Image: José Luis Turina

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El Cultural

José Luis Turina

“Soy un animal de aula, ¡no de jaula!”

8 mayo, 2008 02:00

Por Gusi Béjer.

A José Luis Turina (Madrid, 1952) le admira todo el mundo pero nadie sabe a ciencia cierta si es un moderado o un rompedor. Un ejemplo de su versatilidad es Tour de manivelle, un espectáculo infantil basado en varios cortos de Segundo de Chomón que estrena el próximo martes en el Teatro de la Zarzuela con la Orquesta de la Comunidad de Madrid en el foso.

Pregunta: Chomón, un genio de Teruel que triunfó en el París de los comienzos del cine. ¿Lo eligió usted o se lo eligieron?
Respuesta: Me fue sugerido. Desde hacía años yo me resistía como gato panza arriba a aceptar este encargo. No lo veía claro y se me hacía muy cuesta arriba componer noventa minutos de música.

P: ¿Por qué aceptó esta vez?
R: Porque José Ramón Encinar, el director de la Orquesta, que es muy listo, me habló de Segundo de Chomón, de sus cortos, y me sugirió que, en vez de una película larga, hiciera cinco breves.

P: ¿Conocía usted ya a Chomón?
R: No. Me ha parecido un cineasta extraordinario, en la línea de Georges Méliès, con mucho gusto por el trucaje. Vi que tenía varios cortos basados en cuentos infantiles y pensé en hacer un espectáculo para niños.

P: ¿Qué cuentos son?
R: Elegí tres: El gato con botas, Pulgarcito y Aladino. Luego, para completar el espectáculo, imaginé un prólogo y un epílogo. El epílogo es muy gracioso. Es una sucesión de danzas, en plan de paso a dos, que van fundiéndose unas con otras, en un montaje muy de Chomón.

P: ¿Y el prólogo?
R: Es un corto que se llama Creación de la Serpentina. Al acabar, aparece en escena un personaje, La Serpentina, que en lo sucesivo ejerce de cuentacuentos. Ella va recitando cada cuento, con texto mío, y a continuación se proyecta la película de ese cuento con mi música.

P: Eso ayuda, porque no sé si los niños de hoy se sabrán esos cuentos.
P: Es verdad, ahora se hacen un lío con las botas del gato y las de "siete leguas" de Pulgarcito.

P: ¿Qué son los cuentos infantiles?: ¿literatura facilitada, literatura a secas o terapia para preadolescentes?
R: Es que la literatura de adultos también es terapia psicológica, para el lector y el autor. Cada cual se psicoanaliza como puede. Yo creo que los cuentos infantiles son literatura a escala del niño. Y lo encuentro dificilísimo.

P: Usted hace mucha música pedagógica. Siempre le ha atraído el aire de conservatorio.
P: Bueno, digamos que soy un animal de aula, ¡no de jaula!, y en su día me dejé la piel en la reforma de la enseñanza musical. Como compositor creo que debo hacer música práctica para la clase.

P: Eso suena a Hindemith.
R: Efectivamente.

P: Pidió dos años para poder componer Tour de manivelle.
R: Ha sido un trabajo largo, pero grato. Lo he pasado muy bien. Y no es fácil. Tienes que estar muy pendiente del cronómetro. El último acorde de la música coincide con el último fotograma de la película, si se siguen los metrónomos que he marcado.

P: Desde que es director artístico de la JONDE, parece que compone usted poco.
R: No es verdad. Quizá no tanto como otros, pero compongo bastante. En los últimos siete u ocho años, he sacado unas cuantas obras.

P: ¿Componer es difícil?
R: Muy difícil. Nunca llegas a plasmar lo que buscas, porque la música te va llevando a otra parte.

P: Es como tener siempre delante la zanahoria.
R: ¡Es peor!, porque además la música te cambia la zanahoria de sitio constantemente. Puede llegar a ser desmoralizador.

P: La opinión general es que es usted muy bueno. ¿La comparte?
R: No. Nunca consigo escribir lo que quiero.

P: ¿No se gusta?
R: Sí, pero no lo suficiente para decir, "ya no compongo más", y dedicarme a otra cosa después de haber escrito unas cuantas obras maestras, como hizo Rossini. Ese es el estado ideal al que todo compositor debe aspirar.

P: ¿Usted no tiene la sensación de haber tocado techo?
R: No, pero tampoco me quejo. Tengo un buen catálogo, con unas cuantas obras bastante estimables que, según parece, interesan a la gente: se tocan con frecuencia, se piden y, en general, se han interpretado muy bien.

P: ¿Es usted ambicioso?
R: Nada. Ese es seguramente mi gran defecto.

P: Bueno, quizá no persiga el éxito mundano, pero en sus obras se ve ambición artística.
R: Eso sí. Soy muy exigente y componer me lleva más tiempo cada día.

P: Entre los modernos usted es el clásico y, entre los clásicos, el moderno. ¡Como Mendelssohn!
R: No lo creo, pero me hace ilusión la comparación con Mendelssohn. Yo me he movido siempre en esa dualidad, entre la música avanzada y la académica. La creación es un campo muy ancho, con zonas conservadoras y otras de vanguardia. Yo estoy a gusto en las dos. Dentro incluso de una misma obra juego con oscilaciones de ese tipo.

P: Todo eso suponiendo que alguien sepa lo que significa "música avanzada".
R: Suponiendo.

P: Comprenderá que al oír sucesivamente al Turina progre y al conservador, su público se desconcierte.
R: Claro. Yo mismo me desconcierto. Pero Stravinsky también regateaba a sus seguidores.