No entiendo la pregunta.
P: ¿Realmente cree que en España hay tanta gente frustrada como en el cine?
R: Cumplir los sueños de uno es un privilegio poco común. En La torre de Suso hay gente con problemas que tiene casi todo el mundo. Yo creo que muchos espectadores se sentirán aliviados al ver la película, porque se darán cuenta de que no son los únicos que sufren. Mi personaje no hace otra cosa que buscarse a sí mismo, un argumento muy recurrente en el cine. En realidad, interpretar este tipo de papeles es más difícil que hacer otros más extravagantes.
P: Ha citado Beautiful Girls. Lo cierto es que el filme parece hundir sus raíces en el cine independiente estadounidense...
R: ¡Es que todo el cine español es independiente! Me imagino a lo que te refieres y yo creo que nosotros tenemos que competir en eso, con películas como ésta que cuenten historias sencillas, con emociones. Es algo que no sólo veo en ese cine indie que admiro de Wes Anderson o Paul Thomas Anderson, también lo encuentro en la producción francesa, en directoras como Agnès Aoui, o en el trabajo de Isabel Coixet.
P: Se le ve muy entusiasta con el filme, ¿está muy orgulloso?
R: Hay que tener en cuenta que es una primera película y yo creo que Tom demuestra un gran talento. Nadie puede discutirle que sabe crear personajes muy creíbles.
P: Hay algunos detalles algo cursis, como esa cámara lenta del reencuentro.
R: Es posible, sí. Pero a Tom le gusta y lo respeto.
P: El filme guarda algunos parecidos con la reciente Bajo las estrellas, como ese personaje catastrófico o su ambientación rural.
R: No la he visto, pero con esto que dices, me entran aún más ganas.
P: En ambas nos encontramos con un retrato del mundo del campo alejado del “paletismo”.
R: Eso es cierto. Yo mismo soy de un pueblo pequeño y las cosas han cambiado muchísimo desde que crecí allí. Ahora la gente viaja, ve muchas cosas por televisión o internet.
P: Está en pleno rodaje de Los girasoles ciegos, ¿qué nos puede avanzar?
R: Estoy como loco con esta película. Es mi primera Guerra Civil, mi primera Maribel Verdú como partenaire, mi primer José Luis Cuerda... Y mi personaje es maravilloso.
P: ¿Conocía la novela?
R: Sí, y me fascinaba. Fue precisamente Tom Fernández el que me la regaló. Cuando Cuerda me llamó para que participara en el proyecto le dije que sí inmediatamente, que no me importaba qué papel me tocaba ni necesitaba leer el guión.